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La búsqueda del gobernante indígena de Gáldar Proyecto del Gobierno canario

El ADN del último rey aborigen

Los Díaz de Aguilar son una de las familias de Canarias descendientes en línea directa de Fernando Guanarteme - Proceden de la princesa Guayarmina, hija de Tenesor Semidán

Los hermanos José Joaquín, Hortensia, Pilar e Ignacio Díaz de Aguilar y Elízaga, la XVI generación descendiente. LP / DLP

Paloma e Ignacio Díaz de Aguilar, hijos de uno de los fundadores del Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme y su primer presidente, Ignacio Díaz de Aguilar y Elízaga, ya fallecido, descienden del último rey aborigen en línea directa a través de su hija la princesa Guayarmina, bautizada Margarita en honor a la infanta y apellidada Fernández de Guanarteme, que se casó con el capitán Miguel de Trejo y Carvajal.

Constituyen la décimoséptima generación del Guanarteme (como se denominaba a los gobernantes aborígenes en Gran Canaria) Tenesor Semidán, que tras ser bautizado como Fernando Guanarteme por los castellanos participó en las conquistas de La Palma y Tenerife junto al Adelantado Alonso Fernández de Lugo en 1493 y 1496 respectivamente.

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias ha encargado un proyecto a los arqueólogos y profesores universitarios Jorge Onrubia y Juan Francisco Navarro, para determinar si los restos de Fernando Guanarteme se encuentran en el subsuelo de la ermita de San Cristóbal en La Laguna, donde supuestamente reposan tras fallecer en Tenerife después la conquista. Si encontraran algún resto óseo en condiciones de un varón de unos cincuenta años, de finales del siglo XV, los cotejarían con el ADN de sus descendientes.

Apellidos conocidos

Los Díaz de Aguilar son una de las familias canarias que provienen de Fernando Guanarteme, aunque el linaje del rey indígena se extiende a otros apellidos muy reconocidos en las Islas, como Del Castillo Bravo de Laguna (el Conde de la Vega Grande, Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna, actual presidente del Cuerpo Colegiado del Insituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme), las familias Benítez de Lugo Massieu, Manrique de Lara Bravo de Laguna o Bethencourt Massieu.

Paloma e Ignacio Díaz de Aguilar, que residen ahora en la Península, son descendientes del canónigo enterrado en la iglesia de Gáldar en el siglo XVII, Marcos Verde de Aguilar y Trejo, trasnieto de Fernando Guanarteme, y uno de los familiares que baraja el arqueólogo Jorge Onrubia para practicar las pruebas de ADN si encontraran restos óseos que pudieran ser del gobernante indígena, pues, aunque exista descendencia viva, si los restos a cotejar son más cercanos en el tiempo tendrán más fiabilidad, según el investigador. Por ello, hasta se plantearían la posibilidad de pedir el permiso para la exhumación de los restos del eclesiástico fallecido en 1642.

La descendencia de la familia Díaz de Aguilar de Fernando Guanarteme "está muy documentada", indican Paloma e Ignacio, especialmente a partir del matrimonio de su hija Margarita, nacida en Gáldar como el rey aborigen, con el hidalgo Miguel Trejo y Carvajal, como consta en el Archivo del Marqués de Acialcázar o el Nobiliario de Canarias.

Marcos Verde de Aguilar, personaje de gran relevancia histórica, instituyó una capellanía con una ermita, la de San Isidro (El Viejo) en Gáldar, y unas fincas, principalmente la del Cortijo de las Cruces, que procedían del repartimiento de tierras que se hizo con ocasión de la repoblación de Gran Canaria.

La capellanía se transmitía por línea de primogenitura y así ha llegado hasta esta generación de Díaz de Aguilar, que aún poseen tierras del repartimento.

En el interior de la ermita, además de la imagen del santo, la más antigua de Gran Canaria, están los bustos de Marcos Verde de Aguilar y de Ignacio Díaz Lorenzo, el bisabuelo de Paloma e Ignacio, que fue alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. La ermita está blasonada por los escudos de Guanarteme y Aguilar, uno en cada lateral de la misma.

"Como anécdota, tanto los bustos como la imagen fueron robados y posteriormente encontrados y recuperados por la Guardia Civil en una cueva, que seguramente habría sido utilizada como refugio por sus antepasados", cuentan ambos hermanos.

En el término de Gáldar hay otros parientes y vecinos que conservan también propiedades que proceden de repartimientos efectuados con ocasión de la incorporación a la Corona de Castilla.

Su padre participó junto con otros canarios en la fundación del Instituto de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme, que fue una idea del investigador y genealogista Miguel Rodríguez y Díaz de Quintana, su actual secretario.

A Ignacio Díaz de Aguilar y Elízaga , primer presidente de esta institución, cargo que desempeñó casi hasta su muerte, "le asignaron el número uno de los expedientes con los que se acreditaba la descendencia de Don Fernando Guanarteme o de otro aborigen para poder pertenecer al cuerpo colegiado de la asociación, formado por descendientes de los antiguos habitantes de la Isla", indican los hermanos.

Desde pequeños les inculcaron "el orgullo de nuestros antepasados y de descender directamente de la Princesa Guayarmina y así lo transmitimos a los nuestros", exponen. Les llamaba la atención que se cuestionara a Guanarteme: "Lógicamente nos explicaban la situación histórica que le tocó vivir como gobernante y que hizo lo mejor para su pueblo, así como que su decisión de pactar con los Reyes Católicos fue determinante en la historia, no solo de Gran Canaria sino de toda Canarias y su repercusión americana".

A Fernando Guanarteme se le conoció como un traidor a su pueblo, aunque ahora se ha restituido su imagen como la de un pacificador que evitó una masacre entre los suyos al pactar con los castellanos. "Nos parece muy bien que se busquen sus restos y se depositen en su ciudad natal, Gáldar", enfatizan.

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