El primer debate de la campaña electoral entre los cinco candidatos por la provincia de Las Palmas acabó en un intercambio de acusaciones en el terreno de lo personal, con una gresca marcada por las alusiones a casos judiciales con José Manuel Soria y Victoria Rosell como protagonistas. La juez en excedencia, que encabeza la lista de Podemos al Congreso, acusó al Gobierno de pretender la impunidad de los corruptos al recortar los plazos de las investigaciones con la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal, y el presidente regional del PP acusó a Rosell de aprovechar su posición en la judicatura para "dilatar un proceso de manera maliciosa por intereses propios".

José Manuel Soria (PP), Sebastián Franquis (PSOE-NC), Pablo Rodríguez (CC), Victoria Rosell (Podemos) y Saúl Ramírez (C's) intervinieron ayer en el debate de la Cadena Ser, pero, mientras el grueso de la mesa redonda se mantuvo en una exposición de los distintos programas, fue el presidente de los populares canarios y la cabeza de lista de Podemos los que bajaron al fango para rivalizar.

"Efectivamente, hay partidos con personas corruptas", aceptó el ministro de Industria, Energía y Turismo antes de defender las medidas aprobadas durante la presente legislatura y asegurar que "ningún gobierno de la democracia ha legislado tanto para dificultar y restringir la corrupción".

Este apoyó su baza en la ley orgánica de control de la actividad económica y financiera de los partidos, la ley reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, el endurecimiento penal contra la corrupción y la modificación de la ley de enjuiciamiento criminal. Y con ello, Soria obtuvo una respuesta contundente por parte Franquis y Rosell, quienes acusaron al Gobierno no solo de generar la corrupción sino también de torpedear las investigaciones. "Hay que tener mucha cara dura para decir que se legisla contra la corrupción cuando se gobierna para los corruptos", rebatió la magistrada en excendencia. Según su diagnóstico, la nueva ley de enjuicimiento pretende que "una Justicia sin medios" se quede sin tiempo para investigar los casos complejos.

La referencia permitió el contragolpe de Soria, que defendió la necesidad de acortar los plazos, "porque si no algunos jueces se ven en la tentación de dilatar un proceso deliberadamente por intereses propios. Desgraciadamente, desde la toga se hace política y negocios".

Soria había asestado un golpe bajo la línea de flotación de la magistrada, al referirse a un proceso abierto por la Fiscalía con la intención de resolver si Rosell seguía investigando a Miguel Ángel Ramírez, el presidente de la UD Las Palmas, mientras éste negociaba con el periodista Carlos Sosa -pareja de la juez- el alquiler de su licencia una licencia de radio a UD Radio. Tras la apertura de esta causa, cuyas posibles consecuencias se limitan a una sanción administrativa, Rosell acusó a su rival de utilizar la Fiscalía en beneficio propio. Soria ha respondido a este desplante con una demanda por calumnias.

Rosell encajó el jaque de Soria sin querer entrar en la acusación. Se limitó a esbozar un "eso es mentira". La defensa de la juez se movió en la ironía. "Seguramente, Soria es el único ciudadano de este país que considera que el problema de la corrupción reside en las togas. Debe ser un caso único", señaló.

El intercambio de golpes fue a más cuando el del PP insistió. "Solo me remito a una afirmación de una fiscal que la ha acusado de dilatar, deliberadamente y de manera maliciosa, un proceso", recalcó. Rosell interrumpió el turno de su oponente político para solicitar al moderador que retomara el debate. Esto no impidió que la ofensiva de Soria continuara. "Ha sido la fiscal la que ha dicho que ha retrasado maliciosamente un juicio. Usted sabrá por qué", concluyó.

Tras esto, la candidata de Podemos se negó a contestar. "Si usted quiere caer en esto... pues ya está, perfecto. Está en su derecho", manifestó, para retomar su discurso inicial en el que acusaba al Gobierno de torpedear las investigaciones. "No solo toleran la corrupción sino que y se alimentan de ella y si reaccionan solo es parar posicionarse contra los denunciantes, contra los testigos y contra los jueces o los policías, pero nunca contra la corrupción", valoró Rosell.

Franquis ataca al PP

No fue el único encontronazo con Soria con motivo de la corrupción política. Sebastián Franquis, candidato de la alianza entre PSOE y Nueva Canarias, acusó al PP de ser un partido "podrido" y solicitó al presidente del PP regional "un pizco de humildad" para reconocer "el problema que existe en España".

El socialista recordó que los inspectores de los casos Góndola y Faycán, "desaparecieron de la escena al llegar el PP al Gobierno". Por esto, Franquis planteó que el Ejecutivo popular no ha luchado contra la corrupción: "lo que han querido es taparla". Además, el socialista citó el mensaje que en su momento envió Mariano Rajoy a Bárcenas en el que le aconsejaba un: "Luis, sé fuerte", para señalar que solo eso es "motivo para la dimisión en un presidente serio y democrático".

José Manuel Soria se mostró ofendido ante lo que entendió como un ataque desmedido a la honorabilidad de su partido y exigió la rectificación y una disculpas de Franquis. "Ni el PP es un partido podrido ni lo es el Partido Socialista por el hecho de ser el único que ha tenido condenas con sentencias firmes y a personas en la cárcel", rebatió. Pero el candidato socialista se mantuvo en su discurso. Franquis contestó que no tiene la intención de disculparse por el presidente del consejo de administración de Caja Madrid de 1996 a 2009, Miguel Blesa; por el tesorero del PP, Luis Barcenas; o por el expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps. "No voy a pedir disculpas a un partido que en lugar de investigar y combatir la corrupción se dedica a destruir las pruebas de los discos duros -en referencia a la financiación ilegal del PP en el caso Bárcenas- o que torpedea y quita responsables policiales de las investigaciones", añadió a sus argumentos antes de preguntar: "¿Para qué quieren aprobar tantas leyes si no aplican ninguna? La han tapado, ocultado y mirado para otro lado y hoy es el segundo problema que más preocupa al ciudadano y es responsabilidad exclusiva de su gobierno". Soria reiteró su primera defensa en la que recalcó que el PSOE carece de autoridad moral en sus acusaciones al tener en su historial a "personas en la cárcel con sentencias firmes".

El resto del debate en la Cadena Ser se movió lejos de estas tormentas. Soria defendió los datos que apuntan a la recuperación del empleo y la salida de la crisis. Franquis reconoció la creación de puestos de trabajo pero aseguró que éste es precario y de mala calidad como producto de la reforma laboral aprobada en 2012.

Saúl Ramírez, de Ciudadanos, ofreció su abanico de propuestas. Destacó la intención de su partido de eliminar el Consejo Superior del Poder Judicial al considerarlo manipulable. En su lugar propuso que sus funciones como órgano rector pase al presidente del Tribunal Supremo, ayudado por dos adjuntos elegidos por los jueces.

El representante de Coalición Canaria se desmarcó del debate de la corrupción para "dejar que se tiren los trastos a la cabeza". El turno de palabra de Pablo Rodríguez se centró en la financiación autonómica, la reforma de la Constitución y "donde se debe recoger la condición ultraperiférica de Canarias".