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Más de 57.000 extranjeros dejan las Islas

La crisis obliga a miles de foráneos a retornar a sus países - La reducción de la natalidad y la precarización laboral provocan un descenso en la población canaria

Más de 57.000 extranjeros dejan las Islas

Canarias pierde población. La crisis y la precariedad laboral aún hacen mella en el Archipiélago, unido al envejecimiento demográfico y la reducción de la tasa de natalidad, que han provocado la bajada de 4.509 personas en el padrón en las Islas, según los datos definitivos a 1 de enero de 2015, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el Archipiélago residen 2.100.306 personas, de las que 253.107 son extranjeras. Un total de 14.031 foráneos han abandonado el censo de las Islas en el último año, un indicador que se ha agudizado desde 2012, con 57.734 ciudadanos menos de otros países en el Archipiélago.

La misma tónica de descenso poblacional se percibe en toda España, donde están empadronadas 46.624.382 personas, de las que 4.729.644 tienen otras nacionalidades. En términos globales, la población en el conjunto del país ha sufrido una disminución de 146.959 personas y, en concreto, respecto al año anterior, baja la cifra de foráneos en 293.843. Múltiples factores se esconden tras estos números, pero, según los expertos, la adversa situación económica tiene buena parte de culpa. Si bien es cierto que las cifras macroeconómicas han evolucionado al alza, no se han traducido en mejoras directas en la creación de empleo, apunta el sociólogo Gonzalo Rodríguez.

Este experto cuestiona que la bonanza turística en el Archipiélago, con récords en la llegada de visitantes año tras año, no ha motivado "una explosión laboral". Esta es una de las razones que han forzado a miles de extranjeros y personas de otras autonomías a hacer las maletas y regresar a su tierra natal.

Por segundo año consecutivo disminuye el padrón en Canarias, tanto de españoles como de extranjeros, pues a 1 de enero de 2014 también se registró la mayor caída de población, con 13.864 residentes menos. Algo que no había ocurrido antes, a excepción del 2012, en que 8.425 personas dejaron el censo regional. Atrás quedan los años en los que el boom inmobiliario y el auge de la construcción empujaron el tejido productivo de las Islas y atrajeron mano de obra.

En un análisis por Islas, Tenerife mantiene su hegemonía demográfica, con 888.184 habitantes (1.752 menos respecto al año anterior); seguida por Gran Canaria, con 847.830 residentes, aunque ha perdido 3.327. Sin embargo, sí ha ganado 1.269 vecinos Lanzarote hasta sumar 143.209; y, en menor medida, Fuerteventura, con apenas 437 personas más hasta contabilizar 107.367. Ambas islas orientales rompen su tendencia negativa.

La situación se estanca en La Gomera, con 20.783 habitantes, mientras La Palma y el Hierro se siguen despoblando hasta registrar 82.346 y 10.587 vecinos, respectivamente.

El número de extranjeros empadronados en Canarias alcanza el 12% de la población total. Frente a la misma fecha de 2014, la cifra de foráneos cayó un 5,2%. En particular, destaca que hay 3.069 británicos menos empadronados, junto con 2.399 alemanes menos residentes en las Islas, así como una merma de 1.957 colombianos y de 466 venezolanos. Por contra, suben los italianos, 2.559 más.

El catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Ramón Díaz, alega que, aparte de la crisis, la bajada de la cifra de extranjeros en la estadística obedece a que existe un proceso de nacionalización muy rápido en los últimos años y subrayó que sólo en 2014 se nacionalizaron en Canarias 7.387 extranjeros. Respecto a germanos y británicos también influye que se trata de población generalmente envejecida que en muchos casos prefiere retornar a sus países.

Agregó que la pérdida de población en Canarias se produce igualmente porque el flujo intercomunitario -la población que venía de otras autonomías- ha descendido mucho y, en cambio, aumentan los canarios que se trasladan a otras regiones españolas, por eso se da un saldo negativo. A lo que se añade el descenso del saldo vegetativo (diferencia entre fallecidos y nacidos).

Para la socióloga Lourdes Urbaneja, la pérdida de población isleña en los últimos dos años no se correlaciona con el crecimiento económico que ha aumentado en esta región. "Esto es una señal de la falta de dinamismo y creatividad para conectar crecimiento económico y aumento demográfico", interpreta esta experta, que alertó de "una pérdida de población en donde se combina reducción de la tasa de natalidad con un nuevo exilio económico de nuestros jóvenes que se ven abocados a salir al exterior en lo que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, eufemísticamente ha denominado movilidad exterior y que nos lleva a una situación de descapitalización futura en recursos humanos".

El catedrático Pedro Hernández atribuyó a la crisis la merma demográfica y augura que en la medida en que Canarias entra en una fase de desarrollo económico, aunque sea leve, conllevará que aumente "algo más" el padrón. No obstante, criticó que los positivos datos turísticos no han creado más puestos de trabajo entre los residentes.

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