Tenerife ha vuelto a tener suerte con la Lotería. No fue mucho, apenas 400.000 euros, pero el primer premio del Sorteo Extraordinario del Niño celebrado ayer se dejó caer por la Isla. Dos décimos, ambos vendidos a través del videoterminal, llevaron una alegría inmensa a una administración del municipio de La Esperanza y otra de La Orotava.

Los bombos quisieron que el 22.654 fuera el agraciado, pero el número, muy repartido por toda la geografía española, viajó a Tenerife a través de la informática. Los propietarios de los dos establecimientos afortunados aseguraron que fue "la maquinita" la que llevó un buen regalo de Reyes hasta Tenerife.

Además, se da la circunstancia de que las dos administraciones se estrenaron ayer en el Sorteo Extraordinario del 6 de enero y lo hicieron por todo lo alto. En el caso de La Esperanza, en el municipio de El Rosario, la propietaria de la administración Mary Díaz, explica que suele repartir suerte pues en su haber cuenta con varios premios importantes de la lotería, salvo los dos extraordinarios de estas fechas. "Ahora solo me queda dar el Gordo", admitía ayer con una copa de sidra en la mano celebrando con sus familiares el reparto de dinero. Pasaba en familia el Día de Reyes cuando recibió una llamada del delegado provincial de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Luis de Montis, quien le comunicó la buena noticia.

Al saberlo, comentaba ayer Díaz, "sientes una alegría inmensa, porque aunque lo quieres es dar suerte pero en el fondo nunca esperas que toque" y admitía que "el sueño siempre es dar uno grande". Aunque se le haya resistido el Niño, lo cierto es que este establecimiento es experto en repartir dinero a través de sorteos, tal y como acreditan numerosos diplomas colgados en sus paredes. Solo el pasado 2014, la administradora distribuyó un total de 295.181 euros. Este año empieza ya con 200.000 gracias al 22.654.

Además, la propietaria señalaba que "es una alegría que la suerte venga a administraciones pequeñas", a pesar de que el premio no estaba entre los varios décimos que ella y su familia habían jugado. "Cuando voy de viaje siempre compro alguno, para el Gordo o el Niño, y siempre en administraciones pequeñas", concluía antes de argumentar que cuando un establecimiento de este tipo tiene la suerte de repartir un premio de los grandes "se animan un poco las ventas para los próximos".

El mismo proceso espera a Antonio Cruz, propietario del Bar Camino en el Norte de Tenerife donde el 22.654 también dejó su pellizco de suerte. "Ha sido algo inesperado", comentaba ayer el lotero quien reconocía no tener "ni idea" de quién puede haber sido el afortunado. "Cuando son de la maquinita nunca se sabe, cualquiera que pase por aquí", decía Antonio Cruz.

La sorpresa, a diferencia de su compañera Mary Díaz, le llegó por los medios de comunicación. "Cuando me llamaron creí que se habían equivocado o que era alguien gastando una broma", señalaba Cruz quien añadía que se dio cuenta de que era cierto cuando el delegado de LAE en la provincia de Santa Cruz de Tenerife le comunicó que iba a visitarle para colocar el tradicional cartel que indica que se ha vendido el premio.

También es la primera que vez que reparte suerte con el Niño, aunque en el caso de este bar de Los Rechazos, en La Orotava, no se suman tantos premios como en La Esperanza. "Hemos dado poca cosa, pero a ver si la publicidad ahora hace que vendamos más", bromea Antonio Cruz, que aún mantenía a mediodía su asombro. "Es la primera vez en 30 años que vendemos algún premio importante de la Lotería Nacional", insistía el propietario quien indicaba que, aunque la gente sigue prefirieron el décimo tradicional, "la máquina tiene una ventaja: puedes comprar el número que quieres".