La implantación de una tarifa única para los vuelos interinsulares en Canarias supondría entre 25 y 35 millones de euros adicionales al coste anual de bonificación del 50% a residentes, que ascendió a 78 millones de euros en 2015. Así lo aseguró ayer la consejera regional de Transportes, Ornella Chacón, que apostó por impulsar esta medida en favor de la cohesión territorial, pero reclamó que el coste debe asumirlo el Gobierno central, que tiene la competencia directa en la regulación del transporte aéreo.

De los casi 2,8 millones de billetes emitidos el año pasado entre las Islas, 2,4 millones corresponden a ciudadanos que han acreditado su condición de residentes (el 85%).

Chacón abogó por establecer una tarifa única o plana "si finalmente entendemos que con la misma se consigue mejorar la accesibilidad y conectividad interinsular".

El portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, destacó que el coste de esta medida es "asumible" y lo cifró en 40 millones, de los que el Ejecutivo canario aportaría 20 millones con cargo a los 160 millones anuales del extinto Impuesto sobre el Tráfico de las Empresas (ITE) y los otros 20 millones los abonaría el Estado. Es más, planteó que se debe aspirar a una tarifa máxima entre Canarias y la Península.

Sin embargo, Chacón descartó su propuesta de recurrir a los recursos del ITE. A pesar de admitir que "no es mucha la cantidad a asumir" para instaurar la tarifa plana "no podemos olvidar el marco global de las necesidades de los canarios". "Debo ser consciente de la realidad económica y social de este Archipiélago", arguyó la consejera.

El mercado de los vuelos interinsulares está muy regulado y los operadores no pueden superar unas tarifas de referencia, inalterables desde 2013. A partir de esas tarifas algunas veces las compañías aplican descuentos que permiten ofertar precios por debajo de las tarifas de referencia.

Aún así, el precio de los billetes para viajar entre las Islas es elevado. "Resulta un 30% más barato volar a Londres, París o Ámsterdam desde Gran Canaria, que ir a Lanzarote", denunció el socialista Gabriel Corujo. Mientras que el diputado de Podemos Juan Márquez apoyó la iniciativa porque "busca la igualdad" entre los isleños, al tiempo que sugirió que "el que quiera un billete en primera clase que se lo pague, pero no con el dinero de los canarios" con la bonificación del 50%.

La parlamentaria del PP Águeda Montelongo reclamó activar cuanto antes la comisión de estudio sobre la situación del transporte aéreo en el Archipiélago. En ello coincidió Juan Manuel García Ramos, de CC-PNC, quien, además, denunció que existe "una especie de monopolio en el transporte interinsular de Canarias". "Hay una sola compañía, Binter Canarias y otra, Canaryfly, que establece una competencia que da que pensar".

El debate sobre el alto precio de los billetes entre islas llegó ayer también al Congreso de los Diputados, que aprobó por unanimidad una iniciativa con la que insta al Gobierno central a estudiar la viabilidad de establecer tarifa plana en los vuelos internos de Canarias y Baleares. La Comisión de Fomento debatió dos proposiciones no de ley, de Coalición Canaria (CC) y del PP, para abaratar el coste de los vuelos entre islas y asegurar que se hagan con carácter de servicio público, lo que conlleva compensación económica por parte del Ministerio de Fomento, informó Efe.

La diputada de CC Ana Oramas defendió la tarifa plana, que no sólo mejora la conexión, sino "aquilata" la cohesión social de las Islas y potencia su desarrollo económico.