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Los 'papeles de Panamá' Tensión en el Gobierno en funciones tras la renuncia

Montoro: "No se puede estar en el Gobierno y operar en paraísos fiscales"

Los ministros se sienten traicionados por la opacidad con la que José Manuel Soria gestionó la información sobre sus intereses en sociedades 'offshore'

Montoro: "No se puede estar en el Gobierno y operar en paraísos fiscales"

El Gobierno central demostró ayer estar tan confuso como las propias explicaciones de José Manuel Soria sobre la situación del ya exministro de Industria, Energía y Turismo en relación con su pasada y oculta participación en empresas en el exterior. Soria se va sin dar explicaciones; con la misma opacidad con la que gestionó sus intereses offshore. El sentimiento en el Ejecutivo y en el seno del PP es, ni más ni menos, que de traición. Sólo el presidente supo a última hora de la noche del jueves cuáles eran las intenciones del canario. El resto de sus compañeros, como los españoles, lo conocieron al tiempo que desayunaban.

Soria, según fuentes cercanas, telefoneó a Mariano Rajoy después de haber pasado toda la tarde preparando su comparencencia en el Congreso a puerta cerrada en su despacho. Ajeno a los movimientos y el nerviosismo de la dirección del PP. Fue la conciencia de la situación de fragilidad por la que pasa el partido, acuentan, lo que le llevó a dar el paso.

La vicepresidenta y portavoz del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, se escudó en el secreto de la deliberaciones del Consejo de Ministros para negarse a concretar si Rajoy había informado a su gabinete de la conversación que él mismo mantuvo con Soria en relación con la renuncia. Si lo hizo, desde luego, no sirvió para atemperar los nervios.

La situación para los miembros del Ejecutivo durante la mañana de ayer era de evidente tensión. Y esa se trasladó luego al habitual y posterior encuentro con los medios.

Sáenz de Santamaría evitó aclarar las razones reales por las que el Ejecutivo cree que el dirigente canario ha renunciado a todos sus cargos, y si se cree o no sus versiones sobre la aparición de su nombre en los papales de Panamá y en documentos que lo vinculan a entidades en paraísos fiscales. También eludió aclarar si procede o no una posible investigación fiscal sobre el patrimonio de Soria en esas entidades.

"Lo que no puede hacer el Gobierno es vulnerar a nadie el derecho a la presunción de inocencia", afirmó Sáenz de Santamaría tras varios intentos de los periodistas porque entrara en el fondo de la renuncia de Soria.

Fue el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro quien finalmente se atrevió con una respuesta más contundente: "nadie puede estar en el Gobierno si ha operado desde paraísos fiscales".

"Quienes tenemos responsabilidades políticas tenemos unas obligaciones y ser conscientes de los límites de esas obligaciones". "Con toda claridad y rotundidad, no conocemos el caso concreto, pero está claro que si hay cualquier indicio legítimo de sospecha, no se puede estar en el Gobierno en esas condiciones", subrayó.

El titular de Hacienda no confirmó hasta qué punto las informaciones y la documentación conocida sobre la participación de Soria hasta el 2002 en empresas ubicadas en Bahamas y Jersey constituyen o no materia para que entre de oficio la Agencia Tributaria a investigar la legalidad de ese patrimonio oculto. Se escudó en la obligada, por ley, confidencialidad de las actuaciones de este organismo en relación con "contribuyentes concretos", aunque aclaró que actuaría "de oficio en relación con las informaciones que van apareciendo". Aprovechó además para pedir a los medios que están difundiendo los documentos que señalan a Soria y a otros mencionados en los papeles de Panamá que los trasladen a las autoridades fiscales.

Sáenz de Santamaría, más esquiva, trató de centrar el mensaje de la asunción de responsabilidades políticas por parte de Soria y la importancia de ese gesto, pero no fue capaz de elaborar un relato político coherente sobre la situación. Afirmó, eso sí, que el exministro "ha hecho un ejercicio de responsabilidad que le honra al asumir esa dimisión desde el punto de vista personal para no perjudicar a su Gobierno, a su presidente y a su partido".

"Ha cumplido como ministro y ha sido un buen compañero de gabinete", resaltó la vicepresidenta de Soria, que quiso destacar que "desde el Gobierno queremos poner en valor el esfuerzo de su trabajo a lo largo de toda esta legislatura en un área y ministerio muy complejo en el que se han hecho muchas reformas y que estaba trabajando por la revitalización industrial".

La número dos del Ejecutivo en funciones tampoco aclaró si Mariano Rajoy va a comparecer en el Congreso para explicar las razones de la renuncia del ya ex ministro una vez que se da por decaída la comparecencia del propio Soria en la comisión de Industria, Energía y Turismo que se había previsto para el próximo lunes. En su respuesta sugirió que no se atenderá esta reclamación de la oposición, toda vez que Soria ha asumido sus "responsabilidades políticas", pero tampoco la descartó expresamente.

Y es que pese a la salida de Soria, algunos partidos de la oposición consideran que el Gobierno debe ofrecer explicaciones sobre las informaciones que en los últimos días han ido dejando en evidencia el patrimonio opaco de la familia Soria.

Desde el PSOE se reclamó la presencia del presidente en la Cámara Baja y lo hizo también el líder de Ciudadanos Albert Rivera o el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien apuntó que la "dimisión" del ministro de Industria y ha afeado a Mariano Rajoy que "ni siquiera" haya sido "capaz de adelantarse".

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