El presidente tinerfeño Carlos Alonso volvió a criticar la gestión de la dependencia que realiza el Gobierno canario, que en esta legislatura está en manos de la vicepresidenta del Ejecutivo Patricia Hernández. El dirigente nacionalista fue categórico y aseguró que la política de las dependencia sólo mejorará cuando se transfiera a los cabildos. Pese a esta opinión, Alonso no cree que sus críticas a determinados consejeros del Gabinete cuestionen el pacto entre su partido y los socialistas: "Son las mismas críticas que hacía al Gobierno anterior cuando las consejerías de Sanidad o Políticas Sociales estaban en manos de Coalición Canaria".

"Los compañeros de Coalición Canaria de Gran Canaria me tiraban de las orejas por criticar la gestión de los consejeros de aquí pero yo tengo que defender el interés de la isla de Tenerife. Si criticaba antes a Brígida Mendoza o Inés Rojas no tengo porqué cambiar ahora que esas consejerías están dirigidas por el PSOE", añadió Alonso.

El presidente insular explicó que Tenerife tiene algunos problemas importantes que son competencia del Gobierno canario como es el caso de carreteras, sanidad o dependencia. A pesar de que buena parte de la conferencia de Alonso se centró en el empleo, estos asuntos son también importantes para la isla: reducir la congestión de tráfico en las carreteras de Tenerife, disminuir las listas de espera en dependencia y poner en marcha cuanto antes los nuevos hospitales de la isla.

El Cabildo de Tenerife está ayudando a resolver estos problemas pero Alonso urgió a la necesidad de solucionarlos cuanto antes "y es el Gobierno canario el que debe hacerlo porque es su competencia". El presidente tinerfeño fue claro y aseguró que sean quienes sean los partidos que formen parte de la Comunidad Autónoma, es el Ejecutivo el que tiene que resolver, por ejemplo, los retrasos en los trámites de la dependencia para que las personas evaluadas accedan a las ayudas.