El líder y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, confirmó ayer hoy que volverá a presentarse a la investidura y a intentar pactar con "quienes quieren cambiar España", sin esperar a que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, decida si aspirará o no a la reelección.

A tres días de resolverse la incógnita de las urnas, Sánchez ha desvelado cuál será su estrategia en el mitin celebrado con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en Albacete, al que ha asistido el expresidente del Gobierno y exministro, José Bono.

"¿Qué utilidad tiene votar a alguien que ya ha dicho que no se va a presentar a la investidura? Rajoy sigue instalado en el no. Yo siempre estaré en el sí a los españoles y me volveré a presentar a la investidura para que los socialistas sepan que hay un candidato que va a responder a la voluntad de los españoles", proclamó en referencia al anuncio del líder popular el día anterior de que, de nuevo, no irá a la investidura si no cuenta con los apoyos necesarios. Sánchez subrayó que "tan inútil es votar a con quien nadie quiere pactar, que es Rajoy, como a quien se ha demostrado incapaz de dialogar", en alusión al líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Para Sánchez, la solución es el PSOE porque "es un cambio que dialoga" y que "va a tender la mano a todos aquellos que quieren cambiar el país", negociando sobre "las soluciones y no los sillones".

Ha pedido a los españoles acudir a las urnas para "hacer dimitir en bloque" al Gobierno de Rajoy tras el caso de las conversaciones del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, que, según el diario Público, pretendían incriminar a políticos de CDC o ERC.

Para poner coto a estos escándalos, Sánchez ha pedido a los ciudadanos "votar limpio y votar seguro" al PSOE, porque, ha advertido, la solución no es dejar "la policía, los jueces y los espías en manos de Podemos".

También ha dejado claro a la formación de Iglesias que para poder pactar, deberán anteponer los derechos sociales al referéndum de Cataluña. Y es que Sánchez no encuentra cambio alguno en la posición de Podemos sobre la cuestión catalana. La opción de dejar la negociación sobre el referéndum de Cataluña al margen de las conversaciones para la formación de un nuevo Gobierno no resuelve la cuestión de fondo de la discrepancia con los socialistas que es la defensa del derecho a decidir, a la que no renuncia la formación morada. Aparcar el debate dejarlo en manos de En Comú Podem y el PSC es una demostración de que el derecho de autodeterminación es una línea roja para los de Iglesias, apuntó Sánchez.