¿Hay que cerrar el Senado o funciona bien así?
El Senado no hay que cerrarlo ni puede seguir funcionando como hasta ahora. En su momento se organiza un modelo de Estado, que es el estado de las autonomías, pero esas autonomías no tienen este momento un marco donde debatir aquellas cosas comunes o que las diferencian. El Senado estaba llamado a ser ese órgano de representación territorial, pero realmente nunca se ha conformado como tal. Por eso yo creo que lo que hay que hacer es reformar el Senado, porque si hay temas de políticas que afectan a las comunidades debe haber un marco donde las comunidades puedan debatir con el Estado sobre las políticas que les afecten. Por tanto, yo sería partidaria de una reforma profunda del Senado.
¿En qué línea iría esa reforma?
Eso es algo que tendría que hacerse con todas las fuerzas políticas y con una reflexión importante. Pero sobre todo que determinadas cuestiones se debatan desde el punto de vista de las comunidades autónomas en el Senado.
Con la incursión de partidos como Podemos y Ciudadanos, todo apunta a que estas serán unas Cortes más plurales. ¿Cómo se podrá gobernar?
Efectivamente han irrumpido nuevas fuerzas políticas en el ámbito nacional que hace que pensemos que no va a haber mayorías absolutas, sino una legislatura que estará caracterizada por el diálogo y por los entendimientos. Cosa que a nosotros nos parece que es positiva, porque en este marco, si conseguimos la representación suficiente, podremos tener un papel fundamental puesto que nosotros, dado que estos partidos tienen mentalidad de ámbito estatal y conocen muy poco la realidad de Canarias, tendremos la posibilidad de explicar nuestra realidad y que esa realidad nuestra se contemple en todo: los presupuestos, las leyes... Estamos en un proceso donde se hablan cosas muy importantes para Canarias, como el sistema de financiación, en el que estamos hablando de qué dinero reparte el Estado una vez transferidas las competencias a las comunidades autónomas de sanidad, educación y los servicios esenciales. Y ahí se tienen que contemplar las especificidades de Canarias, para evitar lo que pasó en la legislatura que está acabando, en la que el Archipiélago fue castigado de principio a fin. Por ejemplo, tiene que compensarse ese sobrecoste que tienen los agricultores y ganaderos de las Islas a la hora de comercializar sus productos, y tiene que tenerse en cuenta que nuestra sanidad es más cara. La insularidad y la lejanía tienen que contemplarse.
¿Qué otros retos tiene por delante si logra ser senadora?
Por ejemplo, hay que actualizar el Régimen Económico y Fiscal (REF) si queremos que Canarias sea más competitiva, lo cual garantizaría las subvenciones al transporte, las subvenciones a las mercancías... Y luego cosas específicas para Fuerteventura, como recuperar el convenio de carreteras.
¿Si obtiene un puesto en el Senado lo compaginaría con el de concejala en el Ayuntamiento de La Oliva o incluso con el de alcaldesa si se diera el caso?
Nosotros tenemos una situación en el Ayuntamiento cuyo futuro desconocemos, pero, en cualquier caso, si llegara ese momento, se plantearía en la organización cuál es el papel que debo jugar.
