El sindicato Comisiones Obreras arremetió ayer contra la dirección del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) por considerar que la petición del consejo de administración de disolver la empresa es "una simple estratagema para violentar la libertad de los trabajadores y coaccionarlos para que aceptaran un drástico recorte en sus condiciones laborales". Por ello ha encargado a sus servicios jurídicos que valoren si esta actuación puede ser constitutiva de un delito contra la libertad sindical y el derecho de huelga.

CCOO cree que el "último esfuerzo" solicitado por la gerencia de la sociedad se ha realizado cuando ya se ha presentado el expediente de disolución. El sindicato, mayoritario en el comité de empresa, considera "inaceptable" y tacha de "mala fe negociadora" este procedimiento "que lo único que persigue es desarmar a los trabajadores y someterlos por medio de una amenaza de cierre ya ejecutado, con el fin de que voten cualquier cosa que se les presente".

Ante la votación que tendrá lugar mañana en los centros del trabajo del ITC sobre la propuesta empresarial, la central sindical advierte que los trabajadores "no tendrán seguridad de nada en la votación del lunes, salvo que van a perder salario una vez más, que seguirán los despidos y el proceso de desmantelamiento".

El recorte salarial supone reducir 800.000 euros este año y 400.000 más en 2017 sin que, según CCOO, se garantice la viabilidad del ITC.