José Manuel Soria puso ayer punto final a su carrera pública. Los papeles de Panamá y la gestión que ha hecho de la aparición de su nombre en ellos durante los últimos días terminaron por acorralarlo hasta el punto de que sus más allegados en el Partido Popular (PP) le hicieron entender que se había convertido en un lastre para la formación. A través de un comunicado, abandonó ayer "todo tipo de actividad política" y se marcha sin dar explicaciones.

El paquete incluye la renuncia expresa a continuar como ministro en funciones de Industria, Energía y Turismo, la entrega del acta de diputado y la dimisión como presidente del PP canario. En solo cinco días, desde que el lunes se hizo pública la aparición de su nombre en los documentos del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, se han esfumado de un plumazo más de 20 años de carrera política no exenta de episodios discutibles.

Soria circunscribió los hechos a actividades empresariales anteriores a su "entrada en política", si bien, varios de los documentos que han aparecido en los últimos días le sitúan en situación de activo en defensa de intereses privados cuando ya ejercía como alcalde de la capital grancanaria.

La discusión a voces en los pasillos del Congreso de los Diputados que mantuvieron el martes él, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, y el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, hacía prever un desenlace de esta naturaleza. Sin embargo, en política casi siempre queda tiempo para hacer retornar las aguas a un cauce que discurra entre los márgenes de lo aceptable. No fue el caso, sino, más bien, todo lo contrario.

Ya era alcalde

El empeoramiento del panorama para los intereses de Soria alcanzó el punto más elevado el jueves, cuando El Mundo reveló la presencia de los hermanos -José Manuel y Luis, también este exconsejero del Gobierno de Canarias- en Mechanical Trading Limited, registrada en el paraíso fiscal de la isla británica de Jersey. Las firmas de ambos aparecían en el acta de disolución de la sociedad, hecho que se produjo en 2002, siete años después de que el exdiputado iniciara su serie de ocho como alcalde de Las Palmas de Gran Canaria.

Nubarrones de ese tamaño variaron el estado de opinión en La Moncloa. Desde el mediodía de anteayer, el tiempo se dedicó a preparar la salida motu proprio, el último servicio ante la evidencia de que la situación no era sostenible. De ese modo, se evitaba además la anunciada comparecencia del lunes en el Congreso de los Diputados. Esta semana, José Manuel Soria ha ofrecido versiones que nuevas informaciones han desmontado en el plazo de horas, lo que le ha costado perder confianza y defensores a marchas forzadas.

El dimisionario afirmó que no tenía prevista la retirada de la vida pública y vinculaba la duración de esta al tiempo que Rajoy decidiera prolongar la suya. Ya está claro que no será así. El mismo jueves por la tarde, el presidente del Gobierno en funciones y Cospedal perfilaron el cómo de la renuncia. Para entonces, Soria había claudicado en su intención de salir victorioso de la intervención parlamentaria del lunes.

El Confidencial y La Sexta iniciaron la semana desvelando la presencia del exministro como administrador de UK Lines Limited, una empresa opaca radicada en Bahamas, puesta en marcha por Mossack Fonseca, extinguida en 1995 y en la que José Manuel Soria fue durante dos meses administrador antes de ser relevado en dicho cargo por su hermano Luis.

El exministro canario aguantó el primer asalto negando la mayor: desconocía qué hacía su nombre en esos papeles. El martes apareció otra UK Lines, residenciada en Reino Unido y con la que Soria aseguró que la empresa familiar solo mantuvo relaciones comerciales. Poco después admitió que la fundó su padre, al que él sucedió.

Perdido el sustento en una planta, el colapso del edificio llegó de inmediato. El expresidente del PP de Canarias admitió su participación como administrador en Oceanic Lines Limited, filial británica del negocio familiar, sustituta de UK Lines en 1997. Defendió entonces que en nada existe fricción entre esta actividad y su faceta política, pero dejó desnuda su afirmación del lunes de estar totalmente alejado del mundo de la empresa desde que irrumpió en la vida pública.