Cayó el bipartidismo y detrás la Bolsa. La incertidumbre política que se ha generado en España tras las elecciones del domingo y las dificultades que se prevén para formar un gobierno estable provocaron que el principal indicador de la Bolsa, el Ibex 35, cayera ayer el 3,62%. Es el mayor descenso registrado desde el pasado 24 de agosto, cuando la economía mundial sufrió la sacudida de las devaluaciones de la moneda de China. Además, la caída bursátil de ayer en España fue acompañada de una subida de la prima de riesgo hasta los 123 puntos básicos.

Como consecuencia de la inquietud que han generado los resultados de las elecciones entre los inversores, la Bolsa española cerró en 9.365,80 puntos, un nivel en el que no se situaba desde final de septiembre y al que bajó tras dejarse ayer el 3,62%. El efecto de los comicios, con su resaca de incertidumbre, es claro si se tiene en cuenta que las pérdidas que ha registrado el mercado nacional han sido muy superiores a las de los principales parqués europeos, que durante gran parte de la sesión habían cotizado en positivo. Así, al cierre del mercado, París cedió el 1,3 %, Milán el 0,76 %, Londres el 0,29 % y Fráncfort el 1,04 %.

Además del mercado de renta variable, el de deuda también se vio afectado por las elecciones, ya que la prima de riesgo de España subió nueve puntos básicos, hasta los 124, con el rentabilidad del bono nacional a diez años en el 1,777%, frente al 1,740 % previo. Esto refleja la mayor desconfianza de los inversores hacia la deuda soberana española frente a la alemana, referencia de solvencia en la zona del euro, lo que puede encarecer la financiación del Tesoro Público y de los bancos. De hecho, el sector bancario fue uno de los más perjudicados en la Bolsa, y sobre todo, la banca mediana, que es la que más está ligada a la economía del país. Caixabank perdido el 7,44%, Popular el 6,9%, Bankia el 5%, Santander el 4,84%, BBVA el 4,7%, Sabadell el 4,67% y Bankinter el 3,67%.

La agencia de calificación crediticia Fitch advirtió ayer de que el resultado "no concluyente" de las elecciones incrementa el riesgo de una "incertidumbre política prolongada" que pondría en peligro la política fiscal y las reformas estructurales. Por su parte la agencia Moody's señaló que incertidumbre política podría frenar la mejora del rating de España.

Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG señaló que, a su juicio, la situación actual es el "segundo peor escenario para los inversores", precedida por la posibilidad de un Gobierno en el que influyera Podemos. "El efecto del riesgo político va a aumentar y no parece que sea de forma efímera", advirtió el analista.

El gestor del Iberia Fund de Fidelity, Fabio Riccelli, indicó que el resultado de las elecciones "apunta a una incertidumbre a corto plazo", dado que es "complicado" que una coalición logre los votos suficientes para una mayoría parlamentaria. Desde su punto de vista, la coalición PP-Ciudadanos es la más "amigable" con los mercados, pero es una opción que se queda corta, dado que se necesitan 176 escaños para alcanzar la mayoría absoluta y la suma de estos dos partidos daría como resultado 163. Riccelli no ve una clara coalición por lo que "existe una posibilidad significativa de que se deban realizar elecciones de nuevo en los próximos meses y esto son claramente malas noticias para la renta variable española a corto plazo, pues la incertidumbre elevará el riesgo de las acciones y los inversores podrían decidir permanecer al margen hasta que se logre un gobierno estable", apuntó.

Por su parte, los expertos de Renta 4 afirman que el resultado de los comicios, "aún más fragmentado de lo esperado", complicará la gobernabilidad del país y dificultará continuar con las reformas necesarias para apuntalar un crecimiento sostenido. "Se abre un periodo de diálogo para alcanzar pactos que permitan formar gobierno. Un trabajo complicado, puesto que será preciso que se llegue a acuerdos de al menos cuatro partes (derivando en un gobierno débil) a menos que se produzca una gran coalición", subrayan en Renta 4, donde recuerdan que esto podría traducirse en caídas en la Bolsa y repuntes en la prima de riesgo.

Mientras, el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) resalta que la principal fuente de riesgo a la baja es "el potencial impacto en la confianza de la evolución de los acontecimientos políticos", teniendo en cuenta que la economía española es aún "muy dependiente" de la financiación externa.