Su esposo, Antonio Ledezma, fue encarcelado bajo la acusación de asociación para delinquir y conspiración. ¿Cuál fue el pecado tan grave que cometió para que el régimen de Maduro lo arrestara?

Ciertamente que no hay un solo elemento que sustente la figura del hecho por el que acusan a Ledezma para meterlo preso. El único elemento para ellos [Gobierno de Nicolás Maduro] y que les da pie para que esté preso es el hecho de pensar diferente. Antonio Ledezma, María Corina Machado, Henrique Capriles, Leopoldo López, Henry Ramos Allup [presidente de la Asamblea Nacional] piensan diferente y tienen una espada de Damocles.

¿Cómo es el día a día de Ledezma en su reclusión?

Antonio Ledezma tiene casa por cárcel. No puede hacer declaraciones, ni asomarse a una ventana, ni ser retratado, salvo por ellos que lo reseñan dos y tres veces al día para ver si sigue recluido. En la urbanización en la que vivimos tenemos el edificio tomado por hombres armados que exhiben sus armas de altísimo poder como si vigilaran a un grandísimo gánster. En fin, se está cometiendo una gran injusticia contra el alcalde, pero sobre todo contra Caracas porque el pueblo lo votó y reeligió. Pero la respuesta del Gobierno fue la de ponerle un gobierno en paralelo, le quitó un 95% de su presupuesto, le retiró todas las competencias salvo dos, una de ellas la ambiental. Creyeron que Ledezma no iba a poder hacer nada, pero llenó Caracas de tanques de agua, que era una necesidad primaria. Antonio es un demócrata a carta cabal que ha aprendido a respirar hasta debajo del agua.

La mayoría opositora en la Asamblea General ha impulsado una ley de amnistía y reconciliación. ¿Confía en que salga adelante a pesar del bloqueo institucional que propicia Maduro?

Absolutamente. La Asamblea Nacional no puede ser desconocida por Nicolás Maduro, aunque patalee o lance la cantidad de exabruptos que lanza; haga lo que haga y diga lo que diga, la Asamblea Nacional existe y un número importantísimo de millones de venezolanos votaron a esa Cámara y le demostraron al Gobierno y a Nicolás Maduro que no querían ni queremos seguir siendo gobernados por ellos. El comienzo es la Asamblea.

¿Cree que su marido y el resto de opositores encarcelados podrán retomar la libertad una vez se apruebe esta ley o considera que ese logro solo será posible si Maduro abandona el poder?

La Asamblea Nacional ya tuvo una primera discusión, que giraba sobre un leit motiv electoral, con la ley de amnistía y reconciliación de nuestros presos políticos y miles de venezolanos, que están obligados a acudir a Caracas desde los cuatro puntos cardinales de nuestro país para presentarse ante la Justicia, simplemente porque un día se manifestaron o salieron a la calle. Tenemos fe, total esperanza y seguridad en que a través de esta ley nuestros presos políticos saldrán de las cárceles.

¿Teme que Maduro se enroque, dé una vuelta de tuerca más a su régimen y utilice incluso al Ejército como resistencia a abandonar el Palacio de Miraflores?

Pienso que las Fuerzas Armadas nacionales están muy próximas a darse cuenta, a pesar de la división que hay entre ellos, de que habrá un líder que desde dentro de la Fuerza Armada Nacional se levante, se alce y diga que no siguen aceptando que Venezuela sea un Estado fallido y, junto a la sociedad civil, nos ayudarán a reemprender la democracia en nuestro país.

La prórroga del decreto de emergencia económica dictada por el presidente de la República, rechazada por la Cámara Legislativa pero avalada por el Supremo, ¿ha servido para controlar a la Asamblea y las iniciativas que puedan presentarse contra él?

Es un pataleo más. Podrá tener 50.000 habilitantes más y todo el dinero del mundo en este instante, que Maduro y su Gobierno no van a poder levantar cabeza porque ya fracasó ese modelo económico. Ya Venezuela entera lo sabe y ellos mismos lo saben, que no hubo modo de que en 17 años hicieran algo que realmente fuera por y para lo que la gente les votó. Y hoy por hoy están protestando por ello.

¿Tampoco ha servido para reactivar los motores económicos del país?

Los motores que Maduro tiene que encender realmente son los de los tractores de tantas fincas que han incautado, por cierto, muchas de ellas de canarios que han trabajado nuestra tierra, su tierra de una manera magistral. Como ocurrió con Agroisleña, una de las empresas insignes que nos proveían de semillas y que la tomó el Gobierno y la desgració. El motor que tiene que encender Maduro es el de esos tractores para ver si empezamos a producir algo como país.

