El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han archivado las quejas del magistrado Salvador Alba contra la juez Carla Vallejo, que le sustituyó en el Juzgado de Instrucción número 8 de la capital grancanaria a principios de mayo.

Alba presentó a la Sala de Gobierno del TSJC una queja contra Vallejo al considerar que la juez debía renunciar a la causa contra el empresario Miguel Ángel Ramírez por presunto fraude fiscal millonario porque existe una "relación de estrecha amistad" entre Vallejo y la magistrada y exdiputada de Podemos Victoria Rosell, que abrió el procedimiento contra el dueño del Grupo Ralons en 2014. El magistrado elevó idéntica denuncia ante el Poder Judicial.

Sin embargo, tanto el presidente del TSJC, Antonio Doreste, como el Promotor de la Acción Disciplinaria del CGPJ, Antonio Fonseca-Herrero, han dado carpetazo a las protestas de Alba al no apreciar irregularidad alguna en la actuación de la juez, según fuentes judiciales.

En cambio, ni el órgano de gobierno de los jueces ni el TSJC consideran que hay razones suficientes para abrir un expediente a Vallejo y reprobarle, ya que valoran que no queda probada su "amistad íntima" con Rosell. Ambos órganos desestiman los argumentos esgrimidos por Alba y creen que Vallejo actuó con "imparcialidad" en la causa contra el empresario, indicaron las mismas fuentes, por lo que descartan aplicar medidas disciplinarias.

A mediados de agosto, el magistrado de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas reclamó al TSJC actuar de oficio para aclarar si existía causa de abstención por parte de Vallejo, dada su amistad con Rosell. De hecho, aportó en su documentación diversos mensajes de Vallejo en Twitter desde octubre de 2015, en los que la juez felicita al líder de Podemos, Pablo Iglesias, por apostar por Rosell para encabezar la lista al Congreso por Las Palmas en las elecciones del 20 de diciembre, además de otros tuits en los que respalda a su compañera al reenviar mensajes en los que se condena el "uso partidista de las instituciones", así como en otra ocasión publicó una fotografía con un grupo de juezas, entre las que estaba Rosell, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ, Ángeles Carmona, mujeres a las que reconoció que admira.

Alba presentó sus quejas tras dejar el juzgado y al ser relevado por Vallejo, a quien Miguel Ángel Ramírez entregó el 11 de mayo una grabación en la que supuestamente ambos prepararon el 16 de marzo una declaración judicial del presidente de la UD Las Palmas del 23 de marzo para perjudicar la carrera política de Rosell y facilitar la admisión a trámite de la querella interpuesta contra ella por el exministro del PP José Manuel Soria ante el Tribunal Supremo por presuntos delitos de cohecho, prevaricación y retardo malicioso.

Al recibir el polémico audio y la transcripción de 23 páginas, Vallejo abrió una pieza separada y el 19 de mayo envió a la Sala de lo Penal del TSJC una exposición razonada en la que atribuye a Alba un posible delito de prevaricación, que se sumó al de negociaciones prohibidas a funcionarios públicos que observa el Ministerio Fiscal.

En paralelo, el CGPJ abrió una investigación sobre el contenido de la grabación realizada a Alba, que, si se concluye que cometió alguna falta, se enfrenta a sanciones que van desde una advertencia hasta la separación de la carrera judicial.

A su vez, Alba se defendió y denunció a Miguel Ángel Ramírez y a su letrado Sergio Armario por supuestos delitos de revelación de secretos, calumnias, falsedad, coacciones e injurias. Su denuncia ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 2, que ha iniciado las diligencias.

Por su parte, Rosell regresó a su juzgado el 24 de mayo al renunciar a concurrir a las elecciones del 26J. La magistrada tendrá como juez de refuerzo durante un mes, con posibilidad de prórroga, a Vallejo.