Ha anunciado que se acaba su etapa política cuando finalice el mandato en diciembre como Diputado del Común. ¿Está seguro de que no lo vamos a ver en ningún otro sitio con responsabilidades políticas?
Sin ninguna duda. La política se acabó, desde el punto de vista de cargos. Únicamente seguiré con mi vocación por la política porque forma parte de mi vida como analista, como protagonista y como sufridor.
¿Y una embajada con sede, por ejemplo, en Viena? Usted es un gran melómano...
No, no, ya no tengo edad para embajadas. Mi frustración ha sido la del Vaticano (risas).
¿Y por qué?
Porque siempre me gustó (bromea). A mí me gustan mucho los rituales, el de la Casa Real británica y el del Vaticano creo que son los más espléndidos y plásticos. Yo siempre he dicho que mientras en España no se haga una apertura a la legislatura con los reyes viniendo en carrozas al Congreso y todos los diputados y senadores con chaqué, la democracia no estará consolidada en España. A mí esto de los sin chaqueta o sin corbata probablemente hará que la industria de la corbata entre en crisis en los próximos años (risas).
Hablando del Vaticano, ¿qué le parece el papa Francisco?
Me cae muy bien. Yo soy alumno de los jesuitas. Doce años. ¿Cómo no va caerme bien? Además, está dando en el clavo. Por ejemplo, el toque que ha dado con el papel de la mujer en la iglesia es un inicio muy importante. ¿Por qué razón en la iglesia evangélica luterana la mujer puede acceder hasta el obispado y en la católica no puede ser ni sacerdote? Dejando aparte el tema del matrimonio o no matrimonio, si estamos en la igualdad hay que aplicarla en todos los ámbitos. Sorprende que las feministas de España nunca se hayan puesto en este objetivo.
¿Qué va hacer cuando finalice su mandato como Diputado del Común?
Mi mandato es de cinco años y concluye en diciembre. Únicamente, me parece que el informe del año 2016 lo presentaré en los primeros meses del 2017 y, una vez presentado en el Parlamento, adiós muy buenas. Tengo mi casa en Las Palmas y la casa de La Palma es mi segunda residencia, un sitio muy tranquilo donde hay una magnífica calidad de vida y la paz y la tranquilidad tienen un valor allí inmenso. Estaré activo, no quiero quedarme encerrado en casa, porque uno se achuchanga, como se dice en canario. Hay que mantener actividad, la que sea. No quiero seguir en política y lo que me queda de vida quiero disfrutar de mi sentimiento y vivencia por dos cosas, una, la cultura y, otra, la solidaridad en forma de ONG. Alguna cosa por ahí haré.
¿Pero exactamente qué se plantea hacer?
Hombre, si hubiese en Canarias una fundación de la categoría de La Caixa que tiene 500 millones de euros para obras sociales, educación y cultura... Eso me parece mucho mejor que ser ministro o embajador de... Lo que pasa es que aquí todavía no se ha animado el sector privado, y creo que las empresas canarias deberían pensar en que su buen nombre se vería refrendado por el apoyo a la cultura.
¿Queda mucho por hacer en Canarias en el ámbito cultural?
En cultura todo, porque aquí lo que se está haciendo básicamente es por el sector privado, por las asociaciones musicales, operísticas... Salvando la tarea del Teatro Cuyás y el mantenimiento de las orquestas, al final, ¿qué es la cultura? Ni se sabe. Mire cinco años atrás... Todo el mundo habla de los recortes, de la pérdida de calidad del estado del bienestar pero nadie se acuerda de la cultura. Es curioso que en los debates en la televisión de los grandes candidatos en las últimas elecciones nadie habló de la cultura. A mí me pareció lamentable, porque la cultura es además generadora de empleo, de muchos artistas que son trabajadores autónomos y que no están buscando pegarse a ninguna empresa o administración y que si no es a través del apoyo, pero desde la plena autonomía, el artista está hoy arrinconado. Hay bastante indiferencia por parte de los que ocupan los cargos relacionados con la cultura.
