La Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Canarias ha pedido hoy al PSOE que el próximo gobierno que resulte tras las elecciones del 26 de junio defienda una política de asilo hacia los refugiados que respete los derechos humanos.

El coordinador de CEAR en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, considera que la política de la UE debe cambiar y enfocarse en la defensa de los derechos humanos, no en una visión de "Europa como fortaleza".

También es necesario que el derecho de asilo en España evolucione para ser más "garantista" hacia las personas, ha dicho el coordinador de CEAR con motivo de una visita de los candidatos de la coalición PSOE-NC al Congreso por la provincia de Las Palmas, Sebastián Franquis, Pedro Quevedo y Guacimara Medina a la asociación.

Lorenzo ha pedido también que el próximo gobierno ponga en marcha un plan de sensibilización sobre la inmigración, para fomentar la integración y la diversidad cultural.

A su juicio, el cambio en la política de asilo no es tanto una cuestión de solidaridad y de humanidad como de responsabilidad, pues los refugiados son personas muy vulnerables y España y otros países europeos han firmado diversos acuerdos que respetan los derechos de los refugiados.

Franquis ha destacado que "España siempre ha sido un país de acogida", por lo que los socialistas defienden una política hacia los refugiados que tenga en cuenta la legalidad internacional y el respeto de los derechos humanos.

En opinión del candidato socialista, hace falta que España "vuelva a sus orígenes y sea un país de acogida" para intentar solucionar en la medida de lo posible de la crisis de refugiados que afecta a Europa.

Franquis ha recordado que Canarias se ha prestado a acoger refugiados en las islas, después de defenderlo en el Parlamento de Canarias, y "lo defenderemos en el Gobierno" si el PSOE gana las elecciones.

Asimismo, Quevedo ha insistido en que Canarias siempre ha sido una tierra abierta a la inmigración, pues muchos canarios han emigrado "y ahora toca ser solidarios en el sentido amplio del término".

"Tenemos que estar a la altura", pues la UE y el llamado primer mundo no lo hacen cuando es necesario colaborar "con los pueblos y la gente que está sufriendo auténticos dramas" en sus lugares de origen, ha dicho Quevedo.