La Provincia - Diario de Las Palmas

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El desánimo se abre camino en el PSOE

Los dirigentes socialistas están preocupados por la desmovilización que ven entre los militantes - El segundo escaño al Congreso por Tenerife pende de un hilo

Patricia Hernández en un pleno de la Cámara regional, el pasado mes de mayo. J. L. GONZÁLEZ

El desánimo y la falta de ilusión se propagan entre los militantes del PSOE canario. Ya no es sólo que las encuestas no favorezcan a los socialistas, sino que existe la sensación en varios sectores del partido de que repetir los cuatro diputados que se obtuvieron en la cita electoral del 20-D sería toda una proeza. La situación es más complicada en Tenerife que en Gran Canaria y es el escaño del exconsejero Francisco Hernández Spínola el que pende de un hilo.

La disputa electoral en la provincia occidental es más encarnizada ya que son los socialistas y Coalición Canaria los que se juegan un escaño, aunque el PP también entraría en el caso de que baje en votos el 26 de junio. Las encuestas son favorables a la coalición electoral de Podemos e Izquierda Unida y parece que el escenario a priori le es más favorable al PP que hace cinco meses, por lo que hay un puñado de votos que pueden dejar fuera de la circulación al PSOE.

El aparato del partido se esfuerza en trasladar que los socialistas están acostumbrados a darle la vuelta a las encuestas y como ejemplo ponen los resultados del 20 de diciembre, cita electoral en la que resistieron el embate de Podemos y Ciudadanos en Canarias. Ahora no sólo son las encuestas o la unión de Podemos e IU sino, sobre todo, la desmovilización que se vive entre los afiliados y simpatizantes del PSOE y como prueba un botón: al acto con Susana Díaz en Tenerife se tuvieron que traer guaguas del sur de la isla para llenar el aforo ante la falta de asistencia de militantes de Santa Cruz y La Laguna. O el reciente acto de Pedro Sánchez, en el que Nueva Canarias también movilizó a una parte de sus militantes para terminar de llenar el Auditorio.

Los dirigentes del partido son conscientes de esta situación y por eso desde la Ejecutiva regional se ha dado orden expresa de que los cargos públicos del partido en el Gobierno participen activamente en la campaña electoral. Por eso en los actos de precampaña se ha visto con más frecuencia a la vicepresidenta, Patricia Hernández, o a los consejeros Aarón Afonso o Jesús Morera y también a directores generales y viceconsejeros. El bajo perfil político que tiene el PSOE en el Gobierno alarma a muchos militantes, que ven con preocupación la deriva en la que pueden entrar la formación si el 26-J no obtiene al menos los mismos resultados de los comicios de diciembre.

Los sectores críticos de los socialistas cuestionan que "se está pensando más en el día después de las elecciones que en la campaña electoral". Si el PSOE queda tercero el 26-J todos en el partido dan por hecho que Pedro Sánchez dejará de ser secretario general y comenzarán los posicionamientos internos para reubicarse de cara al Congreso federal y al nuevo liderazgo. Esta situación también se vive en Canarias, donde las espadas están en todo lo alto ante el proceso congresual que se abre tras las elecciones.

Mientras llega ese proceso, muchos militantes no entienden cómo Ferraz dio el golpe de mano en La Laguna antes de la cita electoral o que se repitiera la alianza con NC sin cambiar ningún candidato cuando la capacidad de movilización está bajo mínimos.

Así las cosas, la cúpula del PSOE confía en que la capacidad de arrastre de votos de la alianza Podemos-IU no sea tanto como dicen las encuestas, sobre todo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. La resignación se abre camino en los socialistas con la aspiración de no perder más votos y representación en Canarias tras el retroceso experimentado el 20-D.

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