La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Elías Castro Feliciano

"Es difícil creer que Europa permita la tarifa plana si supone un monopolio"

"Me consta que hay planes de renovación de flota parados hasta que se aclarn las nuevas condiciones", asegura el director general de Transportes del Gobierno Canario

¿En qué punto estamos del debate sobre la tarifa plana? ¿Es viable este mecanismo con los operadores y el actual sistema de transporte que tiene Canarias?

Lo primero que hay que dejar claro es que el sistema de transporte de Canarias representa un conjunto, por lo que no podemos ni debemos tratarlo aisladamente en subsectores. Esta Dirección General no conoce documento alguno que se haya elaborado por el Ministerio en relación con la tarifa plana. La realidad es que el mercado en Canarias es competitivo y en el mismo pueden concurrir distintos operadores en una actividad que funciona sin ayudas públicas más allá de las bonificaciones a los residentes, salvo en los casos de El Hierro-Gran Canaria y La Gomera con Tenerife y Gran Canaria, líneas que sí están subvencionadas.

¿Afectaría este nuevo sistema a las obligaciones de servicio público?

Hay que puntualizar que todas las rutas interinsulares son obligaciones de servicio público, porque así está regulado por el Estado al tener que cumplir una serie de requisitos que puede desarrollar cualquier operador que esté dispuesto, entre ellos las frecuencias mínimas a cubrir en cada ruta. Es incierto que el mercado canario esté cerrado a cualquier operador aéreo, por lo tanto creemos desde la Dirección General de Transportes que no es fácilmente vendible pensar que la Unión Europea va a poner coto al libre mercado existente en Canarias mediante una tarifa que obligaría a cambiar la bonificación al residente por la subvención al operador. No obstante, bienvenida sea cualquier alternativa que se ponga sobre la mesa para abaratar el coste del transporte interinsular de viajeros en las Islas, de hecho nosotros venimos trabajando con Aviación Civil para avanzar en soluciones de esta naturaleza, porque lo que más nos preocupa es cómo tratar de forma especial a los que son distintos, que es el caso del transporte aéreo de los residentes en las islas menos pobladas.

¿Eso significa que las condiciones no son las mismas en función de la isla en la que se viva?

El problema no es sólo cuánto cuesta el billete, sino que les es más caro viajar a lo largo del año y tienen que dedicar más de su renta disponible a pagarse sus costes de transporte. Por eso buscamos que en la reformulación que se haga de la política de las bonificaciones a la residencia, tanto aéreas como marítimas, deban considerarse estas circunstancias, es nuestro reto fundamental. También lo que nos preocupa de este debate es que se puedan sacar a la luz alegremente determinados temas que pueden generar preocupación entre los operadores de transporte en Canarias, tanto marítimos como aéreos, hasta el punto de que me consta que determinados planes que estaban en marcha para la renovación de flota están en estos momentos puestos en cuestión hasta que se aclare en qué condiciones va a continuar el mercado. Una cosa es aumentar los niveles de bonificación que tienen los residentes y otra cosa es cambiar el sistema de transporte interinsular de forma radical y pasar de un mercado libre bonificado a uno subvencionado.

¿Y cuáles son las consecuencias de un mercado subvencionado?

Si se implantase la tarifa plana, no quedaría más remedio que llegar a un mercado subvencionado. En este modelo el operador no va a poner un servicio en el mercado por debajo de su coste perdiendo dinero, ya que si lo pierde porque la Administración le obliga, le tendrá que compensar. Este tipo de mercado daría lugar a una licitación pública, sea línea por línea o del conjunto del sistema, lo que supondría entrar en un mercado intervenido en el que es previsible que la Unión Europea nos ponga muchos problemas, porque sólo podría operar el que gana el concurso, es decir, en un régimen de monopolio. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la línea El Hierro-Gran Canaria, ruta que no puede operar nadie que no sea Binter porque ganó el concurso. También ocurre lo mismo con las líneas Tenerife Sur-Gran Canaria o La Gomera con Tenerife o Gran Canaria. Este tipo de ejemplos serían extensibles a todas las líneas. También tenemos otro ejemplo en el transporte marítimo, concretamente en la línea El Hierro-Los Cristianos que igualmente es una ruta intervenida que nos cuesta a todos los canarios 4,5 millones de euros cada año, con seis frecuencias semanales para que El Hierro no se quede sin servicio marítimo. Reitero que cerrar el mercado a la competencia e intervenirlo con una tarifa única no es algo fácilmente vendible en Bruselas, porque no es la filosofía comunitaria habitual. Ahora bien, nuestra política es que cuantos más recursos lleguen a nuestro sistema público de transporte, mejor que mejor.

