"En política hay que negociar, que es una cosa buena porque se recogen muchas opiniones y ningún grupo político tiene un poder excesivo". Lo dice la voz de la experiencia: Manuela Carmena. La alcaldesa de la capital de España -que gobierna en minoría gracias al apoyo que recibió del PSOE en su investidura- defiende a ultranza que hay que "gobernar escuchando", el lema de su coalición Ahora Madrid, una plataforma ciudadana marca blanca de Podemos. Y "eso empieza por escuchar también a otros grupos municipales", aseguró la regidora, que instó al Partido Socialista y a la formación liderada por Pablo Iglesias a pactar para evitar nuevas elecciones generales.

"Espero que consigan llegar a un acuerdo", admitió Carmena minutos antes de disertar con la consejera de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria, María Nebot, sobre Mujer y nueva política, en un acto en la Casa Palacio dentro del programa de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer.

La alcaldesa no quiere que se repitan los comicios y recordó a los candidatos elegidos el 20 de diciembre que "tienen unas cartas" que les dieron los ciudadanos en las urnas y tienen que saber "jugar" con ellas. "No se puede pedir que se vuelva a barajar", protestó.

A su juicio, "la política tiene mucho de gestión y supone buscar las alternativas para conseguir que las sociedades, ciudades y países vivan lo mejor posible". "Hay que saber gestionar lo que tienes encima, no lo que deseas. Los candidatos que han resultado elegidos tienen que gestionar lo que los ciudadanos hemos dicho en las urnas", insistió Carmena, quien, no obstante, alegó que ella no es "una política profesional" y se declara "totalmente independiente".

Respecto al conflicto abierto entre el Congreso de los Diputados y el Gobierno central por la negativa de este último a ser controlado por la Cámara, la exmagistrada señaló que esta polémica puede acabar en el Tribunal Constitucional y consideró que todo ejecutivo "aunque sea efímero y provisional debe tener algún tipo de control".

En su condición de alcaldesa de todos los madrileños se siente "obligada" a no hablar de política en general, pero sí lanzó sus reflexiones "como ciudadana". Al fin y al cabo, Carmena no es una política al uso. Sigue viajando en metro y autobús. Se ha empeñado en que el espacio público "tiene que ser conquistado por el político con sencillez".

Cercana

"Es tan gratificante ser normal, uno más, uno del grupo. Ésa es la política que vale la pena hacer", destacó durante su intervención en el patio del Cabildo, lo que despertó los aplausos de más de 300 personas que la escuchaban dentro y fuera de la sede de la corporación insular.

Se mostró partidaria de una nueva forma de hacer política, más cercana y pegada a la calle, al tiempo que evocó cómo decidió aceptar ser cabeza de lista de Ahora Madrid, alentada por la ilusión de un grupo de personas procedentes de movimientos sociales y de Podemos. Además, cuando supo que Esperanza Aguirre y Rita Barberá se presentaban como candidatas del PP para las Alcaldías de Madrid y Valencia decidió dar el paso para "dar otro modelo de mujer política".

Y es que cree que "casi todas las mujeres cuando han llegado al poder tienen una tentación: copiar los modelos tradicionales masculinos acuñados; y eso ha ocurrido en política". En este sentido, planteó que "si una mujer es consciente de lo que significa el feminismo y el cambio de aportar los valores de las mujeres a la sociedad tiene que tener una determinada manera de actuar y hacer una política distinta".

Esta jurista reconoce que "ha habido avances muy importantes" en igualdad de género, pero "todavía queda mucho por hacer", sobre todo que "la cultura de las mujeres, que es la de la antiviolencia, por la vida y la conciliación, tenga el protagonismo que debe tener en la política". "Con que haya una o dos que queramos cambiar el modelo clásico de lo que es el político autoritario y distante ya ayuda", aseveró.

Es más, subrayó que actualmente en el Consistorio madrileño las cuatro portavoces son mujeres y existe "más facilidad de entendimiento" que si fueran hombres.

Por otro lado, cuestionada sobre la Ley contra la Violencia de Género abogó por su evaluación para saber si se está cumpliendo o no y planteó analizar si desde su puesta en marcha han disminuido los casos de violencia machista.

"Luchadora impenitente"

Carmena, que reivindicó seguir luchando por el feminismo, está en contra de la teoría de la media naranja. "Hay muchas mujeres que sueñan con ser la mitad de algo, pero no podemos ser sino una unidad completa. Todos somos naranjas enteras", afirmó y motivó otra vez las palmas de los asistentes.

Ve fundamental "trabajar en la educación sentimental en los colegios" para que los niños y jóvenes "se conozcan a sí mismos y profundicen en los sentimientos de posesión, ira, celos y envidia" para aprender a controlarlos. No en vano, como jueza fue testigo de "actos de maldad pura", por lo que anima a meditar sobre "cómo desactivar ese odio que hace que tantos hombres decidan matar a mujeres".

La trayectoria profesional y vital de Carmena ha estado ligada a la lucha por la igualdad. Primero como abogada laboralista, después como jueza -su primer destino fue La Palma-, magistrada, vocal del CGPJ y relatora de la ONU en detenciones arbitrarias. Una "luchadora impenitente", que fue detenida varias veces por su oposición a la dictadura franquista, como apuntó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, que la elogió porque como alcaldesa "está rompiendo esquemas".