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Los candidatos se bajan del ring

Los aspirantes pugnan en una carrera de fondo por captar el voto indeciso

Los candidatos se bajan del ring

Alea iacta est (la suerte está echada). Todo el pescado está vendido. La campaña electoral más reñida desde la restauración de la democracia llega a su fin. Se acabó la propaganda, hoy toca jornada de reflexión. Atrás quedan quince días plagados de promesas que todos garantizan cumplir si tocan poder. Dos semanas meteóricas en los que los aspirantes a representar a Canarias en las Cortes han recorrido miles de kilómetros para captar los votos indecisos y han apurado hasta el último segundo en su tour de actos políticos. Besos, abrazos, selfies, visitas a los mercados, paseos, reuniones, mítines, reparto de rosas rojas, octavillas, globos morados y hasta un Papá Noel vestido en color naranja se han colado en la vida de los electores, junto con debates entre rivales que sacaron la artillería para derrotar al contrario. A medida que la campaña avanzaba, el ambiente se caldeó y los candidatos entraron en el fango, dispararon balas dialécticas, cruzaron reproches y denuncias, buscaron culpables de los males de las Islas y propusieron sus soluciones.

Los candidatos han sobrevivido a quince jornadas agotadoras y una precampaña no menos dura. Casi afónicos y con ojeras llegan a la meta, aunque el ganador se conocerá mañana por la noche.

En juego, el futuro del Archipiélago. El anclaje del Régimen Económico y Fiscal de Canarias en la Constitución, la reforma del Senado, los recortes en los servicios públicos esenciales, la corrupción, las medidas para combatir el desempleo y la regeneración democrática son algunos de los temas sobre los que ha pivotado la campaña.

Pugna

El campo de batalla estuvo protagonizado por el duelo entre el ministro de Industria, Energía y Turismo y candidato del PP al Congreso por Las Palmas, José Manuel Soria, y la magistrada en excedencia y cabeza de lista de Podemos, Victoria Rosell, por las alusiones a casos judiciales. La tensión entre ambos enemigos se visualizó desde el primer debate entre los cinco candidatos a la Cámara Baja por la provincia oriental en la sede de SER Las Palmas, donde antes de empezar a discutir Soria y Rosell estrecharon sus manos de manera forzada y sin ni siquiera mirarse a los ojos. Un saludo frío en medio de una campaña que transcurrió sin demasiados sobresaltos y en la que líderes nacionales se desplazaron al Archipiélago para mostrarse cercanos y movilizar al electorado con sus arengas. El candidato de Ciudadanos a La Moncloa (C's), Albert Rivera, viajó a Tenerife el 1 de diciembre y, al día siguiente, el líder socialista Pedro Sánchez voló a Gran Canaria. El 10 de diciembre se contraprogramaron el presidente del Gobierno y candidato a la reelección por el PP, Mariano Rajoy, y el dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, en sendos mítines en las dos islas capitalinas.

Tras visitar Tenerife, Rajoy tardó quince minutos en recorrer apenas 50 metros en la calle comercial de Triana, en Las Palmas de Gran Canaria, donde se topó con una pancarta de "Rajoy o ninguno, que Dios bendiga tu campaña" y recibió ánimos de multitud de simpatizantes que querían hacerse una foto con él. Pero también tuvo que escuchar cariacontecido cómo una joven le gritaba "menos fotos y más trabajo" y una señora no dudó en plantarse justo delante y decirle a la cara: "Yo no voy a votarte". Minutos después Rajoy concitó el aplauso de los suyos en un evento en Infecar, ante unas 1.200 personas que arroparon también a su candidato y presidente de la formación en las Islas, José Manuel Soria, la diana de todos los dardos lanzados por PSOE-NC, Podemos, Ciudadanos y Coalición Canaria.

Soria ha compatibilizado su candidatura con su intensa agenda como ministro. Ha viajado a todas las islas y ha centrado su estrategia en llevar el mensaje del PP a la calle y a reuniones con todo tipo de organizaciones. En su anecdotario guarda de forma especial su visita a Telde, donde tiene sus orígenes familiares y tuvo la oportunidad de charlar con amigos de la infancia que le paraban por la calle.

