La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Divorcio canario en el Grupo Mixto

Oramas y Quevedo se reubican en el laberinto de la política estatal - Sus audiencias con el Rey sirvieron para evidenciar sus distintas estrategias en Madrid - Coalición quiere seguir siendo comodín de populares o socialistas

Los dos diputados que representan el nacionalismo canario en el Congreso, Ana Oramas (CC) y Pedro Quevedo (NC), quedarán ubicados por separado la próxima semana en el Grupo Mixto y confirmarán la división del movimiento que entró con gran fuerza en las Cortes en 1993, pero que hoy trata de sobrevivir y ajustar sus objetivos en el gran laberinto en que se ha convertido la política española tras el 20-D.

Esta será la primera legislatura en la que los nacionalistas no comparten espacio en el Congreso tras su decisión previa de no reeditar la coalición electoral del 2011 y 2008. Tanto Quevedo como Oramas han estado en el escaparate parlamentario como posibles socios de otras formaciones para que les ayudaran a formar grupo parlamentario, pero finalmente ambos, aunque por distintas razones, han descartado una operación de este tipo y se integrarán desde el primer momento en el Grupo Mixto. Así, ambos tendrán a partir de ahora sus propios espacios de intervención y su cupo de iniciativas parlamentarias, y defenderán posiciones distintas en los debates.

Uno y otra adquirieron gran protagonismo mediático el pasado lunes por ser los primeros en entrevistarse con el Rey para proponer un candidato a la investidura, y los dos aprovecharon la ocasión para tratar de ganar marca, y para mostrar sus respectivas estrategias políticas en su necesario proceso de reubicación en Madrid. Todo ello en el marco de una nueva era política que nada tiene que ver con aquella en la que el nacionalismo canario alcanzó estatus de fuerza necesaria para conformar mayorías de gobierno en Madrid y cuyos pactos redundaron en importantes medidas concretas para Canarias.

Los dos diputados nacionalistas se preocupan, en estos primeros pasos de una legislatura que puede quedar frustrada, en hacerse visibles y mostrar sus credenciales políticas de cara a la posible negociación de pactos. Tras la audiencia con Felipe VI, Quevedo dejó claro que lo apuesta todo a un pacto progresista liderado por el PSOE y que quiere hacerse ver y valer como elemento de esa posible alianza de todas las fuerzas de la izquierda. Oramas, sin embargo, juega el papel tradicional de CC en Madrid: presentarse como comodín y bisagra capaz de estar en un pacto tanto con los socialistas, como con el PP. Trata así de mantener una marca, la que se ganó durante sus años de grupo parlamentario con cuatro diputados, actualmente muy por encima de su poder real.

Quevedo enfatiza en su idea de que los ciudadanos han votado "cambio hacia un Gobierno progresista" y que los partidos de izquierda no pueden dejar pasar la oportunidad de un Parlamento de esa mayoría. Oramas, por su lado, prioriza la formación de un Ejecutivo, "el que sea", para empezar la legislatura y entre cuya mayoría de apoyo contaría con su escaño.

El diputado de NC lo fía todo a la investidura de Pedro Sánchez porque cree que los ciudadanos han rechazado en la urnas al candidato del PP, Mariano Rajoy, mientras la representante de CC se declara equidistante y apoyaría a cualquier de los dos que consiga los votos necesarios para la investidura y un mínimo apoyo de gobernabilidad. "No somos imprescindibles, pero sí necesarios y tenemos una magníficas relaciones tanto con el PPSOE, como con el PP", declara Oramas.

Pese a que la diputada tinerfeña se muestra convencida de que nadie logrará la investidura y de que "habrá elecciones en mayo", su estrategia política pasa por mantener la marca de CC como la de un "nacionalismo constitucionalista y moderado, con sentido de Estado", y que apuesta por un Gobierno que afronte una agenda de consenso para las reformas "en las que todos estamos de acuerdo".

Oramas se garantiza así estar del lado del Gobierno cualquiera que sea la fórmula que pudiera pactarse entre las distintas formaciones políticas, y Quevedo sólo admite como escenario ante el que comprometerse un Ejecutivo que se lleve por delante las políticas que Rajoy ha desarrollado de manera unilateral en los últimos cuatro años.

Los dos representantes nacionalistas, con todo, ponen como condición para cualquiera de lo gobiernos posibles en el Estado el desarrollo de un ambicioso programa de asuntos canarios, como son la actualización del REF económico y el blindaje del fuero canario en una necesaria reforma Constitucional, la reforma del sistema de financiación autonómica, o la recuperación de los convenios bilaterales. Pero si Quevedo cree que eso sólo será posible con un Ejecutivo central presidido por Sánchez, Oramas lo ve posible también con uno del PP por la nueva etapa de relaciones y de pactos entre el Gobierno de Fernando Clavijo y el de Rajoy, aunque éste en funciones. En todo caso, ambos diputados son conscientes de que unas hipotéticas nuevas elecciones pondrían en peligro sus actuales escaños y que la presencia del nacionalismo canario en el Congreso podría ir a peor o incluso desaparecer.

Así las cosas, la Mesa de Congreso decidirá hoy sobre la constitución de grupos y abrirá un periodo de alegaciones para las distintas formaciones no conformes con la decisión que finalmente se adopte. Eso impedirá que se conforme por el momento el Mixto. De esta forma, ni Oramas ni Quevedo podrán presentar aún iniciativas parlamentarias, como sí han hecho otras formaciones, aunque ambos están preparando ya algunas propuestas.

Compartir el artículo

stats