A su modo de ver, ¿qué hay que hacer con el Senado?
El Senado es una institución que nosotros planteamos que puede tener un papel importante, sobre todo para las tareas que se plantean ahora como es la reforma constitucional y un nuevo proceso constituyente. En ese debate sobre cómo articular las instituciones del Estado se verá qué tipo de institución conviene, que, desde luego, no sería este Senado, sino que sería un Senado más reducido, con menos coste y que no tenga esos privilegios injustos y desorbitados que hoy tiene, que es más una cofradía de estómagos agradecidos que un instrumento donde representar y defender los intereses sociales. Es también una institución en la que se pueden amplificar mucho los acuerdos internacionales, que para Canarias tienen un papel importante.
¿Será difícil formar gobierno ante esta pluralidad?
Esta pluralidad significa que ha habido un trasvase muy importante de gente que hasta ahora creía que el mundo se dividía en rojo y azul, pero que ahora ha decidido participar y poner su esperanza en otras organizaciones. Esto luego se traduce en una realidad un poco más compleja pero que también va a fomentar el espíritu democrático de consenso y de diálogo, y al mismo tiempo una mayor variedad para poder establecer políticas más firmes. Y no como hasta ahora, que en muchos temas gordos ha habido un conchabeo entre el PP y el PSOE como ocurrió con la modificación del artículo 235 de la Constitución.
Y con tantas voces, ¿cómo cree que quedará Canarias?
En principio estaría más representada que hasta ahora, de manera más plural. Esto es importante porque no es que solamente vayamos canarios a Madrid representando a estos partidos, sino que en el caso de Podemos vamos a coincidir con muchísima gente que han apostado por este cambio. Personas con las que tenemos más afinidad, incluso, que con mucha gente que, por muy canaria que sea, ha hecho política en contra de las Islas. Y el ejemplo más claro es el de Soria.
¿Continuará en el Senado su defensa del medio ambiente?
Por supuesto. Ese es un tema con el que yo he estado comprometido toda la vida y que cada vez me parece más urgente. Y más en una realidad como la de las Islas; lo que fue la propia bronca contra el petróleo manifiesta la alta sensibilidad que tiene este pueblo con los temas ambientales.
¿Y qué otras propuestas tiene si logra ser senador?
Regenerar la vida política. Que una institución como el Senado, que la imagen que ha dado es todo lo contrario, pueda ser algo próximo a la ciudadanía.
¿Y de qué manera luchará por Gran Canaria?
En el Senado hay que poner en primer plano Canarias en su conjunto. Pero, desde luego, los que salgamos por Gran Canaria tendremos que defender la Isla, que es la que probablemente peor lo está pasando. Es una isla desarticulada, con los peores índices de pobreza, de paro, de marginación, de destrucción del litoral... Hay que revertir esos indicadores; la Isla tiene muchísima energía como para reorientar su futuro en esa dirección.
