Los socialistas canarios acogieron ayer con diversidad de posiciones la propuesta de la dirección del partido de aplazar el Congreso federal previsto para los días 21 y 22 de mayo. Pese a la aparente coincidencia de que asumen como lógico un retraso del evento para que el debate interno no interfiera en el proceso de intentar formar gobierno, los distintos sectores del PSC hacen distintas lecturas sobre el origen y las consecuencias del nuevo cambio de planes tras el retraso del Congreso aprobado ya el 30 de enero.

La dirección regional del PSC se mostró ayer muy cauta sobre el nuevo aplazamiento, pero en esencia comparte la idea expresada por Ferraz de "poner los tiempos de España por delante de los del partido" y esperar a que se forme un Gobierno. Otros sectores, sin llegar a cuestionar la decisión de la dirección federal, aseguran que el calendario y el contexto político actuales ya se conocían cuando en enero se pospuso el cónclave hasta mayo, y consideran que el partido debería ir a unas posibles nuevas elecciones el 26 de junio "con el liderazgo resuelto de una vez".

La propuesta de Ferraz, que tendrá que ser ratificada en un Comité Federal que hoy mismo será convocado para el sábado próximo, consiste en aplazar el Congreso hasta después de la formación de un nuevo gobierno en España, tanto si lo logra Pedro Sánchez antes de la fecha límite del 2 de mayo para la convocatoria automática de elecciones, como si éstas se llegasen a producir. El argumento de Ferraz es que el calendario del Congreso, que se tendría que poner en marcha entre el 11 y el 14 de abril , interfiere de lleno en el actual proceso para tratar de lograr la investidura de Sánchez. Se asegura que esta propuesta surge tras constatar "un amplio consenso" entre las distintas federaciones, aunque muchos en el partido constatan que fue de facto un planteamiento forzado por la federación andaluza y los partidarios de que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, acabe disputando el liderazgo a Sánchez.

El secretario de Organización de los socialistas canarios, Julio Cruz, afirmó sin conocer aún el detalle de la propuesta de Ferraz que "es evidente que es mejor despejar primero el problema de la formación de un Gobierno para España que despejar el debate interno del partido", y consideró que el "todo el PSOE es consciente de la necesidad de no tensionar el partido en estos momentos". En la línea de lo expresado por los socialistas andaluces, se remitió al debate que se abra a este respecto en el Comité Federal del sábado. "Vamos a ver qué planteamientos se hacen en ese día", recalcó.

Cabe recordar que la canaria fue una de las federaciones que forzó en enero, junto a Andalucía, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón, Extremadura y Valencia, la realización del Congreso federal en mayo frente a la idea del equipo de Pedro Sánchez de posponerlo a junio para que no interfiriera precisamente en las negociaciones de la investidura.

El aplazamiento sine die del Congreso es también aplaudido por otros sectores del PSC, como el que representa el portavoz en el Parlamento de Canarias, Iñaki Lavandera. "Es lógico que la celebración del Congreso se supedite al calendario institucional, afirma convencido de que "el liderazgo orgánico deberá resolverse con posterioridad" a un posible nuevo proceso electoral. Hacerlo antes, cree, "generaría imagen de división en plena campaña electoral" y supondría "estar dedicando esfuerzo a algo que no sería urgente". "Esto cae por su peso y creo que todo el mundo en el partido lo entiende así", afirma el portavoz parlamentario, para quien Pedro Sánchez está en todo caso "consolidado como candidato" a esas posibles elecciones en junio independientemente del posible debate posterior sobre el liderazgo socialista.

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Para los sectores más allegados a Sánchez, como el diputado regional Gustado Matos y el diputado nacional Sabastián Franquis, la actual situación viene determinada por el debate producido ya en enero. Matos cree "lo más razonable" aplazar ahora de nuevo el cónclave hasta ver si Sánchez logra o no la investidura antes del 2 de mayo, pero no cree que deba retrasarse hasta después de las posibles elecciones en junio. Reconoce que no tiene lógica empezar a recoger avales en pleno proceso de negociación de la investidura, pero considera que el PSOE "debe resolver de una vez la cuestión del liderazgo antes de un nuevo proceso electoral". Aunque reconoce un calendario difícil para ello, apuesta por un congreso que "confirme o resuelva liderazgos" antes de las elecciones.

Franquis, uno de los dirigentes canarios más cercanos al actual líder, comparte la idea de que el congreso debería haberse aplazado a junio ya desde enero y que la fecha decidida "se acordó tras un debate duro y con unas presiones concretas", pero que llegado este momento "no se han producido cambios sustanciales, ni hay razones nuev as para justificar un cambio de planes".