El verano, que ha llegado de repente y a lo grande, se palpa en el aula donde los alumnos de 4º de ESO de Ciencias del IES Pablo Montesino aguardan expectantes a una clase un tanto distinta. "Me han preguntado mil veces por la actividad", confiesa el director del centro, Manolo Henríquez, antes de poner orden entre los chicos que charlan de cualquier cosa menos del tema que están a punto de abordar: la política. Apenas quedan dos semanas para las nuevas elecciones y de ser por algunos partidos ellos también habrían estado convocados a la cita con las urnas. La noticia sobre la proposición de reforma electoral que rebajaría la edad mínima para votar a los 16 años presentada en abril en el Congreso les pilla un poco por sorpresa, no obstante tienen una opinión bastante firme al respecto. A las 9.00 horas el debate está servido y las reacciones no tienen desperdicio.
Los apuntes desaparecen de las mesas en su gran mayoría, si bien algunos prefieren mantenerlos delante para repasar el examen de Biología que tienen justo después. Los 24 jóvenes de entre 15 y 17 años, en cuyas filas también se sientan tres alumnos franceses que están de intercambio, escuchan atentos la pregunta que se les plantea: ¿Se sienten preparados para elegir a sus representantes políticos? Los cuchicheos y las miradas cómplices son el primer efecto colateral de la cuestión. La primera mano levantada tarda poco en captar la atención.
Naiara Rodríguez Naranjo es quien abre la veda y lo hace sin titubeo. "No creo que sea una buena idea modificar la ley porque hay personas con 18 años que no están preparadas ni centradas, así que sería un desperdicio reducir aún más la edad", sentencia. Con ella están de acuerdo otros compañeros como Agustín Nicolás Marani Ghiacci, Guillermo Gutiérrez Armellini o Esther Sánchez Sánchez, que teme que el voto también se vea afectado por influencia parental. "Aunque eso no quiere decir que no tengamos nuestras propias ideas", aclara Rodríguez Naranjo, quien asegura que, en ocasiones, ha rebatido a sus padres.
Hay más brazos en alto, síntoma de que no les es indiferente la reforma de la Ley Electoral propuesta por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en la Cámara Baja, donde obtuvo el apoyo de PSOE, Podemos, Democràcia i Llibertat (DL), Compromís y de otros grupos minoritarios con 174 votos a favor; y el rechazo de PP y Ciudadanos con 144 en contra. "En caso de que esto saliese adelante yo elaboraría un proyecto para promover la política dentro de los institutos, es decir, que nos enseñasen en clase sobre los partidos y las ideologías", plantea Miriam Suárez Déniz. José Daniel Santana Alonso es un poco más radical. "Realmente lo que yo haría es aumentar la edad mínima para poder votar porque hay muchos jóvenes que no tienen ni idea y eso afecta a las elecciones".
En el aula también hay alguno que otro que preferiría no tener que enfrentarse a ninguna edad a las papeletas y volver "al feudalismo", dejando a merced de la suerte el rumbo de cada uno. Esta idea "a lo Juego de Tronos" tampoco pasa desapercibida entre los que valoran más la democracia. "Votar no es una obligación, es un deber, porque de lo contrario sería una dictadura", recuerda Andrea Fernández Falcón, a quien su compañero Donald Falcón secunda añadiendo que en las urnas "se vota tu futuro".
A pesar de que no todos se animan a participar activamente en el debate, el sentimiento de desacuerdo es generalizado. Hasta ahí todo bien. Pero ha llegado el momento de mojarse y opinar sobre las personas que están ahora mismo en la palestra: los aspirantes a la presidencia. De tener la oportunidad, los chiquillos también tienen muy claro qué querrían que llevasen los políticos en sus programas electorales o qué deberían hacer de salir victoriosos de los comicios. A través de un cuestionario propuesto por LA PROVINCIA/ DLP, los alumnos del IES Pablo Montesino se explayan en lo que a medidas se refiere. La educación y el empleo, en general, son las mayores preocupaciones de una generación que aún no ha alcanzado la mayoría de edad.
