"Ahora sabemos que el informe [que el magistrado Salvador Alba envió al Tribunal Supremo] y la declaración [del empresario Miguel Ángel Ramírez] que acompañó al parecer estaban amañados o preparados en mi contra y la verdad es que es impactante". Así lo declaró a la Cadena Ser la magistrada Victoria Rosell. Ambas pruebas resultaron determinantes para que el Tribunal Supremo decidiera abrir una investigación contra ella, tras admitir a trámite una querella interpuesta por el exministro José Manuel Soria por delitos de retardo malicioso en la Administración de Justicia, prevaricación y cohecho.

Una grabación de audio revela que Alba, que sustituyó hasta el 3 de mayo a Rosell en el Juzgado de Instrucción número 8 de la capital grancanaria, preparó el interrogatorio de Ramírez para perjudicar la carrera política de la exdiputada de Podemos por Las Palmas, a cambio de archivar la investigación que ella había abierto contra el empresario por presuntos delitos de fraude a la Seguridad Social y a Hacienda.

"Si es impactante oír a un cargo policial o a un cargo del PP perder su neutralidad política y decir las cosas que han dicho de Podemos, oír a un juez es sobrecogedor", añadió la exparlamentaria de la formación morada, que insistió en que los informes del magistrado, solicitados por el Alto Tribunal en los que advertía del retraso en la causa de Ramírez, "no tenían nada que ver con la realidad y contenían unos elementos claramente falsos".

Tras la grabación, Rosell estima que "ahora se explican muchas cosas" . De hecho, le había sorprendido que Soria ampliase su denuncia y pidiera como diligencia que se solicitase un informe al juez Alba. "Esto no es ni un documento, ni pericial ni testifical; es una prueba realmente extraña. Me pareció raro que se propusiera al Tribunal Supremo y éste lo admitiera", indicó la juez.

Respecto a si adoptará alguna actuación legal contra el magistrado, Rosell no ha tomado aún la decisión y lamentó que está "saturada", pues "ha sido difícil compatibilizar la actividad parlamentaria con todos los escritos, demandas, contestaciones y recursos" que ha tenido que presentar para defenderse. "Siempre que me han dejado explicarme me han archivado o me han dado la razón", apostilló.

Asimismo, destacó que las dos pruebas en las que se ha basado la admisión de la querella "pueden estar contaminadas e incluso ser constitutivas de delitos".

La magistrada, en declaraciones a La Sexta, quiso separar estos casos "excepcionales" del resto de la carrera judicial, sobre todo los jueces unipersonales, a quienes "indignan este tipo de maniobras para favorecer un interés político o perjudicar a una compañera por motivos ideológicos o personales".

Rosell dejó abierto su futuro y no aclaró si se volverá a presentar a las elecciones generales del 26 de junio. Admite que está en una situación "realmente complicada porque no hay mucho tiempo". La grabación "me parece un torpedo en la línea de flotación de lo que me han querido construir con esta querella, pero hay que decidirse y presentarse o tomar posesión en el juzgado entre el 18 y el 23 de mayo", agregó Rosell, que, si concurre a los comicios, le gustaría "ir completamente limpia, no suponer un lastre" ni para ella ni para su "entorno, ni para Podemos". Avanzó que, si finalmente resulta imputada, "por supuesto" que dejará la política.

El Consejo General del Poder Judicial aprobó ayer el regreso de Rosell a su plaza. Tiene hasta el 1 de junio para reincorporarse.

El 23 de mayo acaba el plazo para que los partidos presenten sus candidaturas para las elecciones.