La comisión de estudio parlamentaria sobre la reforma del sistema electoral se constituyó ayer con el escepticismo de algunos grupos -Podemos y Nueva Canarias- y con la elección como presidente de la misma del veterano nacionalista palmero Antonio Castro, lo que suscitó la abstención de estos dos grupos. En su primera alocución, Castro afirmó que se trata de la comisión más importante de la legislatura en el Parlamento canario porque de su trabajo "depende el futuro de la representación política de la sociedad canaria y el funcionamiento de las instituciones".

Junto al dirigente nacionalista fueron designadas la socialista Ventura del Carmen Rodríguez, del PSOE, como vicepresidenta, y la diputada del PP Águeda Montelongo como secretaria.

Por lo pronto aún no está cerrado la posibilidad de que partidos sin representación parlamentaria puedan asistir como invitados a las sesiones de la comisión como es el caso de Ciudadanos, Izquierda Unida o Unidos. La formación naranja se quedó a escasos votos de entrar en el Parlamento en las elecciones de mayo pasado y presentó recientemente un escrito solicitando ser oída en la comisión.

Los primeros minutos de la comisión constituida ayer fueron a puerta cerrada hasta que fue elegida la mesa presidencial. Los grupos sí coincidieron en que las sesiones sean abiertas a los medios y retransmitidas por internet a través de la página web del Parlamento, aunque será la mesa de la comisión la que debe decidirlo formalmente. Además, también se debe acordar ahora el calendario de trabajo y de reuniones, que en un principio será cada dos lunes.

Frente al escepticismo de Podemos y NC tras las palabras pronunciadas por el presidente Clavijo en el debate del estado de la nacionalidad, el PP sí se mostró confiado en que los trabajos terminen con un cambio en el sistema electoral. Por su parte, CC defiende el diálogo sin descalificar las posiciones de otros partidos, incluidas las que defienden la triple paridad. El PSOE se esforzó en mantener una posición propia respecto a su socio de gobierno pero con la premisa de intentar llegar a un acuerdo. Finalmente, Casimiro Curbelo cree ineludible bajar las barreras electorales pero volvió a defender la triple paridad como garante del equilibrio entre las islas.