La pugna por el liderazgo del PSOE se ha reabierto tras las elecciones generales del 20D y los socialistas canarios reproducen en su seno la diatriba federal. Un tenso Comité Federal celebrado ayer explicitó la batalla entre el secretario general, Pedro Sánchez, y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, para controlar el partido. Aunque Sánchez logró ganar tiempo con una casi inocua autorización para intentar su investidura como presidente del Gobierno si el candidato del PP, Mariano Rajoy, fracasa previamente, muchos barones y una buena parte de los intervinientes rechazaron las pretensiones del secretario general de aplazar el Congreso federal, previsto inicialmente para febrero o principios de marzo.
Tras este debate sobre las fechas de la celebración del cónclave subyace el de la continuidad o no de Sánchez tras los peores resultados de la historia del PSOE, y si conviene ya un cambio de liderazgo para afrontar incluso con un nuevo candidato unas más que probables nuevas elecciones en mayo, según la impresión generalizada. Nadie duda que sería la líder andaluza, Susana Díaz, la que afrontaría este proceso en cualquier de sus escenarios posibles. Un nuevo Comité Federal a finales de enero decidirá el calendario.
Sobre este marco, los socialistas canarios parecen claramente posicionados en dos opciones distintas, aunque con distintos matices en cada una de ellas. De entrada, sus representantes en el Comité Federal apoyaron la propuesta de la Ejecutiva, pactada con los dirigentes territoriales el domingo, para abrir la negociación con Podemos para tratar de conformar una mayoría parlamentaria de izquierdas siempre que la formación de Pablo Iglesias renuncie previa y públicamente a su propuesta de celebrar un referéndum para Cataluña. Además, la dirección regional del partido, representada ayer en la cumbre socialista por el secretario general, José Miguel Pérez, y por el secretario de Organización, Julio Cruz, apostó por un congreso "cuando toca", que según su cálculo de calendario posible sería a mediados de marzo.
Actualizar propuestas
Cruz, que fue quien ayer tomó la palabra, además de una lectura muy crítica de los resultados electorales en España y en Canarias, de la necesidad de admitir errores, afirmó luego que "el PSOE siempre ha salido reforzado de sus congresos" y que en esta ocasión "el partido debe abrir un periodo de reflexión interna sobre cómo volver a conectar con nuestros votantes y con la mayoría de la sociedad española", que para ello se deben "realizar nuevas propuestas de futuro". Eso, dijo, sólo se puede llevar a cabo en un Congreso "en la fecha que decida el Comité Federal", el órgano competente en la materia.
"Han cambiado muchas cosas desde hace cuatro años y hay que actualizar las propuestas", señaló Cruz sin precisar si ese cambio también debe afectar al liderazgo en el partido y en su caso en la candidatura a la presidencia del Gobierno. "Habrá que analizarlo. Pero por ahora Pedro Sánchez es el secretario general y es el candidato", señaló.
Según distintas fuentes de la dirección federal, el propio José Miguel Pérez ha defendido en las reuniones previas de los barones socialistas la celebración del cónclave en febrero o marzo, alineándose claramente con el sector de Díaz y otros líderes regionales como el de Asturias, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha.
Más allá del debate sobre la fecha del congreso, el equipo de Sánchez teme que sus apoyos en Canarias, visibilizados en dirigentes como Sebastián Franquis, y los miembros del colectivo Bases 2020, con Gustavo Matos al frente, pueden estar ahora en minoría. Entienden que tanto la dirección regional, como el sector afín a la vicepresidenta del Gobierno canario, Patricia Hernández, apoyan a la celebración del Congreso en febrero o marzo y que en él debe producirse el cambio de liderazgo a favor de Susana Díaz.
"La sociedad española no entenderá que con el país abierto en canal y pendiente de la gobernabilidad, el PSOE abra un debate interno sobre su liderazgo", señalan los afines a Sánchez.
La idea en el sector cercano a la líder andaluza es que Sánchez no logrará una mayoría para su investidura "porque los números no dan" y que el escenario político está abocado a unas nuevas elecciones.
Esa era la impresión generalizada ayer entre la gran mayoría de los miembros del Comité Federal. A ese nuevo proceso electoral, según este sector del PSOE, debe acudirse con un nuevo secretario general y un nuevo candidato tras los correspondientes procesos de primarias previos en los estatutos del partido. Y ambas tareas deberán recaer en Susana Díaz. Las federaciones afines a esta posición no dudan de que además del apoyo de la actual Ejecutiva regional, Díaz tiene el apoyo de Patricia Hernández pese a las posiciones encontradas entre la vicepresidenta canaria y el equipo de Pérez.
Un sector minoritario en el PSC, entre los que se encuentra el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, no se muestra tan alineado con unas u otras posiciones y opta por dar tiempo a que se aclare el horizonte de gobierno, teniendo en cuenta que d"no hay una mayoría de izquierdas" que pueda sostener un gobierno presidido por Sánchez. "Congreso debe haberlo y elecciones antes que tarde, pero nos tiene que coger a nosotros manejando los tiempos y con la cabeza alta, y no atragantarnos y cometer errores. No es una prioridad urgente convocar un congreso teniendo en cuenta la indefinición del paisaje político y de gobierno, pero eso no significa que se pueda aplazar indefinidamente", señala el eurodiputado, quien resalta que "un Congreso no es para quitar o poner caras o personas, es una oportunidad de definición estratégica e ideológica".
Ejecutiva regional
En este contexto, la Ejecutiva de los socialistas canarios se reúne hoy para analizar en profundidad los resultados del 20D y en un clima de malestar interno por las condiciones en que se produjo el acuerdo electoral con Nueva Canarias. Esa alianza, con resultados decepcionantes, es precisamente uno de los reproches que muchos militantes del partido hacen a la dirección federal ya que fue el propio Pedro Sánchez quien la avaló personalmente.
Además, los socialistas analizarán los incumplimiento de CC en varios de las instituciones teóricamente afectadas por los pactos con la formación nacionalista, así como los roces y desencuentros que se están produciendo entre ambas formaciones en el seno del Gobierno de Canarias, el último de ellos en relación con el reparto del ITE, que el PSOE quiere destinar a programas sociales, mientras los representantes de CC apuestan por primar la inversión en infraestructuras.
