El Gobierno en funciones decidió ayer el ascenso, con carácter honorífico, de 22 militares y guardias civiles retirados por incapacidad o fallecidos en acto de servicio, entre ellos el de las cuatro personas que murieron en el accidente de un helicóptero del SAR en 2014 en el océano Atlántico cerca de la costa de Gran Canaria.

El Consejo de Ministros aprobó dos reales decretos por los que se promueven al empleo superior, con carácter honorífico, a miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil retirados por incapacidad permanente para el servicio en acto de servicio y, con carácter honorífico y a título póstumo a miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil fallecidos en acto de servicio.

En el caso de las Fuerzas Armadas, el expediente se iniciará de oficio y deberá finalizar con la concesión del empleo superior con carácter honorífico siempre que el retiro, la resolución del compromiso o el fallecimiento se haya producido en acto de servicio, o como consecuencia del mismo, salvo que exista propuesta motivada contraria al ascenso.

Por fallecimiento en acto de servicio se promueve a comandante del Ejército del Aire a Daniel Pena. También se ha ascendido a capitán del Ejército del Aire a Carmen Ortega y a Sebastián Ruiz. Por último, a sargento 1º del Ejército del Aire se promueve a Carlos Caramanzana. Los cuatro resultaron fallecidos en acto de servicio cuando desarrollaban unas maniobras nocturnas en las aguas que separan Gran Canaria de Fuerteventura y en una zona próxima la costa de la primera de dichas islas.