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Policía y Sanidad afinan la coordinación para agilizar la asistencia a inmigrantes

Los facultativos contarán con la ayuda de un traductor mientras efectúan su trabajo - En once años han arribado a las costas canarias 61.895 personas

Jesús Morera (izquierda) y Enrique Hernández Bento, ayer, en la Delegación del Gobierno en Canarias. EFE

Los inmigrantes que lleguen en patera a las Islas recibirán a partir de ahora una atención sanitaria más rápida, eficaz y coordinada. La Delegación del Gobierno en Canarias, Cruz Roja y la Consejería de Sanidad del Ejecutivo regional, instituciones ligadas al protocolo de asistencia, han mejorado sus mecanismos de comunicación mediante la designación de personas de contacto en cada servicio y la aclaración de las tareas de derivación de estas personas a los centros sanitarios.

La desatención que padecieron parte de los 42 inmigrantes que fueron rescatados el pasado 7 de febrero a 18 kilómetros del sur de Gran Canaria, tras haber salido cinco días antes de la costa de Cabo Bojador, en el Sahara Occidental, generó "fricciones" entre los diferentes actores implicados en su asistencia, quienes reconocieren errores de coordinación.

Las imágenes de varios inmigrantes tendidos en el suelo del aparcamiento de la Comisaría de Policía de Maspalomas, tras haber sido dados de alta por las asistencias médicas, generó una fuerte polémica sobre la efectividad del protocolo. Actualmente, uno de ellos permanece aún ingresado al presentar afecciones más graves que el resto.

La situación, definida entonces como "dantesca" por Hernández Bento, impulsó la creación de una mesa técnica de trabajo para aclarar quién, cómo y cuándo deben hacerse las derivaciones a los centros sanitarios tras reconocer que la situación "cogió con el pie cambiado" a las instituciones.

Para mejorar la coordinación, se ha definido a las personas de contacto en el Servicio de Urgencias Canario (SUC) y en la Policía para que no haya retrasos en la atención o escasa información sobre el estado de salud de los inmigrantes.

De este modo, queda fijado que desde que haya conocimiento de la hora aproximada de llegada de una patera, Cruz Roja -que mantiene un convenio con Delegación para atender a pie de playa a los inmigrantes- informará de la situación con el máximo detalle al 112 para que active el dispositivo médico sin tener que esperar a que la embarcación llegue a la costa.

Así, el equipo del SUC movilizado se desplazará con rapidez a la zona para evaluar el estado de salud de los inmigrantes y derivarlos a los centros sanitarios. En los casos en los que sea necesario una segunda asistencia por recaída o empeoramiento, será el responsable de la Policía quien avise al SUC para que los examine y decida si los trasladan a un centro sanitario.

Los tiempos de salida de urgencias y hospitalización de los inmigrantes también serán fundamentales a partir de ahora, según sostuvo el consejero regional de Sanidad, Jesús Morera. Por eso se informará del alta de los pacientes con antelación, de tal modo que la comisaría o los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) estén preparados para recibir a personas convalecientes.

Morera especificó que aunque se dé el alta a los inmigrantes, éstos requieren de un tratamiento posterior, como cualquier otro paciente. No obstante, especificó, "el deplorable estado de salud" con el que llegan propicia la recaída de estas personas, tal y como sucedió el mes pasado.

Investigación judicial

Por eso defendió la actuación del servicio médico en la asistencia que dispensó a esa expedición y aseguró que no cree que se produzca ninguna imputación. "Tengo la conciencia tranquila porque se actuó correctamente", afirmó el consejero, quien informó que dentro de las diligencias policiales abiertas por este caso ya se ha tomado declaración a parte del personal médico implicado.

En cualquier caso, para hacer más eficaz la atención a los inmigrantes, el delegado anunció que la Policía facilitará un traductor que acompañe a estas personas cuando estén siendo asistidas por los facultativos para superar las barreras del idioma. "Es difícil saber qué le ocurre a una persona si el médico desconoce su lengua", señaló.

En este punto, Morera aclaró que la mujer que llegó con la primera expedición de febrero a Gran Canaria, y a la que fue necesario extirparle el útero, estuvo informada en todo momento de las consecuencias de la operación a través de un intérprete.

Hernández Bento expuso que trabaja para evitar que los inmigrantes dados de alta tengan que realizar el trámite administrativo derivado de la aplicación de la ley de extranjería en las comisarías. La intención es que se efectúe en los CIE, dado que poseen instalaciones más idóneas para su acogida.

No obstante, el delegado subrayó que si bien el centro tinerfeño de Hoya Fría es "modélico" el ubicado en Barranco Seco no le gusta nada. Hernández Bento reconoció que no reúne las mejores condiciones, por lo que anunció el compromiso del Gobierno central de presentar un plan de reforma integral del inmueble. Hasta que esto ocurra, aseguró, los inmigrantes, una vez terminan con los trámites administrativos, están siendo trasladados al CIE de Tenerife.

Desde 2005 hasta ahora han llegado a las Islas 61.895 inmigrantes en pateras. Solo en 2006, año en el que comenzó la crisis de los cayucos, arribaron a las costas canarias 30.554 personas. Gerardo Mesa Noda, presidente de Cruz Roja en las Islas, insistió en que el trato hacia ellos debe ser "especial" porque huyen del hambre y la persecución. "Además de la atención sanitaria, hay que acompañarlos para que noten que se les trata como las personas que son", insistió.

Mesa Noda reconoció que con el paso del tiempo los protocolos de atención se han ido humanizando, en contraste a lo que ocurría hace años en los que primaba controlar el número de personas que llegaban a las Islas de forma irregular. No obstante, el presidente regional de Cruz Roja señaló que no entiende la razón por la que la organización que preside no puede prestar asistencia social a los usuarios de los CEI de las Islas, tal y como ocurre en otras regiones. "Nosotros tenemos más sensibilidad. Los protocolos no son inamovibles y se van modificando según surgen las situaciones", recordó.

Hernández Bento confesó no estar contento con esta circunstancia y aseguró que el Estado se compromete a incluir a Canarias en el convenio nacional que regula esta atención en la próxima revisión del mismo.

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