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El fenómeno de la inmigración Fricción entre las administraciones

Cruz Roja y Policía Nacional ratifican la desatención sanitaria de los inmigrantes

El atestado policial y la declaración del coordinador de la ONG detallan la situación "dantesca", denunciada por Hernández Bento, que se vivió en comisaría

Un inmigrante en estado de 'shock' en el suelo del garaje de la comisaría de Maspalomas, tras ser dado de alta del hospital Doctor Negrín. LP / DLP

La Policía Nacional y la Cruz Roja ratificaron ayer la desatención sanitaria que padecieron parte de los 42 inmigrantes que fueron rescatados en la tarde del pasado domingo a 20 kilómetros del sur de Gran Canaria, y que habían salido cinco días antes en una patera de la Costa de Cabo Bojador, en el Sáhara Occidental, uno de los cuales falleció durante esa madrugada en el Hospital Insular debido a una hipotermia severa, y otros siete perecieron en alta mar siendo arrojados al agua por sus compañeros.

El atestado de la Policía Nacional de Maspalomas y la declaración ante la Brigada Local de Extranjería y Fronteras del coordinador de Cruz Roja en San Bartolomé de Tirajana, remitidos al Juzgado de Instrucción Número 3 del municipio sureño, señalan el "mal estado de salud" en el que se encontraban los inmigrantes que fueron dados de alta del hospital Doctor Negrín y de los centros de salud de Arguineguín, Maspalomas y el Doctoral, a los que fueron derivados al llegar al puerto de Arguineguín.

Exponen, incluso, que a uno de los inmigrantes que acababa de llegar del centro hospitalario capitalino el lunes al mediodía le dio un shock en la comisaría de Maspalomas, donde iban siendo trasladados una vez les daban el alta, y gracias a la intervención de los voluntarios de la Cruz Roja consiguieron "salvarle milagrosamente la vida mediante las técnicas de reanimación", según consta en el atestado suscrito por el jefe de la Brigada de Extranjería.

El delegado del Gobierno, Enrique Hernández Bento, denunció públicamente el pasado miércoles la "situación dantesca" que se vivió en la comisaría de Maspalomas esa noche del domingo al lunes y hasta el mediodía, cuando, al conocer que 26 inmigrantes estaban siendo atendidos en el suelo del garaje de las dependencias policiales, porque les habían dado de alta en los centros sanitarios a pesar de su "gravedad", llamó al consejero de Sanidad, Jesús Morera, para trasladarlos a los hospitales de la capital grancanaria. Tanto el consejero como el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, defendieron ayer la atención que se les dio a los inmigrantes por los miembros del Servicio Canario de Salud.

Quemaduras y huesos rotos

Según el atestado de la Policía de Maspalomas, los 42 inmigrantes llegaron en muy mal estado de salud al puerto de Arguineguín, cinco de ellos en estado muy grave -uno de los cuales falleció horas después-. Todos presentaban "severas quemaduras, extrema deshidratación, así como un número importante de los mismos movilidad nula, roturas de huesos, fiebre altas, lesiones diversas, etc", indica. '

Al llegar al puerto fueron atendidos a pie del muelle por una facultativa que estaba de guardia en el ambulatorio de San Bartolomé de Tirajana y por 26 voluntarios de Cruz Roja, y la doctora derivó a los más graves -en torno a quince personas entre ellos los cinco citados- a los hospitales Doctor Negrín e Insular y el resto a los centros de salud de Maspalomas, Arguineguín y El Doctoral.

"Apartir de las 3.00 horas de la madrugada- del domingo al lunes- comienzan a llegar de forma escalonada" a la comisaría de Maspalomas aquellos inmigrantes que iban recibiendo el alta médica desde los diferentes centros de salud, "permaneciendo vigilados de forma continuada en las dependencias, toda vez que algunos de ellos tuvieron que ser nuevamente trasladados por miembros del Cuerpo Nacional de Policía al centro de salud más cercano, concretamente al de Maspalomas, dado que no mostraban signos de recuperación, sino que por el contrario, estaban aparentemente empeorando en su estado de salud", señala el atestado policial.

Estuvieron cinco días en el mar perdidos, bebiendo agua salada y sin alimentos. "A medida que iba avanzando la madrugada, y ya en la misma mañana del día siguiente se comprueba que el estado de salud de los inmigrantes definitivamente no mejoraba y se solicita colaboración urgente y permanente de Cruz Roja y ambulancias para continuar con las labores de asistencia humanitaria", indica.

El coordinador de Cruz Roja en San Bartolomé de Tirajana, José Antonio Rodríguez Verona, explica en su declaración que a las 11.30 horas del lunes llevaron a cuatro inmigrantes al centro de salud de Maspalomas, que recibieron atención sanitaria.

Posteriormente, trasladan a otros "tres inmigrantes que no son atendidos al negarse el personal del mismo a asistirlos, por lo que regresan nuevamente a comisaría", declara Rodríguez Verona ante la Policía. Asimismo, indica que poco después "regresan del Hospital Negrín cinco inmigrantes en un vehículo policial, pudiendo percatarse de que todos tenían fiebres altas y diarrea con fuerte dolor abdominal". "Seguidamente un policía solicita urgentemente ayuda en los baños ya que uno de los últimos inmigrantes llegados del Negrín había entrando en shock" y es atendido por la Cruz Roja, expone, hecho que confirma la Policía.

Ante esta situación el jefe de la Brigada de Extranjería "se pone inmediatamente en contacto con el juez del Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana para informarle de la gravedad de la situación que estaba teniendo lugar en esas dependencias, así como de las insuficientes condiciones del lugar para poder abordar una situación de la gravedad que se estaba produciendo la comisaría". El delegado del Gobierno ordena el traslado de todos a los hospitales en el mediodía del lunes, y el miércoles tiene que mandar de nuevo a otros tres inmigrantes que ya se enconcontraban en el CIE de Barranco Seco al hospital Insular.

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