Podía haber sido aún peor. La estratégica coalición acordada entre los socialistas y Nueva Canarias les ha permitido, pese al castigo recibido en las urnas, salvar dos diputados al Congreso por la provincia de Las Palmas, aunque la suma de los votos de ambos no ha sido suficiente para mantener el tercer escaño que sumaban entre socialistas y nacionalistas en la provincia de Las Palmas.

La energía con la que ha entrado Podemos en Las Palmas, y sobre todo en la capital grancanaria, le ha pasado factura a los partidos coaligados. La fuerza morada ha crecido a costa del PSOE y de Nueva Canarias y le ha arrebatado el segundo puesto a los socialistas, que se convierten en el tercer partido, y eso gracias a la suma de los votos con los nacionalistas. Sin la alianza con Nueva Canarias, el descalabro habría sido aún mayor. Y se puede aplicar el mismo análisis a Nueva Canarias, cuyo diputado electo Pedro Quevedo, se habría quedado en la cuneta si hubiera concurrido en solitario. De hecho, la coalición a quien más ha beneficiado es a Quevedo, cuyo partido ha perdido terreno en municipos que tradicionalmente han sido feudos de Nueva Canarias, como Santa Lucía de Tirajana o Agüimes.

Así las cosas, la alianza entre el PSOE y Nueva Canarias ha conseguido dos diputados, el socialista Sebastián Franquis y el nacionalista Pedro Quevedo. La debacle de los socialistas es especialmente acusada, con una pérdida de 11.000 votos, en la capital grancanaria, en la que Podemos arrasa y se convierte en primera fuerza, por encima incluso de los populares, que han sufrido también una importante derrota. A las 21.35 horas de la noche y con el 53,15% escrutado, el cabeza de lista, Sebastián Franquis hacía saber a los periodistas a través de sus responsables de prensa que no haría declaraciones hasta que el escrutinio estuviera más avanzado, se supone que con la esperanza de que los resultados mejorasen algo, pero la noche avanzaba y, a medida que el escrutinio se iba cerrando, se volvía más evidente el fuerte batacazo del PSOE y también de NC.

Votos perdidos

Ni siquiera sumando los votos de las dos fuerzas políticas ha sido posible igualar los 176.815 votos que obtuvieron ambos partidos en las generales de 2011. Los sufragios que logró la coalición no fueron capaces de alcanzar los 123.486 votos que consiguió el PSOE en solitario y que le permitió convertirse en segunda fuerza en las anteriores elecciones al Congreso. Guacimara Medina, la tercera en la lista, no consiguió sufragios suficientes para obtener su escaño. Los socialistas han obtenido sus peores resultados en la última década.

Al filo de las diez de la noche, había unas veinte personas en el local de la calle Bravo Murillo, elegido para seguir el escrutinio de los resultados, y la mayoría eran periodistas, que esperaban con paciencia que el cabeza de lista y el nacionalista Pedro Quevedo, realizaran algunas declaraciones. Franquis llegó acompañado de la concejala de Parques y Jardines, Inmaculada Medina, y el jefe de campaña, Alfonso Campoamor. Poco después llegó el alcalde socialista de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo. También estuvieron presente en la sede electoral el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, y el número dos de la lista, el nacionalista Pedro Quevedo. Unos tímidos aplausos se oyeron en la sala cuando el líder socialista nacional, Pedro Sánchez, intervino a través de la televisión.

Los dos partidos han salido de estas elecciones con 61.000 votos menos que en 2011, lo que da idea de la gran derrota sufrida por socialistas y nacionalistas. Con el 99,89% escrutado, ambos partidos habían perdido un total de 61.384 votos. En total, la coalición obtuvo 115.431 votos, lo que supone un 22,40% del total de sufragios emitidos. En las Generales de 2011, el PSOE obtuvo en solitario 123.486 votos y un 26,16%. Y Nueva Canarias, 53.329 papeletas y un 11,30%.

La mayoría de los votos se han quedado por el camino en Gran Canaria y, sobre todo, en su capital, pero ambas formaciones también ha perdido apoyos en Lanzarote, donde obtuvieron 9.102 votos menos. En Fuerteventura se han perdido más de 6.400 votos.

El primero que salió a valorar los resultados fue un comedido Sebastián Franquis quien, primero que nada, agradeció el apoyo recibido en "un momento político difícil". El diputado electo del PSOE reconoció que el resultado no ha sido el esperado, aunque resaltó que "la izquierda ha sido la ganadora en Canarias y de forma rotunda. Ahora", añadió, "se abre una nueva etapa política y Canarias contribuye a esa nueva etapa con parlamentarios progresistas que tendrán que saber escuchar lo que dicen los ciudadanos".

En la línea de lo manifestado por el líder nacional socialista Pedro Sánchez, el parlamentario canario manifestó que los ciudadanos han dicho que hay que "dialogar, respetar lo que digan los demás y acordar y pactar. Esta es la nueva etapa política que los españoles nos han dicho claramente con los resultados de hoy. Y los socialistas junto con los de NC lo hemos escuchado perfectamente. En nosotros van a encontrar una organización seria y consciente de las circunstancias de estos momentos y no va a defraudar. Somos conscientes de la responsabilidad que tiene el partido en esta nueva etapa".

Más eufórico que Franquis se mostró el nacionalista Pedro Quevedo, quien dijo que ambos partidos sabían que se estaban enfrentando a "unas elecciones complicadas. Lo hemos dicho a lo largo de toda la campaña. Por el tiempo en el que se celebraban y por la posibilidad de que las nuevas fuerzas emergentes irrumpieran en la política española. Tampoco es que fuese una sorpresa tremenda, aunque otra cosa es la distribución que se ha producido".

"Lo que está claro", a juicio de Quevedo, es que "ha triunfado la idea de un cambio político. Es evidente que quien tenía 186 diputados con una mayoría absoluta brutal ha pasado a 123". El nacionalista resaltó el "castigo muy importante" que ha recibido el Partido Popular, "la fuerza política que ha gobernado la crisis de los últimos cuatro años". Se refirió al pinchazo de Ciudadanos, el "partido que estaba situado más a la derecha" y que "se ha desinflado. Sin embargo, el más progresista ha tenido un repunte electoral. Por lo tanto, esto significa un castigo a la política de la derecha. Creemos que el partido socialista ha resistido como la segunda fuerza política", a nivel nacional, "y en un entorno político como este no es fácil".

En lo que se refiere a Canarias, reconoció que habría querido que la alianza lograse cinco diputados, "pero tenemos cuatro. Cuando crecen unas fuerzas, otras tienen que restar, y en este caso nosotros hemos perdido uno de los que esperábamos alcanzar. El partido popular tenía nueve y ahora tiene cinco".

El presidente de NC, Román Rodríguez, también tomó la palabra para reiterar que "la derecha ha perdido" y recalcó que los cuatro escaños con los que cuentan PSOE y NC estarán al servicio de un gobierno de progreso. "Hay razones para pensar que ese nuevo escenario que se conforma en el Parlamento español pueda permitir las políticas distintas que la gente ha reclamado", apostilló antes de felicitar a Podemos y Ciudadanos por su irrupción en el Congreso de los Diputados.