El Gobierno canario no autorizará la central térmica de biomasa que Ence pretende construir en el puerto de Las Palmas de Gran Canarias a menos que el proyecto "cambie mucho" y permita solventar los informes negativos que ha emitido la Consejería de Sanidad, por el impacto de sus emisiones.

"No cumple, y no podrá ser dada (la autorización). Mucho tendrá que cambiar el proyecto y mucho tendrán que garantizar para que los informes sean positivos", ha manifestado a la SER el presidente de la comunidad autónoma, Fernando Clavijo (CC), al ser preguntado por ese proyecto y por los informes sanitarios que advierten sobre la contaminación que introduciría en el aire de la ciudad.

La central eléctrica de biomasa que Ence pretende construir en Las Palmas de Gran Canaria, una planta de 70 Mw de potencia que quemaría residuos forestales importados de otros países, fue declarada "inversión estratégica" por el anterior Gobierno regional en funciones, presidido por Paulino Rivero (CC), tras las elecciones de mayo. Y el actual Ejecutivo ratificó su decisión meses después.

Sin embargo, el presidente Clavijo ha recalcado hoy que esa declaración solo implica que los plazos de tramitación administrativa del proyecto se reducen a la mitad, pero no comporta ninguna autorización previa, ni exención alguna de informes.

"El Gobierno no autorizará jamás nada que vaya a perjudicar la salud y el aire de los ciudadanos de Canarias. Eso hay que tenerlo claro. Este Gobierno de Canarias será absolutamente vigilante y escrupuloso con cualquier tipo de instalación de esas características y, por supuesto, velará por que, si se instala, cumpla con todos los requisitos", ha advertido.

Clavijo ha argumentado que la concesión de licencias responde a "actos reglados", por lo que uno prevarica si da permisos que no cumplen la ley, pero también si los deniega sin motivo.

No obstante, ha insistido en que Ence tendrá que "modificar mucho el proyecto" si quiere obtener los permisos, en vista de los informes negativos que ha emitido la Consejería de Sanidad de Canarias por sus emisiones contaminantes, que los vientos dominantes en las islas (los Alisios), llevarían directamente sobre la ciudad más poblada del archipiélago (380.000 habitantes).

"Si cabe esa instalación en el puerto y los informes son positivos, no darlo sería prevaricar. Pero en este momento, en este escenario, tal como está el proyecto, no es posible", ha zanjado.

La empresa Ence publica hoy, miércoles, un anuncio a página completa en "La Provincia" y "Canarias 7" en el que defiende que su proyecto "es respetuoso con el medio ambiente" y "no supondría riesgo alguno para la salud de los ciudadanos".

Ence compara su planta con la central de fuel que ya funciona en Jinámar, en el límite sur de Las Palmas de Gran Canaria, y asegura que emitiría un 75 % menos de partículas de las que se autoriza a esa instalación y un 85 % menos de dióxido de azufre (SO2).

La empresa también contesta a los recelos expresados por varios colectivos, entre ellos las asociaciones ecologistas, respecto al riesgo de que la importación de residuos forestales de otros países pueda introducir nuevas plagas en las Islas Canarias.

"Toda la biomasa que se utilice contará con los controles fitosanitarios de entrada que exige la legislación", dice.

Ence sostiene que "la generación de energía con biomasa es mejor tecnología de producción renovable de electricidad, mucho más respetuosa con el medio ambiente que las centrales de combustibles fósiles", y que puede funcionar las 24 horas del día, a diferencia de los plantas que dependen "del aire, el sol o el agua".