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Financiación El nuevo escenario político

¿Cuentas de altura o de trámite?

La incertidumbre postelectoral congela las expectativas de mejora financiera - Más que un "tiempo nuevo", el presupuesto de 2016 ofrece similares soluciones a problemas de siempre

La consejera de Hacienda del Gobierno canario, Rosa Dávila, en el Parlamento regional. LP / DLP

Las leyes de presupuestos no son sólo números. No son un mero ejercicio contable, sino un potente instrumento de la política de un Gobierno. Y, por ello, las decisiones que se toman a través de él afectan directamente a la vida económica y social de una región o un país. La afirmación no es una obviedad, sobre todo si se tiene en cuenta que los largos años de crisis han potenciado su función contable en detrimento de la segunda. En el marco de control del déficit público y el recorte de recursos, el Gobierno de Canarias, como el resto de administraciones autonómicas y locales, se ha limitado en los últimos años a gestionar la escasez con más o menos resignación. Pero el problema no es solo de recursos; también la gestión de esos recursos incide a favor o en contra de los principales indicadores económicos de una región. ¿Es la adecuada la gestión presupuestaria que realiza Canarias?

"Las cuentas para el 2016 marcan el inicio de una nueva etapa en Canarias", sostuvo la consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila, durante la presentación de los presupuestos generales de esta comunidad autónoma. Para el próximo ejercicio, se elaboraron con dos objetivos: aumentar el gasto en políticas sociales e impulsar el incipiente despegue económico de Canarias.

Pero la propia consejera reconocía que el escenario de control del gasto público impone "una dura limitación", de forma que tanto en inversión pública como en gasto social, Canarias sigue teniendo un déficit demasiado elevado para las condiciones económicas que padece, con unos indicadores que la sitúan a la cola en índices de paro, inversión, pensiones o pobreza, por citar sólo los más significativos.

"Canarias no es una comunidad normal, con una tasa de paro normal -8, 10 o 12% y no del 28 o 30%- y con una inversión al nivel de la media nacional en educación, en políticas sociales y en sanidad", replicó a Dávila el portavoz parlamentario del PP en el debate presupuestario.

Una comunidad anormal

Jorge Rodríguez ilustró solo con estos dos ejemplos su afirmación, pero no dijo que "la anormalidad" de Canarias en relación al resto de regiones españolas es consecuencia no solo de la supuesta mala gestión de los recursos que, en su opinión, realiza Canarias. Sino, sobre todo, de la cicatería presupuestaria del Gobierno estatal con el Archipiélago. Tampoco que este anormal tratamiento de las Islas se ha traducido en la pérdida de 800 millones de euros anuales en educación y sanidad, por un sistema de financiación autonómico cuya reforma se pospuso hasta después de las elecciones. Además, el incumplimiento del Convenio de Carreteras durante los últimos años suma ya, igualmente, un déficit que supera los 500 millones de euros y cuya renovación se pospuso igualmente para el próximo mes de enero.

El único indicador que lidera Canarias es en cumplimiento del déficit, que el portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, calificó como "campeones de la austeridad". Pero ni haciendo bien los deberes de los objetivos del déficit, ni la "lealtad" de Canarias con el Estado en la etapa de Fernando Clavijo, con una creciente sintonía con el Gobierno de Mariano Rajoy, se han traducido en una mejora sustancial de la financiación de Canarias en los Presupuestos Generales del Estado para 2016, las cuentas exprés aprobadas antes de las elecciones generales. El resultado fue que la inversión a Canarias aumentó en solo 3,9 millones de euros, de los 500 millones de más solicitados, como mínimo, por CC y aumentados aún más por sus socios socialistas. Canarias siguió, en definitiva, recibiendo un trato "anormal", es decir una inversión estatal por debajo de la media.

