El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, se ha mostrado hoy partidario de estudiar cambios en el régimen actual de excedencias de los jueces, de manera que "se enfríen una serie de años" antes de volver a los juzgados si han desempeñado un cargo político.

Catalá se ha referido así, en una entrevista en 13tv recogida por Efe, a la posibilidad que tienen actualmente los jueces de pedir excedencias para tener cargos políticos y luego volver a la judicatura.

La pregunta la ha contestado a raíz de la situación de la diputada por Podemos y juez en excedencia Victoria Rosell, quien ha renunciado a la Diputación Permanente del Congreso tras ser admitida a trámite una querella contra ella y quien podría, si no repite como diputada, volver a su juzgado y enfrentarse a la decisión de abstenerse o no de la causa que ha generado su imputación.

La renuncia a la Diputación Permanente de Rosell supone que, cuando se disuelvan las Cortes el próximo 2 de mayo, la juez en excedencia dejará de ser diputada y, por tanto, aforada.

El ministro ha explicado que, en general, "hay mecanismos de abstención y recusación", ya que el juez puede apartase de un caso por causas subjetivas y, si no lo hace, le pueden recusar las partes.

No obstante ha expresado su preocupación por el hecho de que los jueces entren y salgan en política, algo que "no puede ser así", por lo que ha propuesto cambiar el régimen actual, no sabe si "por una incompatibilidad absoluta" pero sí "por un enfriamiento una serie de años".

Catalá ha precisado durante su intervención que "el aforamiento no es ningún privilegio", sino que en ocasiones supone "un riesgo" porque "te enjuician jueces de mayor cualificación".

Sobre la situación actual de la Justicia y los cambios que necesita para ser más ágil y efectiva, Catalá ha destacado las iniciativas que ha tomado desde que está en el Ministerio y, a preguntas de los periodistas sobre la movilidad de los magistrados, ha dicho que "igual hay que pensar en que no puedan cambiar de destino con tanta facilidad".

Preguntado por el hecho de que haya personas imputadas por delitos graves pero que no están en prisión preventiva, como los miembros de la familia Pujol, el ministro ha reconocido que a veces "la Justicia es muy lenta" y ha sostenido que en el caso de los Pujol ingresarían en prisión "cuando el juez tenga indicios" para ello.