El presidente del PP en Canarias, Asier Antona, se esforzó ayer en dejar claro que "no tienen que ver" un eventual apoyo de Coalición Canaria (CC) a Mariano Rajoy y una no menos eventual "ruptura" en el Ejecutivo autonómico. En esta línea de dicotomía discursiva, Antona aseguró que su formación política no ha contemplado, "en ningún momento", la posibilidad de entrar en el Gobierno regional, si bien puntualizó que el gabinete que preside Fernando Clavijo no está excluido de esa voluntad de dar estabilidad a las instituciones que caracteriza al PP, afirmó, "en toda España".

El principal representante de los populares en el Archipiélago se mostró tajante con respecto a la suposición de que un "sí" de CC a la investidura de Rajoy allanaría el terreno para que su partido pasara de estar en la oposición a gobernar la Comunidad Autónoma junto con los nacionalistas, suposición esta que negó de plano. "No contemplamos, en ningún momento, entrar en el Gobierno en el ámbito autonómico, es decir, nada tiene que ver el apoyo que Coalición dé en el ámbito nacional con lo que se pueda producir en el autonómico; no hay causa-efecto", insistió Antona, que en cualquier caso aprovechó para hacer hincapié en una pretendida mala relación entre los socios en el Ejecutivo de las Islas. "Asistimos un día sí y otro también a capítulos de confrontación, pero ese es un tema entre CC y el PSOE", agregó.

No obstante, el presidente del PP regional, como respuesta a una pregunta sobre la hipótesis de que fueran los nacionalistas quienes tendieran la mano a los populares, explicó que su partido, "en Canarias y en toda España", tiene "vocación de gobierno" y ánimo de dar estabilidad allí donde sea necesario, esto es, en aquellas instituciones "donde se generen incertidumbre e inestabilidad".

Respecto a la reunión entre PP y CC en La Moncloa, Antona tuvo buenas palabras para los nacionalistas, de quienes valora, dijo, su "actitud". "Hubo una actitud de absoluta responsabilidad por parte de CC", expuso el dirigente conservador, que no rechazó la posibilidad de que la investidura de Rajoy implique el compromiso de modificar leyes aprobadas en los años de mayoría absoluta y, en concreto, la ley de educación, la Lomce, tal como ha pedido CC.