Para compensar estos desplantes presupuestarios, el Gobierno central ofreció un acuerdo, el ITE, y diversos compromisos para la siguiente legislatura: la negociación del REF, la equiparación de Canarias al resto de España a través de la revisión del sistema de financiación y la negociación del nuevo Convenio de Carreteras, todos ellos a negociar a partir de enero, con el nuevo Gobierno. Los resultados de las elecciones y la incertidumbre que ha provocado la elevada fragmentación parlamentaria convierten sin embargo todos esos compromisos en meras promesas electorales. Así, la reforma del sistema de financiación, que según las previsiones del PP se iba a aprobar este 2016 y a aplicar con carácter retroactivo, no se aprobará previsiblemente hasta el segundo semestre y se aplicará a partir de 2017. Canarias no verá, por tanto, mejorada su financiación por esta vía hasta entonces.

¿Un error de cálculo?

Por lo que respecta al Convenio de Carreteras y al "blindaje" del REF, CC optó por alcanzar acuerdos preelectorales sólo con el Partido Popular, quizá por un error de cálculo: la convicción de que el PP ganaría las elecciones y, con más probabilidad que otras opciones, volvería a gobernar. Una apuesta que ha quedado congelada, al menos en los plazos previstos, ante las dificultades que está teniendo Mariano Rajoy para ser investido de nuevo como presidente del Gobierno de España. Para compensar la incertidumbre del nuevo escenario político, la coyuntura económica externa parece ser el único aliado para la reactivación económica de España y Canarias en estos momentos: la caída del precio del petróleo, del precio del dinero tras la inyección del Banco Central Europeo y el fortalecimiento del euro frente al dólar.

En cualquier caso, el futuro gobierno tendrá que llevar a cabo una modificación de las cuentas estatales a petición de la Comisión Europea que, ante el riesgo de que España incumpla sus objetivos de reducción de déficit comprometidos, ha solicitado que se modifique "lo antes posible" los PGE de 2016. ¿Podría Canarias ver mejorada entonces su financiación?

La actual sólo ha permitido mejorar algunas partidas del gasto social: Prestación Canaria de Inserción, dependencia y comedores escolares. Aunque ni siquiera las cantidades ingresadas por la compensación del ITE -el único logro real- se han destinado a "esta prioridad" pese a la presión de los socialistas sobre su socio de Gobierno. Así, el Gobierno ha optado por encargar a la Universidad de La Laguna un Plan de Pobreza que estará listo a finales de enero.

Por lo que respecta a las políticas de reactivación de la economía, la escasa inversión en carreteras ha sido nuevo foco de conflicto, tras la decisión del Cabildo de Tenerife de negociar por libre su anillo insular. Y también en puertos se ha repetido la pelea interinsular por unos recursos escasos. El resto de inversión pública como la rehabilitación de viviendas, tampoco se produce al ritmo de las necesidades reales de "una región que languidece", según se calificó el debate de presupuestos.

Por lo que respecta al impulso a la inversión privada, las exportaciones aumentan en Canarias, pero menos que en el resto del Estado. Y el sector turístico, el único que muestra signos de fortalece en las Islas, invierte menos de lo que quisiera por unas normas restrictivas que el Gobierno no termina de modificar. "Seguiremos actuando con responsabilidad hasta que en el año 2018 consigamos el equilibrio presupuestario. Será entonces, ya lejos del control del Ministerio de Hacienda, cuando podamos presentar los presupuestos que realmente queremos para Canarias", confesó Rosa Dávila en el debate parlamentario de las cuentas.

La altura de Canarias

En la Cámara, el diputado del PP Jorge Rodríguez se refirió en varias ocasiones a prestigiosas personalidades históricas de Canarias al analizar si el modelo económico pintado en ellas está a la altura de los tiempos que corren. Dijo, literalmente: "En esta comunidad nuestra nacieron personajes que después fueron muy ilustres, como don Gregorio Chil y Naranjo, Benito Pérez Galdós, Agustín Millares, Oscar Domínguez, Pedro García Cabrera, Blas Cabrera, Tomás Morales, Néstor Martín-Fernández de la Torre, Alonso Quesada, Domingo Pérez Minik, Alfredo Kraus, César Manrique, Martín Chirino. La pregunta es ¿estamos, señorías, a la altura de los grandes hombres y mujeres de esta tierra? ¿Están ustedes, señores del Gobierno, a la altura de nuestro tiempo?".

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