Fernando Clavijo volvió a desplegar ayer su conocida estrategia de real politic para conectarse a los polos de poder en Madrid, más o menos la misma que siempre a mantenido CC, aunque con una visión quizá mucho más seráfica. Exquisito en el trato hasta el extremo, Clavijo evitó en su primer Fórum Europa en el Ritz como presidente (había participado antes como alcalde de La Laguna) cualquier pista que los inversores presentes pudiesen identificar con una mayor cercanía hacia alguno de los dos grandes (pero menos) partidos estatales.

En las vísperas de una más que probables nuevas elecciones y ante la incertidumbre que se sigue cerniendo sobre la futura gobernabilidad del país, el dirigente nacionalista se esmeró en demostrar equidistancia por más que ayer presentara como uno de los activos de su gobierno la estabilidad política que rige el pacto canario.

También las direcciones de PP y PSOE acudieron a la cita con el mismo grado de cercanía hacia el presidente canario, al que arroparon con el mismo nivel de representación. Sus respectivos números dos, César Luena como secretario de Organización de PSOE, y Dolores de Cospedal como secretaria general del PP, aplaudieron casi hombro con hombro desde la mesa más cercana al orador. Muy cerca, Ana Oramas, la diputada del PP, escuchaba a su ahijado político pensando ya en una nueva campaña electoral en la que tendrá que volver a hacer equilibrios entre unos y otros tras su frustrante apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.

Al final, todos los golpes se los llevó la formación de Pablo Iglesias. Clavijo reivindicó la gestión política frente a "la política de gestos y titulares" que practica Podemos y que a su juicio "está vacía de contenido". Puso el referéndum de Podemos sobre el pacto PSOE-C,s como ejemplo de esa política en la que no hay explicación de las medidas que se proponen. Según dijo, el programa económico de Podemos lo que haría es "ahuyentar" la inversión y que los empresarios trasladasen sus negocios "a otros países", preguntándose de dónde sacaría la formación morada los 90.000 millones que cuesta su propuesta de incremento de gasto público".