¿Cómo ve la situación político-judicial que se ha creado en torno a Victoria Rosell, Salvador Alba y José Manuel Soria?
En primer lugar, es muy triste que uno de los pilares básicos del Estado democrático de derecho esté en tela de juicio. Ver cómo sistemáticamente en los últimos años se ha judicializado la política y politizado la justicia... Asisto a eso con preocupación y con tristeza, porque la separación de poderes es fundamental para que la mesa de la democracia, que tiene tres patas, se mantenga estable. Y escuchar a jueces denunciándose, metiéndose con la fiscalía, haciendo exactamente lo que ellos han criticado que han hecho los políticos, activando o no procesos judiciales cerca de las elecciones para intentar influir, es triste y preocupante. Creo que el país en general debería reflexionar; hay determinadas profesiones que no pueden verse mezcladas con la política. Si separamos los poderes, los separamos. No puedes pedir que los jueces del Tribunal Supremo y del Constitucional los elijan solo los jueces y luego resulta que los jueces sí se pueden presentar a unas elecciones y quince días después volver a su juzgado y seguir juzgando, cuando se han presentado por un partido político. Si separamos los poderes del Estado los separamos de verdad. Los jueces, o dejan su carrera judicial para siempre o no pueden estar en un partido político y luego volver a ser jueces. Esa reflexión se tendría que abrir.
¿No es el mismo problema que el de las puertas giratorias entre la política y las grandes empresas?
Pero es que los políticos que pasan luego a consejos de administración no juzgan sobre la privación de la libertad a una persona. De hecho, eso está realmente bastante legislado de tal forma que cuando sales de la política tiene que pasar un periodo de tiempo para que no afecte a tus acciones de Gobierno, hay una incompatibilidad mínima de dos años. Eso está legislado y transparentado, lo otro no.
Precisamente, usted eligió a un reconocido representante de los empresarios para ocupar la cartera de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento ¿Está llamado Pedro Ortega a ser el nuevo líder de CC en Gran Canaria, el que dé el empujón al partido en esta isla?
Eso lo tienen que decidir los compañeros de Gran Canaria. Qué duda cabe que él es un ejecutivo de éxito que ha tenido puestos de representación importantes, sobre todo en Asinca, que no solo está haciendo un gran trabajo en el Gobierno sino que es una persona de mucho prestigio en Gran Canaria. Pero será el partido en Gran Canaria el que deba tomar esa decisión. Y él personalmente, claro.
