La caída electoral de Unidos Podemos en Canarias el 26J, al perder 34.000 votos y dos senadores respecto al 20D pese a mantener los tres diputados de los anteriores comicios, reabre la fractura existente desde los inicios de la formación morada en el Archipiélago hasta el punto de exigir la dimisión de su secretaria general, Meri Pita.
De nuevo, las críticas se situaron en Gran Canaria, bastión de la fuerza emergente en las Islas con pactos de gobernabilidad en el Cabildo y Ayuntamiento capitalino junto a Nueva Canarias (NC) y Partido Socialista (PSOE). A pesar a proceder del grupo morado en la corporación insular, al igual que en anteriores ocasiones, los reproches no partieron como hasta ahora del vicepresidente segundo y consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana, Juan Manuel Brito, sino del titular de Educación y Juventud, Miguel Montero, aunque el primero se adhirió después al análisis del segundo.
En un artículo de opinión difundido ayer en Canarias7 con el título ¿Podemos hacer autocrítica?, Montero escribió la frase "Mery debe dimitir", en referencia a Pita, en un trasunto de acróstico, es decir, sólo se leía el mensaje si se enlazaban todas las mayúsculas del texto, salvo una 'A' publicada por error. "Suena un poco extraño, pero de verdad que lo principal es lo que se lee en la primera lectura, eso es lo más importante, quiero que el proceso de autocrítica llegue hasta donde tenga que llegar, es mi opinión personal", argumentó el consejero insular de Educación.
A su juicio, "lo fácil era poner el domingo, en caliente, "Meri debe dimitir" en Twitter, pero lo que quiero de verdad es que se produzca ese debate, busco un proceso que empiece ya, de abajo hacia arriba, con la mayor cantidad de gente posible y sin límite en las consecuencias". Aunque Pita anunció una "profunda autocrítica y reflexión colectiva" durante la noche electoral, Montero criticó que la secretaria general de Podemos descartara dimitir en una entrevista de LA PROVINCIA tras el 26J, que prefiriera "no hacer análisis en caliente" y que "primero se reúnan los órganos de Madrid y después, los de Canarias", ya que "para que un proceso de autocrítica sea de verdad, y que no pase lo que pasa siempre en todos los partidos, tiene que ser lo más amplio posible, cuanto antes y sin límites" o "nace viciado".
Tras recordar su silencio en los medios de comunicación sobre la "situación interna del partido en estos dos años", Miguel Montero atribuyó la difusión pública del mensaje a que "no hay cauces para que un particular cualquiera demande un debate de autocrítica abierto, ese es el problema. Quería que le llegara a ella y no mucho más, pero la bola ha ido aumentando porque la gente lo ha empezado a mandar, quería y sigo queriendo que se abra ese proceso de debate, a ver si hay una respuesta por parte del partido, si Meri se da por aludida y asume el reto de convocarnos y hablar sobre lo que ha pasado, no quiero que esto sea utilizado por otros con sus estrategias concretas para quitar a Meri y ponerse ellos, quiero que haya un proceso de reflexión", zanjó el consejero morado de Educación y Juventud.
Posteriormente, el vicepresidente y consejero insular de Medio Ambiente coincidió en que "no hay cauces internos para trabajar constructivamente" y consideró "positivo que otros sectores del partido vean que hay un problema más profundo que el problema entre Brito y Pita". Después de localizar las críticas a la actual cúpula en Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura, además de Gran Canaria, el dirigente morado subrayó que "hay una crisis importante, el malestar se ha extendido muchísimo en el partido".
Aunque se mostró "escéptico" en el resultado, el vicepresidente grancanario apostó "por un cambio general" en la dirección de Podemos Canarias para afrontar una "nueva etapa más plural, diversa y horizontal, recuperar el espíritu de los círculos y conectar con la gente". Para ello, Juan Manuel Brito insistió en reclamar una "reflexión sosegada y profunda" mediante la convocatoria del Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos.
