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El cotejo del ADN del rey de Agáldar plantea exhumar a un canónigo del XVII

Onrubia sostiene que si hallan restos de Fernando Guanarteme se pueden verificar con los de su descendiente el sacerdote Marcos Verde de Aguilar

El cotejo del ADN del rey de Agáldar plantea exhumar a un canónigo del XVII

El proyecto que se redacta para determinar si los restos del último rey aborigen de Gran Canaria, Fernando Guanarteme, reposan en el subsuelo de la ermita de San Cristóbal, en La Laguna, requerirá un equipo multidisciplinar de personas y tecnología puntera, si bien, uno de sus dos coordinadores, el arqueólogo Jorge Onrubia, sostiene que se buscará "abaratar al máximo los costes" ya que la investigación se hará por fases y esto determinará si se continúa la búsqueda o se paraliza. El proceso será largo y con un alto grado de complicación, pues se trabaja solo con hipótesis y escasa documentación.

En el caso de que se encuentren restos óseos que se hayan conservado y tengan ADN sin contaminar, que sean de un varón de unos cincuenta años de finales del siglo XV principios del XVI -lo que se puede datar con estudios bioantropológicos-, se cotejaría el ADN con los descendientes reconocidos de Tenesor Semidán, bautizado por los castellanos como Fernando Guanarteme o de Agáldar. Según Onrubia, tienen ya localizados a posibles familiares, como el canónigo Marcos Verde de Aguilar, fallecido en el siglo XVII y enterrado en la iglesia de Gáldar. Aunque también hay descendientes vivos, "cuanto más cercanos en el tiempo mejor", precisa.

Si llegaran a este punto, el último de la investigación, se plantearían incluso "la exhumación" del eclesiástico para poder practicar las pruebas de ADN. Previamente, se formará el equipo con documentalistas, geólogos, geofísicos, bioantropólogos, arqueólogos o especialistas en arqueología monumental, que irán trabajando por fases.

Estudios

Se hará un estudio profundo de La Laguna en esa época, de la ermita de San Cristóbal y de la iglesia de la Concepción primigenia, en la que se supone que fue enterrado Fernando Guanarteme en torno a 1497. Al ser demolida por la expansión de la zona, se cree que los restos fueron trasladados a la ermita de San Cristóbal, construida en el siglo XVI, que, según la tradición oral, aún los alberga. Con ello, aunque no se encuentren osarios se habrá hecho una investigación documentada de esa época y de las edificaciones, añade. En esta fase se buscará además con georradares y cámaras térmicas, material que recabará en las Islas y en la Península, la localización de fosas sin tener que cavar, y si encuentran algo, procederán a las excavaciones. El director general de Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Clavijo, aún pendiente de que le pasen el presupuesto del proyecto que ha encargado, considera que "no va a ser muy costoso porque se alquilarían los equipos por pocos días y los investigadores podrían colaborar". A su juicio, lo interesante es el debate que se abre para despejar las incógnitas sobre la figura de Fernando Guanarteme.

En caso de hallar algún resto, el Gobierno no tendría problema en devolverlos a Gran Canaria si así lo demanda la sociedad de la Isla, aunque no haya testamento sobre dónde quería ser enterrado, ya que falleció después de la conquista de Tenerife. Uno de los problemas para encontrar los restos es que la ermita de San Cristóbal ha sufrido numerosas remodelaciones y retranqueos por cambios en esa zona en La Laguna.

En el caso de que no se hallen en este lugar estudiarán buscarlos en Los Realejos, donde se aposentaron galdenses de la época junto al conquistador Alonso Fernández de Lugo. Si se encuentran los restos y se coteja positivamente el ADN con los descendientes "sería el primer caso de rey indígena localizado", apunta. Este descubrimiento, además, les permitiría reconstruir la cara e, incluso, saber cómo murió.

Pero todo son hipótesis, precisa, porque la documentación es escasa y toca recopilarla. Para ello, ya están trabajando en coordinación con el delegado diocesano de Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Navarro Mederos, hermano del otro coordinador del proyecto y profesor universitario de La Laguna, Juan Francisco Navarro.

Onrubia es profesor de la Universidad de Castilla- La Mancha, aunque lleva vinculado a investigaciones arqueológicas en Gran Canaria desde 1979 en Guayedra y la Cueva Pintada de Gáldar, donde empezó a trabajar con el arqueólogo galdense fallecido en 1994, Celso Martín de Guzmán, que fue el primero que promovió, en 1967, la búsqueda de Guanarteme del que presumía ser su descendiente.

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