El envejecimiento de la población en Canarias se acelera. Aumenta la esperanza de vida y en diez años ha crecido un 30,7% el número de mayores de 65 años en las Islas hasta sumar 311.118. Para combatir el aislamiento de las personas que viven solas y favorecer el envejecimiento activo y saludable, el Gobierno regional impulsa un plan de acción contra la soledad, que incluye entre sus ejes estratégicos ampliar la red de voluntarios que ya existe, tanto de jóvenes como de mayores, para hacer compañía a otras personas de la tercera edad y que no queden olvidados ni arrinconados en la sociedad.
La Consejería de Políticas Sociales, dirigida por Patricia Hernández, quiere liderar la atención a los mayores, en colaboración con ayuntamientos, centros y organizaciones, aunar esfuerzos, optimizar medios y que no haya diferencias entre los municipios en este aspecto. Esta iniciativa persigue beneficiar tanto a los mayores dependientes como a quienes no lo son.
Diversos estudios demuestran que la soledad perjudica la salud, como recuerda la directora general de Servicios Sociales del Ejecutivo, Carmen Acosta, que resalta que con este plan se ayuda a evitar que los mayores solitarios caigan en estados de ansiedad o depresión. No se le escapa que la prevención supone también un ahorro en atención sociosanitaria.
Ya se están dando los primeros pasos del plan, dotado con medio millón de euros para este año y nace con vocación de continuidad. El Ejecutivo organiza jornadas de voluntariado y se está reuniendo con los agentes implicados para explicarles los objetivos del proyecto, buscar fórmulas para atraer a voluntarios y recopilar información por parte de las asociaciones que ya tienen experiencia en esta materia.
El trabajo en red y la participación son los dos pilares de este plan, que contará con la colaboración de los Servicios Sociales municipales y entidades como Cruz Roja, Cáritas y demás asociaciones para poner en marcha actuaciones y averiguar qué personas son susceptibles de cooperar.
Alianza intergeneracional
No hay ningún requisito para participar en este plan. La idea es captar a mayores que quieren seguir sintiéndose útiles y activos y desean visitar a otros que viven solos para charlar, leerles o pasear o incluso si quieren dar cursos de formación o talleres, entre otras actividades. Esta medida de carácter altruista sería complementaria con los servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia, por ejemplo, indicó Acosta.
Además, el proyecto se basará en una alianza intergeneracional, ya que promoverá que jóvenes acompañen a quienes lo necesiten y propiciará que mayores acudan a colegios e institutos para contar sus experiencias en relación con las materias curriculares que hay en los centros educativos.
Precisamente esto lleva haciéndolo desde hace seis años en Tenerife la asociación Los Mayores Valores, cuya principal actividad se centra en acercar la experiencia vivencial de los mayores a las aulas. Manuel Rebollo, secretario de este colectivo, insiste en la necesidad de "devolver la dignidad a los mayores" y sostiene que una de las fórmulas idóneas y más sencillas es "utilizar su bagaje porque es útil para la sociedad". Aboga por romper el prejuicio de que son "una carga" y darles "otro papel social, que consiste en que vuelquen su sabiduría a través de fórmulas educativas". "Esto incrementa su autoestima, la calidad de sus vidas y su salud", destacó Rebollo, que indicó que, en consecuencia, estas medidas también influyen en los costes sanitarios.
Igualmente, la presidenta de la Asociación de Mayores Voluntarios (Amavite), con unos 240 voluntarios en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Pilar Hernández, puso en valor el plan que prevé el Ejecutivo y animó a quienes viven solos a hacerse voluntarios para ayudar a otros mayores o enseñar a las nuevas generaciones, algo "muy enriquecedor".
"Hay gente mayor que no quiere estar sentada en el sillón viendo la televisión, sino que quiere hacer algo", subrayó Aurelio Medina, secretario de la Asociación de Voluntarios de Mayores de Gran Canaria (Avimgran). Él mismo reconoce que tras toda una vida dedicado al comercio el primer año después de su jubilación se sentía "muy bien", pero al año siguiente casi sufre una depresión. Sintió entonces la necesidad de ocupar su tiempo y ayudar a los demás. Por eso se acercó al centro de mayores de Marzagán, donde lleva siete años colaborando.
La secretaria de Movimientos Sociales de Comisiones Obreras, Guadalupe Santana, cree que la filosofía del plan del Gobierno es positiva, pero más que una red de voluntarios estima que se puede aprovechar esta iniciativa para intensificar la creación de empleo en torno a la asistencia a la tercera edad, que "son los grandes olvidados".
Según el último padrón del INE, en Canarias viven 311.118 personas mayores de 65 años, el 14,8% de los residentes en el Archipiélago. Los porcentajes más elevados de personas de esta franja de edad se registran en El Hierro y La Gomera, donde este segmento de la población representa el 22 y 21,2%, respectivamente; seguidos por La Palma, con el 20,2%; y Tenerife con el 15,3%. Mientras que en Gran Canaria este indicador se sitúa en el 14,8% y, por detrás, se encuentran Lanzarote, con el 11%, y Fuerteventura, el 8,7%.
