La Consejería de Seguridad del Gobierno canario, que dirige Nieves Lady Barreto (CC), aún mantiene en el aire la dimisión del director del 112, Luis Santacreu, que renunció al cargo hace más de una semana después de 18 años en el puesto. Su decisión aún no ha sido aceptada por el Ejecutivo.

Santacreu tiró la toalla tras sus continuas discrepancias con el gerente de la empresa pública Gestión Sanitaria de Canarias (GSC), Luis Rodríguez Neyra, respecto a los protocolos de actuación ante cualquier emergencia. La gota que colmó el vaso fueron las desavenencias entre ambos sobre las bases del concurso para adjudicar el servicio de telefonistas que atienden las llamadas al número de urgencias 112.

GSC es la entidad que gestiona los servicios de seguridad en el Archipiélago y su titularidad es compartida por las consejerías de Seguridad y de Sanidad, con el socialista Jesús Morera al frente. Ayer él alegó que este puesto depende directamente del área de Barreto, quien le trasladó que está pendiente de reunirse con Santacreu para intentar reconducir la situación.

Sin conocer el conflicto "a fondo", Morera confesó que no entiende cómo "divergencias" sobre un concurso pueden llevar a que "alguien pueda dimitir", aunque añadió que "son cuestiones personales". "Realmente el problema no es tan gordo como parece. Es una discrepancia entre personas que llevan mucho tiempo trabajando juntas y que por algunas cuestiones se generan estas desavenencias. Esto hasta cierto punto es normal en cualquier empresa", justificó.