"El recuerdo es, quizá, el único consuelo para las familias de las víctimas". María del Carmen Baena es la hermana del inspector jefe de la Policía Nacional José Manuel, asesinado por ETA en Pamplona en 1978. Baena apenas puede contener las lágrimas al recordar a los agentes de este cuerpo cuyas vidas fueron apagadas por el terrorismo. El primero fue el comisario Melitón Manzanas en 1968, en Irún, a manos de ETA. Los dos últimos, Isidro Gabino y Jorge García, fallecieron en un ataque suicida perpetrado por los talibanes, en diciembre de 2015, en la Embajada de España en Kabul.

Su memoria, al igual que la del resto de víctimas, estuvo presente ayer en el Palacio Militar de Las Palmas de Gran Canaria durante la inauguración de la exposición La victoria de la libertad: la Policía Nacional contra el terrorismo. Esta muestra mantiene vivo el recuerdo de los 188 agentes del cuerpo fallecidos en atentados terroristas, con especial mención a quienes perdieron su vida en acto de servicio.

Baena, como familiar de una víctima, pidió que los responsables paguen su condena y subrayó, a su vez, que el sacrificio de los caídos no ha sido en vano. Muy emocionada, expuso que ellos contribuyeron "con su sangre" a la victoria de la democracia sobre el terror, de la verdad sobre la mentira y del bien sobre el mal.

Un tiro por la espalda, diferentes artefactos explosivos o ametrallamientos se han cobrado la vida de estos agentes, quienes dejaron huérfanos a 222 niños. El 40% de las víctimas apenas tenía 30 años y el 60% llevaba menos de diez años en el cuerpo, según desveló Baena.

El subdirector general del Gabinete Técnico de la Dirección General de la Policía Nacional, José Manuel Pérez, resaltó en el acto que esta exposición surgió para que los miembros del cuerpo que han sido víctimas del terrorismo "no caigan en el olvido". El subdelegado del Gobierno en Canarias, Luis Molina, añadió, por su parte, que es una forma de expresar la gratitud a quienes perdieron la vida, una oportunidad para destacar su entrega y el valor a "no rendirse nunca".

La muestra podrá visitarse de forma gratuita en el Palacio Militar hasta el próximo 24 de abril, en horario de diez a una por las mañanas y de cuatro a siete y media por las tardes. La exposición consta de 150 elementos, entre los que destacan 16 paneles informativos, seis vitrinas, tres maniquíes y pantallas de vídeo.

La visita por la sala la conducen cuatro áreas, basadas en los principios que recoge la Ley de Reconocimiento y Protección de Víctimas del Terrorismo de 2011: verdad, justicia, memoria y dignidad.

Bombas lapa, lanzagranadas, morteros o detonadores forman parte de la muestra. Estas piezas encarnan la crueldad con la que los grupos terroristas han arrebato la vida de casi 200 agentes.

Una de las piezas que más llama la atención de La victoria de la libertad: la Policía Nacional contra el terrorismo es, sin duda, el rifle con el que ETA trató de matar al rey emérito Juan Carlos I en Palma de Mallorca hace 21 años.

Pero no es lo único destacable. También sobresalen los restos del explosivo del Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (Mpaiac) que mató en 1978 en La Laguna a Rafael Valdenebros, artificiero de la Policía Nacional, y un robot de los Tedax (Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos).

La capital grancanaria es la décimo sexta parada de esta exposición itinerante que realiza un viaje por toda España desde su nacimiento en junio de 2014 en Madrid.