La secretaria general de Podemos en Canarias, Meri Pita, expresó ayer su "indignación y preocupación" por el encuentro entre el empresario e imputado Miguel Ángel Ramirez con el magistrado Salvador Alba, cuyos informes avalaron la admisión a trámite de una querella contra la exjuez y exdiputada morada por Las Palmas, Victoria Rosell.

"Llevo más de 30 años en la administración de Justicia y no había visto nada parecido, es muy preocupante, porque sin independencia judicial no hay democracia", indicó en un comunicado. Según Pita, "ya sabíamos de la utilización de los instrumentos del Estado en favor de intereses partidistas y en contra de Podemos, pero esto transgrede todos los límites, evidencia que es necesaria una regeneración profunda, de la Justicia y de todos los aparatos del Estado".

Por su parte, el principal candidato de Izquierda Unida, Alberto Garzón, afirmó que las revelaciones "ponen en duda el propio sistema judicial" y evidencian la "instrumentalización" de la Justicia existente en España. A pesar del "esfuerzo honrado de muchos jueces", según informó Efe, la Justicia sigue siendo un "instrumento del Gobierno para forzar las decisiones y convertir en batallas partidistas y políticas lo que deberían ser unos veredictos asépticos".