Nacionalistas de Coalición y socialistas, socios de Gobierno en esta legislatura y la anterior, se enzarzaron ayer en un cruce de reproches en el que los primeros llegaron a cuestionar la capacidad de gestión demostrada por la vicepresidenta Patricia Hernández en los siete meses que lleva al frente del área de Políticas Sociales.

El portavoz de CC en el Parlamento regional, José Miguel Ruano, le exigió a primera hora de la mañana "más trabajo y menos críticas", y la frase desató la tormenta en las filas del PSOE. La respuesta fue inmediata. El diputado Gustavo Matos acusó al nacionalista de practicar "el gamberrismo y el cinismo político" y el portavoz parlamentario de los socialistas , Iñaki Lanvandera, le reclamó "autocrítica".

Una frase, en definitiva, ha vuelto a dejar al descubierto las discrepancias de los socios y que éstas van más allá de los incumplimientos del pacto en cascada.

En el ojo del huracán estaban las aseveraciones de la vicepresidenta el día anterior en una comisión parlamentaria asegurando que este año no se podrá aumentar la inversión en vivienda pública porque cuando llegó al Ejecutivo "había una fiesta que pagar". Aludía así a las deudas y actuaciones inconclusas que dejó su antecesora en el cargo, la nacionalista Inés Rojas. "Los beneficiarios de la Hipoteca Joven no habían cobrado, ni los de la vivienda de segunda mano, ni las ayudas al alquiler, ni se había puesto en marcha el Área de Regeneración y Rehabilitación Urbana", señaló el miércoles Hernández y ayer se defendía asegurando que sólo hizo "un análisis real de la situación". "De hecho, no nombré a nadie", dijo.

Ruano en sus críticas le recordó que "usar el retrovisor" no forma parte del trabajo del gobernante. "Es la gestión, la capacidad de resolver problemas y plantear proyectos lo que mide a quien gobierna, no su capacidad de diagnóstico sobre cómo se ha dirigido su área con anterioridad".

Una palabras que Matos consideró "absolutamente intolerables". La arremetida llegó a tal punto que pidió a CC que se plantee buscar otro interlocutor "más apropiado para entenderse con el Partido Socialista". "El mismo que hace unas semanas nos acusó de que en el PSOE había francotiradores tratando de desestabilizar el pacto, ahora resulta que es el mayor artificiero y colocabombas de toda esta etapa de Gobierno autónomo. Se ha convertido en un dinamitero", añadió Matos.

Lavandera recordaba al nacionalista, al tiempo, que fue él quien, al final de la legislatura de Paulino Rivero, exigió el cese de la consejera Rojas, ahora, de nuevo, puesta en la palestra.