¿Considera que un referéndum revocatorio puede ser una salida pacífica a la situación?

Bajo el punto de vista constitucional tenemos varias vías; las vamos a intentar todas y tal cual como hormiguitas alguna de esas saldrá.

La oposición en Venezuela la conforma una multitud de partidos, 27 de ellos agrupados en la Mesa de Unidad Democrática. En un escenario de futuras elecciones, ¿existe algún líder definido dentro de ese bloque opositor?

Ahorita pensamos en la ley de amnistía y pensar quién va a ser el líder definitivo y posible candidato a la Presidencia de la República es aún prematuro. Pero tenga la seguridad de que en la Mesa de Unidad hay líderes que están en absoluta condición y preparadísimos para recuperar Venezuela, y de manera honesta, que es lo importante.

¿Cree que la comunidad internacional oye a la oposición venezolana y le está dando su apoyo?

Cada día más mira a Venezuela.

¿Debería hacer algo más?

Hacia allá vamos. Hay mecanismos internacionales y países que están dispuestos a apoyarnos para que a través de vías como los convenios que tenemos suscritos con infinidad de entes internacionales lleguemos a encontrar la paz en nuestro país, tendiendo puentes y de manera pacífica y democrática.

¿Una de las vías emprendidas ha pasado por el estrangulamiento económico de Venezuela hasta que caiga Maduro?

¿Pero quién ha estrangulado a Venezuela? Lo ha hecho un Gobierno que no ha sabido gobernar. No tiene lógica que se pueda pensar que nosotros mismos hayamos dejado de dar comida. ¿Cómo no vamos a permitir que se compre comida? Por Dios, si todos estamos pasando hambre por igual.

Canarias ha sido cuna de muchos que se fueron a buscar una oportunidad en Venezuela, país que les adoptó como si fueran hijos propios. ¿Se ha reunido con retornados aquí en las Islas?

Todavía no, pero me encantará hacerlo. Sin embargo, en Caracas estoy en constante comunicación con canarios que lloran porque no se quieren ir de Venezuela.

¿Cuál es el sentir que le manifiestan?

Venezuela básicamente ha sido hecha del afecto, del amor, de la honestidad, del trabajo y de la seriedad del isleño. Es tremendamente doloroso ver la figura de hombres y mujeres que se fueron a Venezuela, un país que les abrió sus brazos, pero es que los canarios le correspondieron trabajando de una manera honesta, bella y espectacular. Venezuela es lo que era, un país rico, gracias al esfuerzo de muchos canarios, y eso lo vamos a retomar.

Usted y otros representantes de la oposición coinciden en señalar que Podemos y el régimen chavista son muy parecidos y advierten del peligro que supondría para España si llega a gobernar. ¿Qué deberíamos temer?

Hay un dicho: dime con quién andas y te diré quién eres, a quién te pareces. Esta gente [Podemos] tienen visos no democráticos y el hecho de no haber querido recibir a las esposas de los presos políticos de Venezuela que hemos viajado en estos días a España simplemente para hablar de derechos humanos, y que no pedimos dinero, sino solidaridad, es una muestra. El resto de partidos políticos, de distinto color, sí lo han hecho. Me dirigí a Podemos como una formación más de este país y simplemente recibí un portazo en las narices. Supongo que lo han hecho porque tienen compromisos con el Gobierno venezolano y los reprenderían si nos hubieran atendido, aparte de los ya consabidos lazos económicos que han tenido en el pasado.

Pero a pesar de esas advertencias, la formación morada no ha hecho sino aumentar sus apoyos en las urnas.

Yo le quiero decir a los hermanos canarios que ojalá no caigan en el desacierto que tuvimos hace 17 años con el chavismo. Cuando uno ve un animal con cola, cuatro patas y que dice guau-guau, eso es perro. Cuando un partido político no condena los ataques a los derechos humanos y abiertamente no acepta ni ha querido manifestarse contra la detención de opositores, demuestra que no son muy demócratas. Me parece una corrupción moral que no condenen la situación de los presos políticos.

¿Cree posible que las dos Venezuelas se reconcilien pronto?

Hay que tender puentes y propiciar el diálogo. Espero que muy pronto lo logremos, aunque quede una parte muy pequeñita que añore a esta Venezuela, nosotros la respetaremos, no como ellos hicieron con nosotros. Pero los que hayan cometido delitos de lesa humanidad tendrán que afrontarlo y Maduro los ha cometido.