Dicen desde Coalición Canaria que Podemos ha sido "montado, organizado y promocionado" por el Partido Popular, por aquello de que les conviene el debilitamiento del PSOE.

Sí, he leído esas declaraciones de Ana Oramas, y la verdad es que no son buenas ni como chiste. Creo que hace mucho tiempo que la gente no presta atención a teorías conspiranoicas. Creo que la señora Oramas simplemente está nerviosa porque el cambio que está llegando a todo el Estado, y también, por tanto, a Canarias, amenaza poner fin a una época de caciquismo y de utilización de las instituciones canarias en beneficio de unos pocos. Ese canarismo del que hace gala CC nunca ha sido otra cosa que un aprovechamiento de parte de los recursos públicos, y eso está llegando a su fin. Es normal que se pongan nerviosos, porque, al fin y al cabo, para ellos la política es su modo de vida, y cuando tu modo de vida llega a su fin, pues te entran los nervios y dices cosas como esas.

Hay también quienes colocan en el debate el espantajo de Venezuela, que en Canarias, por razones históricas, asusta más si cabe.

Si uno no se quedara satisfecho leyendo el programa de Podemos, que es lo que yo recomiendo a todo el mundo, la absurdez sería fácilmente demostrable: ningún programa político que se aplique en un país puede aplicarse en otro. Es imposible, no es viable, hay contextos culturales completamente diferentes, distintos contextos económicos y geográficos, también en términos de recursos naturales... Es sencillamente imposible aun suponiendo que una fuerza política tuviera la tonta idea de querer aplicar unas recetas que estamos viendo que no han tenido buen resultado en Venezuela. Creo que deberíamos dejar de hacer política interna con lo mal que le va a un pueblo hermano. Hay que hacer menos como Albert Rivera, que fue a Caracas a echar más leña al fuego, y más como José Luis Rodríguez Zapatero, que fue a intentar poner paz y que la gente pueda vivir mejor.

Son pocos los indicadores económicos en que Canarias no está a la cola. ¿Qué puede hacer Unidos Podemos por la depauperada economía de las Islas?

Nuestro programa económico es claro. Si gobernamos, vamos a aumentar los ingresos del Estado, porque pensamos que España tienen un problema de defecto de ingresos, y no es que lo pensemos, es que estamos ocho puntos por debajo de la media europea de recaudación fiscal. En definitiva, hay que aumentar esa recaudación fiscal por varias vías: por un lado, con la lucha contra el fraude, y para ello son necesarios más inspectores y que esos inspectores fiscalicen las grandes fortunas, que es donde sabemos que está el fraude; por otro, con una reforma fiscal progresiva, que baje los impuestos que paga la mayoría pero que les pida a los que más tienen que arrimen un poco más el hombro. Y ese aumento de la recaudación se destinaría para dos cosas fundamentales: recuperar los servicios públicos y reactivar el empleo de calidad, y para ello no basta con derogar las dos últimas reformas laborales, que lo haremos, sino que también hace falta inversión pública dirigida a sectores estratégicos. En este punto, nuestra propuesta estrella es el plan de transición energética, que encaja a la perfección con las capacidades y las necesidades de Canarias, que tiene todo el sol del mundo, todo el viento del mundo, toda la fuerza mareomotriz del mundo y, sin embargo, tiene una dependencia enorme de los combustibles fósiles del exterior.

¿En Podemos son ahora todos socialdemócratas?

La verdad es que el de las etiquetas lo veo un debate académico. Yo intento definirme a mí mismo con una etiqueta y es que no puedo. Ese debate está muy bien para los politólogos, para los analistas..., pero la gente real no se me acerca y me pregunta '¿Echenique, es usted socialdemócrata de tercera o de cuarta vía?', sino que me pregunta por los autónomos, por el empleo, por los desahucios... Pablo [Iglesias] solo enunció una verdad respecto del programa de Podemos, que es que si lo lee un economista, probablemente acabaría diciendo que es un programa cuya parte económica es de corte socialdemócrata.

He leído que su madre ha reconocido que usted era, en su pandilla, el que trazaba las trastadas.

Es completamente verídico.

Saco esto a colación por aquel enfrentamiento con Iglesias justo en el momento en que su figura parecía incuestionable. Son muchos los que opinan que aquella discusión en la asamblea fundacional de Podemos fue una jugada maestra suya.

A esa gente le diría que vea el documental de Fernando León de Aranoa, que estuvo presente en las reuniones de preparación de aquel congreso, en reuniones de los dos equipos. Entonces pensará que o bien somos actores excepcionales o bien el enfrentamiento fue real. Pero aunque incluso hubo momentos de mucha tensión, mi equipo, o al menos la mayor parte de mi equipo, empezó a remar en la dirección que la gente había votado mayoritaria y democráticamente, que fue el documento de Pablo [Iglesias]. Pero fue muy real el enfrentamiento.

¿Y eso de que usted pretendía garantizarse una futura cuota de poder en el partido con aquella disputa?

La gente de Podemos no es tonta, pero a veces se nos atribuyen niveles de inteligencia totalmente sobrenaturales, y eso ya es pasarse... Realmente, yo creo que Podemos es una expresión de la inteligencia de nuestro pueblo, no tanto de los dirigentes o de los que estamos en la ejecutiva, y eso es lo que les ocurre a muchos politólogos: que no confían en la inteligencia de la gente. Es decir, estoy en política porque no soporto que las cosas se hagan mal cuando se pueden hacer bien y porque me duele que haya gente pasándolo mal precisamente por eso, pero también porque confío en la inteligencia de mi pueblo, y si eso no lo tienes como parte de tus convicciones, no te metes en política.

¿Descarta unas terceras elecciones en diciembre?

Va a depender del PSOE. Yo espero que sí, claro. Si por nosotros fuera, no volvería a haber elecciones, porque eso significaría unos cuantos meses más de gobierno de Mariano Rajoy.

En el PSOE podrían decir que depende de Podemos.

En absoluto, nosotros estamos diciendo clarísimamente con que partido queremos formar gobierno, con el PSOE. Nosotros lo decimos con claridad. La última vez que nos sentamos en una mesa llevamos veinte cesiones, y se nos dijo que no, pero volveremos a sentarnos, volveremos a ceder, y ojalá que el PSOE diga que apuesta por formar un gobierno con nosotros, pero que lo diga antes de que vayamos a votar, porque es una duda que no sé cómo se puede mantener. Que Pedro Sánchez se niegue a contestar esa duda de la ciudadanía es hurtar información fundamental a la hora de decidir el voto.

¿Teme que Sánchez entorpezca el pacto?

A mí no me da esa impresión. Veo que está sujeto a presiones de todo tipo, pero no me da la impresión de que no esté abierto a una negociación. Es verdad que ha adoptado una estrategia que básicamente consiste en atacar a Unidos Podemos, pero creo que solo es eso: una estrategia de campaña.