Usted participó en la transformación de España de la dictadura a la etapa democrática. ¿Qué lectura hace de lo que está sucediendo en el país con la repetición de las elecciones por la falta de pactos?
Es indudable el cambiazo que ha tenido España a partir de 1978. La transformación de la dictadura a la democracia por vía pacífica, sin tirarse a la barricada ni estar disparando tiros, vino acompañada de una cultura de pactos, que se plasmó en la Constitución o en la asunción de una generalización de la Sanidad pública con la ley que hizo Ernest Lluch, víctima del terrorismo de ETA. O sea, que el cambio está claro. Si hacemos una valoración de la situación actual y de los últimos diez años, pues lo que tengo que decir es que los actuales dirigentes políticos, en su mayoría, no dan la talla, es decir, que no tienen la formación que se requiere y, sobre todo, no tienen la actitud hacia lo que significa la democracia, y más cuando no hay mayorías absolutas. Estamos en una situación en que han criticado los gobiernos de mayoría absoluta, que yo también lo hago, y basta comparar el primer Gobierno de Aznar de 1996 al 2000, que no fue de mayoría absoluta y que las leyes se aprobaban por consenso y negociación, con el periodo del 2000 al 2004, cuando ganó por mayoría absoluta el PP y donde sacaron todos los cuernos habidos y por haber.
¿Qué opina de que no hayan llegado a pactos tras el 20 de diciembre y se haya ido a unas segundas elecciones?
La imagen que se ha dado desde diciembre hasta hoy no me parece ejemplar, y mucho más me preocupa ver que después de las elecciones del 26 de junio, en que ha habido tres fuerzas que han perdido votos y diputados y otro partido que ha ganado, que se diga que a lo mejor podemos ir a unas terceras elecciones ya sería la incapacidad total, y no del pueblo español que ha votado libremente y ha expresado su deseo. Decir ahora que hay un partido que gana pero que no puede gobernar porque mi objetivo es impedir que gobierne... Mire, los ciudadanos votan a un partido que quieren que gobierne pero si no tiene la mayoría se ha de asumir que tiene que gobernar otro que ha tenido más y que hay que pactar, y eso los propios votantes lo comprenderán perfectamente porque está por encima el interés de España.
¿Cuál es la solución?
Se ha de facilitar que haya un gobierno porque estamos en una situación económica aún difícil, estamos con los problemas derivados del brexit británico, se tienen que reunir un montón de veces para ver qué condiciones se negocia con el Reino Unido, ¿y España con un Gobierno en funciones? Es una cosa de disparate. Eso es lo que me preocupa, la incapacidad de ver que la democracia requiere pactos y, por encima de todo, los ciudadanos lo que quieren es que les gobiernen. Se ha de facilitar el gobierno, si quieren gobernar en minoría pues en minoría, y si es con otros pues con otros, pero lo importante es que haya gobierno. En diciembre habían barreras, ahora ya no hay barreras.
¿Qué le parece que el PP haya salido beneficiado en estas elecciones?
Estamos en la misma situación que antes, pero reforzando al partido que también había ganado en diciembre, con lo cual ha sido un fracaso para aquellos que creían que las segundas elecciones iba a beneficiarles. Y los factores económicos últimos ingleses han contribuido a que la gente quiera cuanto antes un gobierno y lo ha expresado en el voto. Ha habido gente de centro izquierda que vota al PSOE que, en mi opinión, ha votado al PP. ¿Si no de dónde salen los votos del PP? ¿Y por qué? Porque no se ha dado una imagen de partido socialdemócrata sereno, tranquilo, equilibrado. Yo recuerdo que en el año 2014 se celebró el aniversario del Congreso de Suresnes y habló Felipe González, cuando estaba todo el mundo desorientado y planteaban qué se debía hacer, y en el 2014 ya gobernaba el PP, y lo dijo claramente: nosotros debemos mantener nuestra propia identidad y no estar obsesionados por lo que aparezca por la derecha y por la izquierda, y ser claros y mantenernos firmes, y creo que eso es lo que no se ha presentado ante los ciudadanos.