Anoche festejó junto con militantes y numerosos dirigentes del partido el cierre de campaña en su oficina electoral.

Lo mismo hizo el cabeza de lista de la alianza entre PSOE y Nueva Canarias al Congreso por Las Palmas, Sebastián Franquis, acompañado por el segundo, Pedro Quevedo, y el resto de la plancha. Franquis no ha parado, sorteó una gripe y estuvo como las cajas de turrones de un lado para otro en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Fue el único candidato que pisó La Graciosa y ya desde precampaña calentó motores con el apoyo del postulante socialista a La Moncloa, Pedro Sánchez, en un acto en el pabellón Gran Canaria Arena.

Durante sus intervenciones mediáticas, Franquis humanizó su discurso al referirse a su madre como ejemplo de pensionista que ha visto subir su pensión sólo 1,60 euros al año, pese a que la factura de la luz ha aumentado cuatro euros. Imposible no acordarse de la niña imaginaria que Rajoy ideó en el debate en 2008 que le enfrentó a José Luis Rodríguez Zapatero. Una niña tan invisible como la socialista Saraiba Leal, la candidata más joven al Senado y tercera en la papeleta del PSOE-NC para la Cámara Alta, que se siente ninguneada por su propio partido. La concejala teldense no aparece en la cartelería ni fue invitada a los mítines. Fuentes de su entorno han criticado el hecho de que en las papeletas enviadas a domicilio ya aparecen marcados los nombres de sus dos compañeros de candidatura, Juan Díaz y José Miguel Rodríguez, flaco favor a la paridad de la que presume la formación socialista.

También natural de Telde, el elegido por CC para acceder al Congreso por Las Palmas, Pablo Rodríguez, intensificó sus actos en Gran Canaria, sin dejar de acudir a las islas orientales mochila al hombro, emulando al presidente canario, Fernando Clavijo, aunque Rodríguez se defiende y medio en broma insiste en que él fue el primero en portar el macuto. Hace 40 días el diputado regional dio un paso al frente con otros compañeros al presentar la nueva generación de CC autodenominada baby boom.

Estos días ha optado sobre todo por espacios abiertos y urbanos para llegar a los isleños. Casi pierde las cuerdas vocales en sus encuentros y eso que no ha cesado de reivindicar a CC como "la única voz" de Canarias en Madrid. Cerró su campaña un día antes por motivos de agenda, a pesar de que ayer continuó con diferentes actos. Tiene claro que esto es una carrera de fondo y él tiene prohibido rendirse, como reza su pulsera.

Ayer la Junta Electoral dio la razón a CC y notificó el cese de la campaña en radios y en plataformas digitales de cargos públicos de PSOE-NC al estimar que usaban sus puestos para pedir el voto.

Sin duda la que más kilómetros ha recorrido ha sido Victoria Rosell. La candidata de Podemos ha vivido prácticamente en un avión. Ha viajado no sólo por las Islas sino por la Península. Cádiz, Málaga, Cantabria, Zaragoza y Madrid han sido algunos de sus destinos en su condición de ministrable para la cartera de Justicia. Anoche cerró la campaña en Valencia, junto con Pablo Iglesias, mientras en Gran Canaria había un pasacalles por el Paseo de Las Canteras que culminó con un mitin en la plaza del Pilar, justo donde Iglesias congregó hace diez días a casi 4.000 seguidores.

Aquella misma noche el concejal de Cohesión Social de la capital, Jacinto Ortega, de Podemos, sufrió una paliza cuando volvía a su casa. Al margen de este hecho extraordinario, Rosell vio ensombrecida su campaña por una investigación disciplinaria abierta por la Fiscalía.

El color naranja de Ciudadanos no pasó desapercibido durante estas dos semanas. El candidato al Congreso por Las Palmas, Saúl Ramírez, se hizo cada vez más conocido. Perdió más de cuatro kilos en quince días por el estrés de querer estar en todos los rincones para escuchar las demandas de la sociedad civil. Anoche, el partido aparcó la fiesta y optó sólo por repartir las credenciales a sus apoderados.

Ya todos los candidatos a las Cortes se han bajado del ring. Mañana los ciudadanos tendrán en sus manos el último asalto.

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