No es la primera vez que se plantea el debate de la tarifa plana, aunque había quedado relegado y ahora Baleares lo ha vuelto a sacar. ¿Los dos archipiélagos tienen las mismas condiciones?

Este debate es viejo y ahora se ha abierto de forma casual. Me gustaría remarcar que nuestro sistema público de transporte, tanto aéreo como marítimo, es algo muy serio y trascendental para Canarias, por lo tanto no lo podemos abrir en canal si no tenemos datos ciertos que nos aseguren que vamos a dar un salto cualitativo para mejorar. La ministra dice ahora que no habría dificultades presupuestarias y damos la bienvenida a esa generosidad, aunque sea en tiempo preelectoral. Hay que recordar que en estos últimos cuatro años el Ministerio nos quitó dinero del transporte terrestre, de tal forma que de 30 millones anuales lo bajó a 25 millones porque sí. Si ahora no hay problema para financiar la tarifa plana, ¿por qué nos quitó fondos para el transporte regular? Los precios de las guaguas de viajeros son caros y por eso tendríamos que decirle a la ministra que mejore la financiación del transporte terrestre, que sí afecta al día a día de los ciudadanos más que el avión. El transporte urbano e interurbano mueve a más de 50 millones de viajeros al año, mientras que el transporte aéreo lo usan unos 2,7 millones y el marítimo sobre los cinco millones anuales.

¿Significa que no ve tan claros los beneficios que supondría para Canarias la tarifa plana?

Nos han quitado dinero del transporte regular de viajeros, por lo que nuestra primera reivindicacion es que se aumente, porque afecta más directamente a todos los canarios. Las empresas del sector están deficientemente financiadas y ahí es donde el Ministerio debería retratarse si quiere considerarnos ciudadanos en igualdad de condiciones que los del resto del Estado. En el caso del transporte marítimo, financiar el 25% a los pasajeros y el 50% en las líneas de La Graciosa y El Hierro le supone a la Comunidad Autónoma 26 millones de euros anuales; en este caso el Ministerio nos podría ayudar con más fondos para que no nos cueste tanto a todos los canarios viajar en barco, porque, además, no se debe olvidar que también se transportan las mercancías. Por otro lado, la subvención del billete aéreo le cuesta al Estado unos 80 millones anuales y con 20 millones más abarataría el precio del avión a los canarios que residen en las islas no capitalinas, que tienen que gastarse más dinero en viajar a las islas capitalinas para asuntos como médicos, estudios y otras cuestiones que no están en sus islas de residencia. Con todo esto quiero decir que si la ministra quiere poner 20 o 30 millones de euros más en el sistema de transporte de las Islas, que nos lo dé a nosotros, que sabremos cómo emplearlo en beneficio del mayor número posible de canarios. La ministra nos debe explicar qué va a hacer para que no se modifique el actual sistema de transportes, porque estamos ante un modelo de tarifa plana que no tiene mucha consistencia. Si lo que que se pretende implantar es un monopolio, la calidad del servicio va a bajar, eso es indudable, tanto en el transporte aéreo como en el marítimo, que también tendrá que entrar en este presumible modelo.

Hay mucho debate sobre si es caro para los canarios viajar entre las Islas o a la Península. ¿Podrían ser más baratos los traslados?

El modelo de transporte aéreo en Canarias tiene una vertiente sobre la cual hay que decidir: o queremos frecuencias o queremos precios, las dos cosas a la vez no pueden ser. A mí me gustaría que los precios por viajar fueran más baratos, pero hay que saber el promedio que cuesta viajar en las Islas. Ahora mismo la media de gasto por viajar en las Islas fue de 65,7 euros en 2014 y de 66,2 euros en 2015 sin el descuento de residente. Una de las cosas que más me preocupa es que los turistas que vienen a las Islas se puedan mover entre las islas a unos precios más asequibles, porque la media para un no residente es de 132 euros entre una isla y otra, y eso sí es caro. Por eso estamos trabajando en analizar qué otros modelos son posibles para que esto no suceda. Esta situación también es extensible a las conexiones con la Península, donde hay más competencia, aquí los precios medios se mueven en torno a los 250-270 euros ida y vuelta.

¿Y qué alternativas se proponen?

El Parlamento canario ha constituido una comisión de estudio sobre el transporte en Canarias que se iniciará en septiembre y se trata de un marco fenomenal para debatir la realidad con argumentos, porque podremos abordar con rigor la situación del transporte y explicar a los ciudadanos por qué cuestan lo que cuestan todas las modalidades de transporte. En este marco también hay que debatir el grave problema de movilidad interior que existe en las Islas y que sí afecta a un gran número de canarios. Entendemos que, siendo interesante el transporte aéreo y el marítimo, es la conexión interna una de las asignaturas pendientes y tenemos que apostar claramente por un modelo distinto al que ha imperado hasta ahora.

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