¿Y qué ha fallado? ¿El partido, las personas...?
Hablo de las nuevas generaciones que han prescindido de la experiencia de las anteriores considerando que los viejos ya no servíamos para nada.
¿Habla de Pedro Sánchez?
La cosa viene de antes. Y creer que el joven por ser joven va a ser mejor que el mayor, pues creo que se han de combinar distintas generaciones.
¿Y desde cuánto antes?
Antes estaba Zapatero. Por ahí empezó.
¿Cómo ve el futuro del socialismo?
El partido tenía que haber asumido que fue corresponsable o el responsable de la crisis del año 2009. Punto. Entonces, si tú no lo aceptas, sino que te mantienes cuatro o cinco años en la oposición diciendo que todo lo que haga el Gobierno para hacer frente a la crisis está mal hecho, pues no se recupera credibilidad. En mi opinión, para recuperar credibilidad tienes que decir: “Sí señor, somos responsables, no pudimos preverlo, fallaron nuestros asesoramientos, etcétera”. La cuestión es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, no solo las administraciones, sino también las propias familias, y esto hay que decírselo a los ciudadanos. Hay que hacer tarea pedagógica como políticos y salir de la demagogia, de la simplificación de los temas.
¿Soportaría España unas terceras elecciones?
Tendría mayoría absoluta el PP, porque la gente está harta.
¿Qué augura si gobierna Rajoy en estos cuatro años?
Pues que para ello tiene que pactar, y una abstención se puede obtener a cambio de quitar la ley mordaza, modificar los disparates que contiene esa ley, aceptar un mínimo de continuidad en la política educativa y no toda esa obsesión de estar haciendo leyes cada dos por tres, y alguna cosa concreta en relación a la reforma laboral, como la recuperación del convenio colectivo de ámbito superior sobre lo que diga el convenio de empresa, no como ahora ocurre que el convenio de empresa puede fijar condiciones menos favorables que las establecidas por el convenio superior.
La carta de Rajoy a Juncker hablaba de nuevas medidas. ¿Aguantará el país más recortes?
No creo que haya más recortes sino que habrá que subir algunos impuestos porque evidentemente si gastas más de lo que ingresas ¿cómo vas a decir que bajas los impuestos, el consumo se recupera y obtienes más ingresos por el IVA o por el IRPF?
¿Qué le parece el brexit?
Me parece un error tremendo y temas tan complejos nunca se pueden llevar a referéndum.
Usted fue presidente del Gobierno canario ¿en qué situación estaba Canarias entonces?
Cuando fui presidente tuve que montar todas las estructuras de una administración autonómica que no existía. Yo comentaba con algunos amigos, al saber el número de asesores que tiene alguien del Gobierno de Canarias, que tenía que hacer un ejercicio de memoria porque cuando fui presidente en 1983 creo no tuve ningún asesor. Los primeros asesores que tuve fue en 1991 porque Manuel Hermoso, que era el vicepresidente, dijo que necesitaba cinco, y entonces pensé que el presidente no podía tener menos que el vicepresidente y dije: “pues tendré seis”. Pero no los necesitaba, aunque era consecuencia del pacto con los nacionalistas. Eso se debe a que la calidad del que se dedicaba a la política hace treinta años no es lo mismo que la del que se dedica a la política hoy, que la gente no tiene la adecuada formación y tiene que buscar asesores bien para cubrir sus desnudeces o bien porque entiende que la política es un club de amigos y tiene que darles empleo.
En su última comparecencia en el Parlamento para presentar el informe del Diputado del Común habló de la falta de sensibilidad política y humana, por las quejas que había tenido en dependencia.