Que se derogue la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), que no entre en vigor el decreto 3+2, que la enseñanza sea totalmente gratuita, pública y bilingüe; que no haya más recortes, que se haga un referéndum popular por cada ley que se quiera aprobar, salir de la crisis, más empleo, que aumente la seguridad y que se acabe con la corrupción son algunas de las peticiones. Pero el listado también incluye perlas como "que el instituto sea más fácil" o "que haya más oportunidades de trabajo para las personas tatuadas". Total, ya puestos a pedir, se pide, pero ¿saben a quién?
En este punto del pequeño test que se les hace en pocos minutos, hay que decir que los estudiantes rozan el sobresaliente. Exceptuando los franceses, todos saben identificar perfectamente los cuatro principales partidos políticos de España, así como la mayoría sabe quiénes son sus cabezas de lista y así lo reflejan en el papel. Eso sí, en alguna ocasión rebautizados. De manera que el líder popular, Mariano Rajoy pasa a ser "Rajoy" a secas o una nueva versión que se escribe diferente: "Rajoi". Por supuesto, Pablo Iglesias es "el de la coleta" y la 's' final de su apellido suscita algunas dudas. Pero el top ten de los cambios es para el dirigente de Ciudadanos. Alberto Rivera o Alberto Ribera es como algunos conocen al líder de la formación naranja que, dicho sea de paso, es junto al socialista Pedro Sánchez al que más olvidan a la hora de citarlos. Aún así, chapeau, porque están al tanto de la política del país que, en su mayoría, aseguran seguir por los informativos de televisión. Leer los periódicos es una asignatura pendiente para casi todos, según confiesan con sinceridad. "Si tuviésemos una asignatura de política, sabríamos más cosas", se escucha en la clase. Los chicos están convencidos de que esto haría que los jóvenes estuviesen mucho más preparados para acudir a unas elecciones. "Houston, tenemos un problema". Hay conceptos básicos que, desde luego, desconocen por completo, entre otras cosas porque nunca han votado.
Si el alumnado ha superado con creces las cuestiones básicas sobre los partidos en general, en cuanto al sistema electoral están más perdidos. Mucho más perdidos, como así queda patente en el tercer punto del cuestionario en el que se les pregunta si a los políticos que han nombrado se les elige en Canarias, es decir, si sus nombres aparecen en las listas de las papeletas que hay que meter en las urnas. Algunos responden correctamente, seguramente ayudados por el factor suerte o descarte, pero la inmensa mayoría cae en el error. Básicamente porque desconocen lo que son las circunscripciones, así como que cada una tiene asignado un número determinado de diputados que ocuparán algunos de los 350 asientos del Congreso. El también profesor de Ciencias Sociales, Manolo Henríquez, es el encargado de explicárselo antes de que llegue el momento más esperado de poner en práctica lo debatido.
Una de las últimas conversaciones que se tiene sobre las próximas elecciones tiene que ver, precisamente, con los resultados. En este aspecto hay división de opiniones. Por un lado, están los que como Mario Pablo Alonso Santana creen que el Partido Popular alcanzará los votos suficientes para volver a gobernar. Por otro, están los que ven clara una coalición de izquierdas suficientemente fuerte como para sacar a Mariano Rajoy de la Presidencia del Gobierno central. De haber sido real la votación que se celebra antes del examen de Biología, en el mismo aula, los del segundo grupo son los que habrían acertado. Por lista, intentando hacerlo con la mayor fidelidad posible, uno a uno los 24 (incluidos los franceses) depositan su papeleta- trozo de folio en la urna que este periódico ha llevado al centro educativo para la ocasión. Los mejores resultados del simulacro de los comicios son para Pablo Iglesias, que recibe diez votos frente a los cuatro del PP y el PSOE. Ciudadanos es el que peor parado sale, con tan solo tres a favor. Curiosamente, una persona se decanta por el Partido Animalista (Pacma), tres prefieren votar en nulo y uno en "nulaso" (dibujo incluido). ¿Serán estas elecciones ficticias un reflejo lo que ocurrirá en realidad el próximo 26 de junio? Ya se verá.
