¿Con qué sensación se levantó tras ver los resultados de Unidos Podemos?
Con una sensación agridulce, la verdad. Agridulce porque somos una fuerza muy jovencita, que tenemos 71 diputados en menos de dos años, y eso es muy importante. Y amarga en el sentido de la proyección que teníamos en las encuestas, pero las encuestas no dejan de ser apuestas y a mí, particularmente, me tenía inquieta que nos dieran tanta cancha las encuestas. En política nada es casual y, quizás, toda esa estrategia de las encuestas puede haber servido para poder vender que hemos sido nosotros los que hemos pinchado, porque es imposible pensar que tantos politólogos se hayan equivocado. En cualquier caso, aunque esa proyección que al final nos creíamos que podía ser cierta no se diera, es evidente que tenemos 71 diputados en apenas dos años y una responsabilidad histórica de cambiar este país. Y soy consciente de que Podemos ha cambiado este país. El cambio no es un camino llano, sino lleno de curvas y de baches, pero llegará con seguridad.
¿Y cómo le sienta la victoria del PP?
Estoy perpleja. A los ciudadanos, a través del CIS, les preocupa la corrupción, el desempleo y la desigualdad. Si hay un partido que es el paradigma de las tres cosas es el PP. Y que haya salido como el más votado nos lleva a hacer una reflexión desde el punto de vista de que se necesita mucha pedagogía social y saber por qué el voto se ha ido hacia ahí. Seguramente nos dirán los politólogos que ha sido por el tema del miedo, pues ha habido una campaña tremenda del miedo contra nosotros que ha funcionado, con una guinda final que ha sido el brexit. Allí votó la población mayor que es más conservadora y son más accesibles a ese miedo.
¿Quiere decir que se ha movilizado el voto de personas mayores contra ustedes?
Esa puede ser la explicación global. Creo que hay un miedo que moviliza a un voto de gente mayor y de derechas, y luego el tema del relato del fracaso del 20 de diciembre, de los pactos, que hace también que mucha gente se quede en su casa y no vaya a votar. Es decir que ha habido un fracaso en abstención.
¿Qué ha pasado en Canarias? Aquí han perdido 33.400 votos solo Podemos y más de 64.000 contando los de IU.
Sí. Me imagino que ha sido por todo un poco. CC pierde, apenas gana el PSOE, poco más de mil votos y pierde un diputado. El movimiento que ha habido ha sido igual que en el resto del Estado hacia el PP, y los mismos dirigentes del PP dicen que han superado sus propias expectativas. Creo que les ha funcionado muy bien el tema del miedo y a nosotros nos toca hacer autocrítica.
¿Se plantea dimitir?
No, no. En principio nadie piensa dimitir. Es un proyecto colectivo y si nos toca asumir responsabilidades lo haremos, pero creo que el análisis es otro: habernos creído las encuestas. ¿Se equivocaron todas las encuestas? En política, repito, nada es casual.
¿Y qué autocrítica hace?
Quizás nos equivocamos en la campaña. En una campaña en la que se nos estaba dando tanto, se estaba mintiendo tanto, se estaba inoculando miedo y luego, encima, cuando se produce el brexit nosotros pagamos esas consecuencias. Se ha instalado el relato del miedo diciendo que si viene Podemos se va a hundir España y no nos hemos sabido defender, no hemos sabido actuar en una estrategia de campaña para intentar defendernos de esas posiciones de miedo.
¿El hecho de que hayan perdido votos en Canarias y en Las Palmas puede deberse a que la jueza Victoria Rosell no se haya presentado o, viceversa, puede ser a que después de ganar el 20D tuvo que dimitir por estar investigada y pudo inferirse como una mancha en su partido?
Creo, de verdad, que el caso de nuestra compañera ni ha sumado ni ha restado porque de haberlo hecho tendría que haber sumado, es decir, ha tenido coherencia porque se apartó del proyecto y de haber hecho algo habría sumado. Por otro lado, nos hemos consolidado, estamos por encima del 20% en dos años de vida desde el punto de vista político, por lo que somos apenas un bebé, y eso es importante, como lo es contar con cinco millones de votos. No hemos pinchado, hay que hacer un análisis sosegado y decir que el bipartidismo sigue sin levantarse, el PP recupera algo, pero el turnismo está herido de muerte y denota que hay una España que despierta y una España que ya muere, como decía el verso. Son cambios que deben metabolizarse socialmente y ahí andamos.
En Canarias el PSOE ha recuperado la segunda posición en votos .
Estamos ahí ambos. No se ha producido el salto gigantesco, ni el nuestro cuando ganamos ni el de ellos ahora. El bipartidismo se resiste como gato panza arriba para dejar las estructuras del poder que ha controlado durante los últimos 35 años y no va a ser fácil.
¿Es posible con estos datos un pacto progresista con el PSOE?
Al PSOE le hemos dicho que aquí estamos y si hay alguna aritmética en el Congreso estamos en disposición de hablar. Son 156 votos y quedan 20 escaños, y ahí están partidos de izquierdas, nacionalistas... Confío en que el PSOE inicie ese proceso con nosotros,
Pero tendrían que contar con partidos que apoyan el referéndum de autodeterminación. Eso es una línea roja para el PSOE.
No lo es. Son ellos las que la ponen y hasta Esquerra Republicana o Convergencia han dicho que no es el momento del referéndum. Son excusas y se puede hablar. No existen líneas rojas en eso, ni existieron en diciembre sino en las políticas económicas y sociales que marcaron con Ciudadanos. La aritmética viene siendo la misma del 20D.
¿Habrá terceras elecciones?
Sería una catástrofe. Intentaremos llegar a acuerdos, aunque sean puntuales, y que haya un gobierno pese a que sea en minoría y tengamos que pactar todo lo que tenga que salir.