Sí. ¿Por qué razón aquí se moviliza la gente por un kilómetro de carretera y no se moviliza por la pobreza en un determinado barrio? Eso es lo que quiero decir, que primero están las personas y luego están las carreteras o los puertos. Si no hay dinero, ¿por qué en lugar de construir una residencia de mayores, atender la dependencia o atender mejor la discapacidad se atiende a construir un muelle deportivo donde no es necesario?
¿Por eso dijo que los fondos del ITE se destinaran a temas sociales?
El Gobierno debe fijar cuáles son las prioridades de Canarias, para eso es Gobierno.
Hoy es su cumpleaños. Nació quince días antes del golpe de estado de Franco.
Sí, tuve quince días republicanos.
¿Qué recuerdos tiene de esa etapa de la niñez? ¿Tuvo sensación de vivir la postguerra?
No tuve sensación de vivir la postguerra. Saber y ver que existían las cartillas de racionamiento, eso sí lo recuerdo, o la institución de la pobreza que venía por Vegueta y los lunes tocaban en mi casa... Como un recuerdo curioso durante la dictadura fue en la única visita que hizo Franco a Canarias en 1950. Yo tenía 14 años y llevaron a todos los colegios a cubrir las aceras por donde pasaba. A mi curso de los jesuitas nos tocó en la calle León y Castillo, y con el trajín debió cortárseme la digestión del desayuno por estar ahí de pie, esperando el paso del dictador con el solajero, y me provocó una lipotimia y me tuve que meter en la casa de los Petit y, allí, vómitos y demás. No sé si ya empezaba a manifestar mi alergia a la dictadura (risas).
¿Y cuándo se hizo activista de izquierdas?
Empezó en Madrid, después de estudiar en La Laguna Derecho tres años, y los dos últimos años y el doctorado en Madrid. Entonces seguí mi formación en la universidad de Colonia en el 59, en Alemania; era una democracia y para mí fue un shock. Y luego, sobre todo, en Italia, en la universidad de Florencia, en los años 1962 y 1963, porque en Italia se vivía una experiencia política de centro izquierda tremenda. Allí viví la desagradabilísima ejecución de Julián Grimau en España [en 1963, este político comunista español fue ejecutado por la dictadura franquista]. Ese hecho fue decisivo, y vi como en Italia, otro país, miles de personas se manifestaban.
En 1972 ingresó en el PSOE cuando estaba en la clandestinidad, ¿alguna vez sufrió en carne propia la represión franquista?
No. Únicamente de las pocas veces que me llamó la policía fue pocos días después de la muerte de Franco, cuando era director del Colegio Mayor de San Fernando de La Laguna, al volver de Madrid y vine a dar clases de Derecho del Trabajo, y hacíamos tertulias después de la cena. En una fue Antonio González Viéitez a hablar del tema del Sáhara, pues acababa de producirse la Marcha Verde, y me citaron en el Gobierno Civil para declarar por qué se había hecho exaltación del terrorismo del Polisario por parte de González Viéitez, y yo dije que “no, qué disparate”, pero allí fue la primera vez que me exhibieron, y vi, una bandera con las estrellas verdes para ver si yo sabía lo que era aquello. Me tenían fichado por una especie de modelo del Estatuto de Autonomía de Canarias que hicimos aprovechando el debate en torno al REF en 1972, y usamos la revista Sansofé para publicarlo. Fueron cinco o seis años finales del franquismo de una intensidad viva.
¿Se ha quedado algo por el camino que haya querido hacer y no ha hecho?
Me siento realizado, no tengo ninguna frustración. Cuando era joven quería ser director de orquesta pero eso ya lo tengo superado hace mucho tiempo, porque me ha tocado dirigir más de los cien miembros normales de una orquesta. En mis 80 años no todo ha sido alegrías, hay momentos malos, familiares, amigos, amores, pero he tenido mucha suerte en mi vida y ahora estoy muy feliz.
