La destitución de Rafael Castellano como gerente de Gesplan en agosto de 2015 marcó un punto de inflexión en la empresa pública, acusada de ejercer "competencia desleal" por diversos operadores de la planificación urbanística. De hecho, asumió de todo, desde obras en carreteras hasta la elaboración de planes generales de ordenación y los planes de modernización turística.

Gesplan protagonizó "prácticamente un monopolio tremendamente agresivo que ha tenido consecuencias lamentables para la estructura profesional en las Islas", con la desaparición de oficinas de urbanismo, protestó el decano del Coiac, Joaquín Mañoso, para quien este "monopolio ha impedido un desarrollo natural de las pequeñas empresas de planeamiento que había y ahora quedan muy pocas".

Vicente Boissier, del Colegio de Arquitectos de Gran Canaria, confía en que la incorporación de Beatriz Calzada al frente de Gesplan suponga un cambio de rumbo y ésta sea una empresa sólo de gestión, no para redactar proyectos.