Podemos buscará el consenso del Parlamento de Canarias para prohibir de forma expresa las riñas de gallos en las Islas. La formación morada persigue que el pleno apruebe una proposición no de ley (PNL) para instar al Ejecutivo regional a eliminar el artículo de la ley de protección animal de Canarias que recoge la posibilidad de que se siga celebrando este tipo de peleas.

Con esta norma, aprobada en 1991, la Comunidad se convirtió en la primera de España en abolir las corridas de toros. Sin embargo, Natividad Arnáiz , diputada de Podemos, recuerda que esta ley plantea la "desaparición natural" de las peleas de gallos. Para ello prohibe que las administraciones fomenten la actividad, cercena la autorización de nuevas instalaciones para este fin y limita la transmisión de esta afición a las nuevas generaciones con la exigencia de que las riñas tengan lugar en locales cerrados en los no accedan los menores de 16 años.

Arnáiz subraya que estos mecanismos han fracasado, puesto que el espectáculo ha ganado más adeptos con el paso de los años.

Canarias y Andalucía son las únicas regiones españolas donde aún están permitidas las peleas de gallo. La Federación Gallística de Canarias, nacida en 2005, está conformada en la actualidad por 46 asociaciones de todas las Islas. Su presidente, José Luis Martín, señala que en las Islas hay 1.1000 criadores de gallos de pelea y que en mayo de este año se cumplirán 30 años de la celebración del Campeonato de Canarias.

La diputada lamenta que las riñas de gallos estén más vivas que nunca y que sus defensores apelen a las costumbres para evitar su erradicación porque "el sufrimiento animal no tienen ningún tipo de justificación". Añade, a su vez, que el Colegio de Veterinarios de Santa Cruz Tenerife rechaza que la variedad de gallos que se usan en estas peleas sea una raza "propiamente dicha", por lo que se invalida la posición defendida por los galleros.

Martín, en cambio, defiende que estos animales sí poseen un fenotipo definido y rechaza cualquier tipo de maltrato hacia los gallos.

Esta no es la primera vez que Podemos trata de conseguir la prohibición de las riñas. A principios de esta legislatura la formación presentó una enmienda a la ley, pero esta no fue admitida por el Parlamento.