La presencia de la presidenta del grupo parlamentario Socialista y secretaria insular del PSOE de Lanzarote, Dolores Corujo, en un acto de la Fundación César Manrique en contra de la Ley del Suelo ha provocado extrañeza y cierto estupor en el partido y en los nacionalistas, socios en el Gobierno regional. Corujo, que también es alcaldesa de San Bartolomé, asistió al acto junto a la alcaldesa de Arrecife, la también socialista Eva de Anta, y otros dirigentes significativos del partido en la isla de los volcanes como Enrique Pérez Parrilla o Carlos Espino.
La Fundación César Manrique convocó a todos los opositores a la norma que impulsa el Ejecutivo y a la plataforma de la que forman parte sindicatos, ecologistas, partidos políticos y otros colectivos y personalidades de la vida pública y social de las Islas. En los actos de esta plataforma celebrados en otras islas como Gran Canaria o Tenerife no se han dejado ver miembros destacados del PSOE, algo que no ha sucedido en Lanzarote.
Esta presencia choca con la posición defendida por Corujo en su calidad de presidenta del grupo parlamentario Socialista en el último debate sobre el estado de la nacionalidad, en marzo, durante el cual expresó el respaldo decidido de su partido a la nueva ley y se comprometió en nombre de su grupo a trabajar para lograr el máximo consenso en la Cámara regional en torno al texto del Ejecutivo.
Desde el PSOE lanzaroteño se justifica la presencia de Corujo en este acto contrario a las tesis del Ejecutivo en que los socialistas quieren oir todas las opiniones para recoger propuestas y llevarlas al futuro debate parlamentario de la ley. En la misma línea se pronunció ayer la vicepresidenta del Gobierno, la socialista Patricia Hernández, que estuvo en Arrecife en un acto de la campaña electoral. Hernández señaló que "hay que escuchar todas las posturas" y "dialogar con toda la sociedad y los partidos".
Sin embargo, otras fuentes del PSOE insisten en que no hay una posición única sobre la ley del suelo en el partido, lo que está ocasionando tiranteces entre los dos socios de gobierno. Los nacionalistas tienen prisa y quieren llevar el proyecto de ley al Parlamento antes de las vacaciones de verano y, a partir de septiembre, dar prioridad en los debates a la norma para aprobarla a final de año. Sin embargo, los socialistas quieren tomarse las cosas con más tranquilidad ante una ley tan amplia y compleja y esperar a que el Consejo Consultivo y el Consejo Económico y Social (CES) se pronuncien para introducir correcciones.
Hay dirigentes socialistas que prefieren que las modificaciones en la ley se introduzcan antes de que llegue al Parlamento, ante el temor de que en la Cámara CC obtenga el respaldo del PP y del grupo Mixto a los contenidos de la ley en los que no están de acuerdo los socialistas.
La vicepresidenta Patricia Hernández dijo ayer que votará "lo que dija el partido" en el Parlamento. La dirigente socialista indicó que ella no fija la posición de la formación y que actuará como diputada de su grupo "votando lo que diga el partido".
La Fundación César Manrique asegura que la ley del suelo representa una amenaza al medio ambiente de Canarias y su gravedad es comparable a la de las prospecciones petrolíferas aunque tenga menos visibilidad.
