Mariano Rajoy dio ayer un corto paseo por la zona de La Puntilla antes de entrar a almorzar en el restaurante La Marinera. La presencia del presidente del Gobierno levantó revuelo y expectación a los cientos de ciudadanos que había en las terrazas de la zona y a los que disfrutaban de la playa de Las Canteras. Selfies, saludos, besos, carantoñas... los transeúntes se acercaban al presidente, que se dejaba fotografiar con todos y saludaba especialmente a los pequeños y a los más mayores. El paseo transcurrió sin incidentes dignos de mención a excepción de algún transeúnte que, irascible, lanzó algunos improperios sobre el líder del PP y su gestión al frente del Gobierno.

En La Marinera Rajoy mantuvo un almuerzo privado con su equipo de campaña y los principales dirigentes del PP de las Islas y de Gran Canaria. El conocido restaurante sirvió a la comitiva presidencial sus platos más tradicionales como el pescado de barquillo, las papas arrugadas, potaje de berros, gofio escaldado y todo regado con vino local. Rajoy saludó y se hizo fotos con el personal del conocido restaurante.